Las sobras y retazos de diversas telas suelen deambular por el costurero o los cajones, sin tener un lugar donde ubicarlas. Ya que da mucha pena tirarlas, aquí te daremos algunos consejos para abrir tu mente y encontrar distintas formas de reutilizarlas.

A veces nos sucede que nos encontramos con una tela que habíamos olvidado, y no sabemos qué hacer con ella. O quizás tenemos algo por hacer, pero no nos terminamos de decidir por la tela adecuada.  Para cada uno de estos casos tenemos pequeños consejos, para saber cómo usar la tela más apropiada para cada elemento que deseemos hacer.

Cada tipo de tela tiene sus especificaciones y detalles que son convenientes de conocer, para darles el uso más apropiado. Dependiendo si el elemento a elaborar es de uso diario o no, y dónde será utilizado, podemos elegir entre una grandísima variedad de telas y materiales.

Por ejemplo, el lino es muy práctico para lavar y mantener, ya que resiste sin problemas el lavarropas, el tendido, y es un material sumamente resistente. Para plancharlo sin problemas, simplemente usamos vapor o humedecemos la tela. Con lino se puede hacer sábanas y manteles de uso diario, o también almohadones para las sillas del comedor, o incluso tapizados para sillas o sillones que necesiten un retoque.

El algodón también es adecuado para almohadones y tapicería de sillas, ya que se trata de un tejido natural muy adaptable. En el mercado lo encontraremos reforzado con fibras sintéticas, lo que lo hará más resistente a las arrugas y más práctico en su uso. Para tapizar o crear cortinados de exteriores, la lona es el material más conveniente. No olvidemos lavarla antes de ponernos a coser, ya que se suele encoger.

La pana, por su parte, es muy práctica para dar un toque especial a las cortinas o a los tapizados muy usados. Ten en cuenta que no es una tela lavable. También para cortinas o tapicerías de elementos muy usados podemos elegir el raso de algodón, con ciertas precauciones: debe ser algodón natural para interiores (ya que pierde brillo y color con la luz solar) y de vinilo para exteriores, ya que es más resistente.

Entre los materiales un tanto más sofisticados, podemos elegir satén y raso para crear bellos almohadones o asientos finos para sillas de poco uso, como las de lectura. El brocato es una especie de satén bordado que resulta ideal para crear bellos almohadones, aunque hay que tener en cuenta que requiere de limpieza a seco.

Otro tejido que requiere limpieza a seco es el moare. Puede ser confeccionado a base de raso, de seda, o en una variante sintética. Es muy llamativo visualmente, pero es algo delicado, por lo que se lo utiliza en elementos con poco roce y uso, como almohadones de adorno, cortinas o tapicerías destacadas.

La lana (telas de lana) es muy resistente y confortable, aunque es muy propensa a recibir manchas y juntar polvos. Resultan ideales para cortinas, pero muy inconvenientes para almohadones de uso diario.

Recuerda que las telas naturales son propensas a las arrugas, mientras que las sintéticas son más resistentes a ellas. Por ejemplo, para elaborar manteles de alto uso, o incluso delantales, la tela tropical resulta ideal, mientras que el algodón será más adecuado para manteles livianos.

Siguiendo estos consejos sabremos elegir la tela ideal para cada uno de nuestros proyectos.

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