En ocasiones, nuestras plantas se encuentran marchitas y tristes, y esto ocurre simplemente por la falta de los nutrientes necesarios en la tierra en donde crecen.Los químicos suelen ser buenos elementos para abonarlas, pero nada mejor que elaborar nuestro propio abono natural.

Una manera de mantener la fertilidad de la tierra es incorporándoles abono. Los elementos químicos, además de ser caros, no siempre son la solución mas efectiva. Para la naturaleza nada mejor que la misma naturaleza quien sea la que se encargue de darle vida y mantenerla. Por eso lo ideal es utilizar abono casero y natural para el jardín, y nada mejor que un abono orgánico desprovisto totalmente de químicos.
Para preparar abono orgánico solo necesitamos una pequeña área de tierra, paciencia y constancia.

¿Como elaborarlo? Es simple
En primer lugar, se debe conseguir la materia prima. Para esto nos puede servir materiales desechables como el césped cortado, las cáscaras de huevos o bananas, corazón y troncos de manzana, cáscaras de verduras, la yerba y el café usado, hojas, restos de plantas, etc. Y para quien se anime y no le dé nauseas manipular derivados de excrementos de animales o residuos putrefactos, lo pueden agregar al montón.

Jamás debemos incorporar a nuestro abono orgánico restos de vidrios, plásticos, latas, ni añadirle a esta “ensalada” ningún tipo de rastro animal, como pueden ser grasas o huesos, ya que esto puede atraer a los animales.

También deberemos buscar algunos trozos de telas de algodón viejas o pedazos de chapa, para poder cubrir el pozo que vamos a realizar.

Aquí pasamos al siguiente paso, cavaremos un pozo de unos 50 cm de profundidad por unos 50 cm de diámetro. Si queremos hacer solo un poco, podemos utilizar un tacho de 200 litros o similar, en el cual incorporaremos los “ingredientes” de la misma forma y procederemos igual en su cuidado.

En el fondo debemos ubicar los restos de poda, encima los residuos orgánicos y para finalizar, tapamos con un poco de tierra.

Todos los días se agrega un poco más de la tierra que sacamos cuando hicimos el pozo.
Debemos mantener tapado con las telas y las chapas, e incorporar algunas lombrices para que ayuden a airear la tierra.

Si hace mucho calor, es conveniente regar el abono, ya que la humedad es indispensable para que el material se descomponga y pueda formarse. También es importante remover la tierra con una pala o rastrillo de tanto en tanto para airearla.

El abono estará listo en unos 2 o 3 meses, si comenzamos a prepararlo en el verano. Por el contrario, si comenzamos a hacerlo en el invierno, tardará alrededor de 5 meses en estar listo.

Nuestro alimento para plantas estará en su punto justo cuando haya tomado un color marrón oscuro parejo, tenga una textura parecida a una esponja húmeda y rugosa y tenga olor a tierra.

Para mayor seguridad, podemos ir revisándolo y cuando notemos que toda la materia orgánica que hemos colocado se ha descompuesto completamente, el abono estará listo para incorporar a nuestras plantas.

Otras formas de abonar las plantas:
Si en tu casa tienes como mascota a coloridos pececitos, cuando les cambies el agua no la tires. Úsala para regar las plantas; esta agua contiene desechos orgánicos muy beneficiosos para ellas. Lo mismo ocurre con el agua en que has cocinado verduras o huevos, en este caso, solo recuerda no añadir sal al agua de la cocción.

- Para que la tierra de tus plantas tenga mas hierro, solo busca esos clavos oxidados que ya no sirven y entiérralos en la maceta o el suelo alrededor de la planta.

- En el otoño recoge todas las hojas que encuentres en el suelo y cubre con ellas la tierra de tus plantas, se convertirán en un excelente abono, además de proteger a las raíces del frío.

- Cuando utilices huevos, tritura las cáscaras y coloca un poquito en la tierra o en el agua de riego de tus plantas. Los posos del té son un manjar para las rosas. Puedes abonarlas con esto cada 30 días.

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