Con el uso, el calzado va acumulando suciedad y mal olor, y será cada vez más desagradable. Aplica estas soluciones naturales para evitarlo.

Luego de una jornada de uso, el calzado queda con un aroma bastante desagradable. En especial cuando hablamos de calzado deportivo, que acumula en su interior el olor del sudor de nuestros pies.
Si bien en el mercado podrás encontrar productos y elementos que prometen eliminar el mal aroma de los calzados, lo cierto es que lo mejor es utilizar soluciones naturales, mucho más económicas y efectivas, que puedes aplicar con lo que ya tienes en casa.

Como primer medida, todos los días al quitarte el calzado afloja bien sus agujetas, y déjalo ventilar en un sitio seco y aireado, para facilitar la evaporación de la humedad residual y para favorecer la eliminación de sus malos olores. Luego de dejar ventilar, es hora de aplicar las soluciones naturales que veremos a continuación.

Bicarbonato de sodio:

El bicarbonato de sodio es un excelente absorbente de olores. Para quitar el mal aroma, simplemente espolvorea una cucharadita dentro del calzado, distribuyéndolo por toda la plantilla. Deja asentar durante la noche, y por la mañana simplemente voltea el calzado y sacude, para quitar el residuo del producto y los malos olores.

Sal:

La sal es un excelente eliminador de malos olores. Al igual que el bicarbonato, sus cristales absorben la humedad y los malos aromas. Espolvorea cada calzado con una cucharadita de sal fina luego de ventilar unos minutos, y deja reposar toda la noche. Por la mañana, simplemente sacude para retirar la sal restante y verás que tus calzados quedan sin un rastro de mal olor.

Suavizante de telas:

Las toallitas suavizantes de telas son ideales para quitar malos aromas, y también dejar una suave fragancia. Simplemente, corta una toallita suavizante para telas por la mitad, y coloca cada pieza dentro de cada zapato o zapatilla. Deja por la noche, y a la mañana retíralas para dejar tu calzado aromatizado y en perfectas condiciones.

Lavanda:

Las flores secas de lavanda tienen también una doble función: quitar el mal olor, y dejar perfumados los calzados. Toma una gasa y haz dos bolsitas cerradas, colocando en el interior unas flores de lavanda junto a unos granos de sal gruesa. Coloca dentro de cada calzado y deja allí dentro hasta el próximo uso, para mantenerlo seco y perfumado. Esta es una solución ideal para las botas de caña media y alta.

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