Hay innumerables plantas beneficiosas para la salud, y algunas pueden ser consideradas “plantas antiedad”, ya que aportan propiedades que evitan el deterioro del organismo. Conozcamos algunas de ellas.

Muchas plantas medicinales, cuyas propiedades ya fueron descriptas por los antiguos griegos, romanos o chinos, y otras que descubrió la medicina moderna, nos ayudan a conservar durante más tiempo nuestras capacidades físicas e intelectuales. Ente ellas, destacamos 6: la Centella Asiática, la Ortiga, el Ginko Biloba, la Pasionaria, el Ginseng y el Té verde. Conozcamos las propiedades de cada una y cómo consumirlas.

1) Centella Asiática para una piel más firme
Su nombre científico es “Hidrocotyles indien”, es una de las más utilizadas en la industria cosmética por sus virtudes para regenerar la piel. El principio activo de esta planta previene y limita el envejecimiento de la piel al estimular la producción de colágeno y de las células del tejido conjuntivo.
Para usar la Centella Asiática, debes agregar 4 gramos de hierba seca en una taza de agua hirviendo y dejar reposar varios minutos; lo ideal es que bebas una o dos tazas por día, no más de tres tazas. Comienza por una y observa si presentas alguna alergia o trastornos digestivos.

2) Ortiga para despertar la libido dormida
Las hojas de ortiga, cuyo nombre científico es “Urtica dioica” aumenta la disponibilidad en sangre de la testosterona. Si bien la testosterona es una hormona masculina, también interviene en pequeñas cantidades en el deseo sexual femenino. Se adquiere directamente en forma de suspensión en las tiendas especializadas y debes agregar 5 ml. en un vaso de agua fría, dos veces por día. Por supuesto, como cualquier alimento remedio o cualquier cosa que ingieras, no puedes hacerlo si estás embarazada o amamantando.

3) Ginko Biloba para conservar la memoria
Verdadero elixir de juventud, este árbol de origen chino es conocido desde hace milenios por su efecto sobre la memoria, la concentración y el rendimiento intelectual. El Ginko Biloba mejora la microcirculación sanguínea, particularmente la del cerebro. Como seguramente habrás visto, el principio activo sintetizado compone innumerables alimentos dietarios, forma parte de complejos vitamínicos y se puede adquirir solo, en forma de cápsulas en cualquier farmacia. Pero si prefieres la forma natural, debes colocar 40 gr. de hojas secas en un litro de agua fría y llevar a ebullición, para luego colar. Debes beberlo preferentemente luego de las comidas. Si estás tomando algún medicamento no debes consumir Ginko Biloba porque puede interactuar y favorecer algún tipo de sangrado. Por supuesto, no puedes consumirlo durante el embarazo o el amamantamiento y debes suspenderlo al menos 48 hs antes de una intervención quirúrgica.

4) Pasionaria para dormir como un bebé
Si eres de las que pasa toda la noche dando vueltas en la cama, si te levantas sintiendo que necesitarías dormir más tiempo o tan cansada como cuando te acostaste, la Pasionaria es tu planta, ya que no induce a ninguna adicción, es totalmente natural y sus principios activos actúan directamente sobre los centros nerviosos del cerebro que regulan el sueño, calma la ansiedad y reduce las palpitaciones. Se consigue en farmacias y tiendas de alimentos dietarios como preparación de “tintura madre”.
Bebe un vaso de agua con 50 gotas de esta tintura madre antes del almuerzo y de la cena. No debes, bajo ningún concepto, ingerir pasionaria si estás consumiendo barbitúricos, ansiolíticos o sedantes. Tampoco si estás embarazada o amamantando.

5) Ginseng para un tono muscular espectacular
El ginseng asiático, cuyo nombre científico es “Panax ginseng” tonifica el organismo debilitado por la edad, el estrés o una convalecencia. El principio activo de esta planta restablece rápidamente las capacidades físicas e intelectuales como la concentración y la memoria, y sobre todo, es un aliado invalorable para combatir el estrés. El modo más simple de consumirlo es en cápsulas (que contienen el extracto seco de la planta) a la mañana, luego del desayuno y al mediodía, luego del almuerzo. No puede ser consumido por los niños ni por las mujeres con cáncer de mama, o si sigues algún tratamiento anticoagulante. Como en los casos anteriores, no lo consumas si estás embarazada o amamantando, y está absolutamente prohibido si padeces o tienes tendencia a sufrir diarreas, hipertensión, depresión, obesidad o insomnio.

6) Té verde, el campeón de los antioxidantes
El té verde interviene regularizando efectivamente todos los tipos de sobrecarga que pueda estar sufriendo tu organismo ya sean localizados o generalizados. Es de una ayuda excepcional para los riñones, ataca los radicales libres, causa del envejecimiento prematuro, no tiene efectos excitantes como las otras formas de té pero es estimulante y, según unas investigaciones recientes, ayudaría a prevenir ciertas formas de cáncer del aparato digestivo.
Si lo bebes como infusión debes llevar el agua a casi infusión (no dejar hervir) colocar una cucharada de hebras, dejar reposar y colar. También se consigue en saquitos y en forma de cápsulas. Lo ideal es que consumas té verde a la mañana y a la noche. Por supuesto, consulta a tu médico en caso de embarazo o lactancia y no debe ser consumido por los niños.

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