Una noche en carpa, toda una aventura
Para armar una carpa de manera exitosa, debemos tener en cuenta algunas recomendaciones, las cuáles nos permitirán disfrutar del camping sin temer a que se inunde o desarme en mitad de una noche de viento o tormenta.
Pasar una noche en un lugar en medio de la nada, rodeado de la naturaleza y con una carpa como único refugio, es una experiencia única. Pero si es la primera vez que lo hacemos, armar la dichosa carpa puede ser una tarea sencilla en la medida que tengamos en cuenta algunos consejos. Simplemente una prueba en el patio de nuestra casa servirá para estar seguros que esa noche de camping podremos pasarla “bajo techo”.
Es importante hacer una prueba antes ya que, si llegamos al lugar elegido para acampar en un horario en que la luz ya no es buena, podemos encontrarnos en grandes aprietos.
Para comenzar, vamos a considerar que somos totalmente neófitos en el tema, así que veremos algunas definiciones que nos pueden ser de mucha utilidad.
Carpa: Es una tienda de fácil instalación y portátil.
Toldo o techo: Cubrimiento que se coloca sobre la carpa para protegerla del sol, y sobre todo de la lluvia.
Estacas: Elementos de metal, que poseen una punta encorvada con las cuales se aseguran al suelo tanto la carpa como los vientos.
Vientos: Extensiones (tipo soga) que posee la carpa y el toldo, cuya función es evitar que se formen pliegues donde pueda acumularse agua en caso de lluvia. También ayudan a estabilizar la carpa si hay mucho viento.
Parantes: Estructuras que posibilitan armar la carpa y que la misma se mantenga en pie.
Ahora que conocemos cada una de las partes que componen la carpa, veamos algunos recaudos a considerar.
El lugar donde la armemos debe encontrarse alejado de los árboles, ya que por el viento puede caerse alguna rama. Tampoco debe levantarse cerca de paredes de roca (pueden desprenderse algunas piedras) o cualquier tipo de elemento que pueda representar algún tipo de peligro.
El suelo debe ser bien plano y elevado, para evitar la formación de pequeños charcos por debajo de la carpa en caso de lluvia. Además, debe estar limpio de piedras o ramas que puedan dañar el suelo, y si hay hierbas o yuyos, es mejor retirarlos antes de comenzar el armado.
El lugar debe estar alejado de fuentes de agua (ríos, lagos, etc.), del paso de vehículos o senderos de personas.
Ahora si, ya limpio y desmalezado el suelo, comenzamos a armar la carpa.
Siempre es una buena opción colocar un plástico debajo de la misma (es suficiente con que sea unos centímetros más grande que su base), para evitar que traspase la humedad y ayude a aislar el frío. Si bien el piso de la carpa es impermeable, nunca está de más reforzarlo tomando esta precaución. Por lo tanto, será bueno adquirir uno de estos plásticos en alguna tienda especializada en caso de no contar con uno.
Una vez puesto el plástico en el suelo, el siguiente paso será retirar la carpa de la bolsa, desenrollarla y extenderla, orientando la puerta hacia el lado que consideremos más viable, siempre y cuando sea el opuesto al sentido de los vientos de la zona.
Luego, procederemos a fijar el piso con las estacas (deben colocarse a 45º). No deben ponerse una seguida a la otra, sino enfrentadas entre sí para asegurarnos que quede bien tirante, y así evitar la formación de arrugas. Lo ideal para este paso es realizarlo entre dos personas. Para ello, deben ubicarse en dos vértices opuestos de la carpa, tirar cada uno de los ojales hasta que no haya arrugas, y colocar las estacas. Luego, se realiza el mismo paso en los otros dos vértices, y por último se clavan los ojales que se encuentran en el medio de los lados.
El siguiente paso es colocar los parantes y el toldo o sobretecho, el cual fijaremos con ayuda de las estacas y los vientos.
Listo, ya tendremos la carpa instalada. Ahora habrá que preparar el terreno alrededor, por lo que realizaremos una canaleta, es decir, una zanja pequeña que rodee la carpa, para permitir que el agua que escurra por el techo no tome contacto con los bordes. De esta manera evitaremos el paso de la humedad.
Estas canaletas no deben ser demasiado grandes ni muy pequeñas. Lo ideal es que tengan unos 20 cm de ancho y unos 10 de profundidad, y que su desagüe se encuentre en una zona un poco mas baja que la altura de la carpa, cuidando que el mismo no se encuentre dirigido hacia otra carpa.
Por último, debemos abrir un rato la puerta para que se airee, y cerrar a la tardecita para evitar la entrada de insectos.
Pasada la aventura, comienza el desarme
Pasada la noche y los días al aire libre, es momento de regresar a destino, y para desarmar la carpa haremos el mismo proceso pero a la inversa. Antes de comenzar, debemos limpiar bien el interior, ya que cualquier elemento que pueda haber quedado puede dañarla o producir humedad. También habrá que cerrar bien todos los orificios. Luego, retiraremos las estacas, pero no todas juntas, así podremos doblarla con mayor facilidad, además de poder ir limpiándola a medida que la enrollemos. Recordemos que debe quedar totalmente limpia y seca, y en caso de que no podamos hacerlo, será la primera tarea a realizar al llegar a destino, ya que conservarla con humedad puede generar moho en el toldo.
Luego de sacar todas las estacas, incluidas las del sobretecho y vientos, enrollamos cada una de las partes y las guardamos en la bolsa (contemos las estacas para comprobar que estén todas), y listos para volver a casa.
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