Botiquín natural contra las picaduras de insectos
Cuando estamos en el medio del campo o a la intemperie, las picaduras de insectos son muy comunes, y también es común que no tengamos un botiquín a mano. Para estos casos, nada mejor que conocer remedios naturales contra estos ataques, especialmente los de abejas.
En nuestras salidas de campo, paseos al aire libre, escapadas de fin de semana o viajes de vacaciones, a menudo nos sucede que olvidamos llevar en nuestro botiquín los productos para prevenir picaduras de diversos insectos, dejando nuestra piel y la de nuestra familia a merced de estos pequeños malos compañeros de viaje. Por fortuna, hay muchos remedios caseros que podemos aplicar sobre estas picaduras, para evitar que el dolor y la picazón persistan por más tiempo del necesario, o siquiera del deseado.
Una de las picaduras más habituales es la de abejas. Contrariamente a lo que se comenta a nivel popular, la picadura de abeja requiere frío y no calor para su alivio. La técnica de colocar barro sobre la zona afectada, entonces, será útil para la picadura de avispas y tábanos. En cambio, si se trata del aguijón de una abeja, debemos procurar retirar velozmente el aguijón de la piel (con cuidado para no impulsarlo hacia dentro), y aplicar frío a la zona, para evitar que la ponzoña se esparza. Podemos usar hielos o agua corriente para dar frescor a la zona, y también alcohol. Considerando que estaremos de picnic y no contamos con un buen botiquín, podemos frotar la zona con vinagre de vino o desodorante, que ayudará a neutralizar el veneno y a disminuir la sensación de quemazón.
La técnica de las abuelas, de realizar una cruz con una uña sobre las picaduras, pareciera ser un remedio mágico, práctico y funcional para muchos tipos de picaduras, como las de mosquitos, pulgas y otros insectos menores. Para ello, procuramos evitar rascar la zona afectada y, con la punta de una uña, hacemos presión para dejar marcada una cruz (en dos “punciones”) sobre la picadura. Luego, evitamos tocar la zona, o aplicamos un paño frío.
Otro truco casero muy efectivo consiste en aplicar tabaco sobre las picaduras. De preferencia utilizaremos tabaco “fumado”, es decir, el resto de hojas de tabaco que quedan cerca de la colilla de un cigarrillo ya fumado. Tomamos estas hojas secas de tabaco y las mezclamos con la saliva propia de la persona afectada, para humedecer el tabaco y procurar una textura que se adhiera a la piel. Colocamos este ungüento sobre la picadura, y dejamos secar allí, sin tocar demasiado. Luego, simplemente lavamos con agua fría. Es un truco un tanto desagradable, pero efectivo si estamos en medio de la nada y con un dolor bastante molesto producto de la picazón.
No esta demás llevar consigo un poco de aceite esencial de melisa, el cuál es beneficioso para aplicar sobre heridas superficiales de la piel. El jugo de la planta alivia la picazón proveniente de picaduras de insectos.
Finalmente, un recordatorio: ante la picadura de un insecto, conocido o desconocido, es importante actuar con velocidad y practicidad. Debemos evitar rascar la zona afectada y, en lo posible, higienizarla muy bien para evitar infecciones o aumentar el problema.
En caso de presentarse uno o varios de los siguientes síntomas, se debe acudir sin demora al Centro Médico más cercano:
- Dificultad para tragar o respirar.
- Vómitos, náuseas o diarreas
- Mareos
- Malestar general
- Hinchazón de muñecas o tobillos.
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