En casa solemos tener visitantes indeseados. Se trata de insectos y otras alimañas que ensucian nuestro lugar, además de ser más que molestos. Veamos diferentes trucos y elementos naturales para combatirlos.

Los insectos voladores que nos visitan sin ser invitados no sólo son incómodos, sino que son además fuentes de infecciones, enfermedades, y también de suciedades producidas por el contacto de sus patas sobre nuestros alimentos o elementos de uso diario. Podríamos ahuyentarlos con químicos y productos comerciales agresivos, pero esto podría ocasionar, a corto o largo plazo, problemas en nuestra salud y bienestar, en especial si en casa hay niños pequeños. Por ello, lo mejor es aprender algunas técnicas naturales para ahuyentarlos, como las que veremos en esta nota.

Entre los insectos voladores que visitan nuestro hogar y nuestros encuentros, seguramente las moscas y mosquitos son los más habituales. Las flores de aromas profundos (como la lavanda y la citronela) y las hierbas aromáticas son la mejor opción natural para repelerlos. Debemos colocar estas plantas en macetas alrededor de los lugares donde frecuentamos, así los insectos no se animarán a volar a nuestro alrededor.

Hay otros insectos voladores que nos suelen aquejar en la vida diaria. Las moscas de la fruta, por ejemplo, suelen sobrevolar fruteras y alimentos por igual. En lugar de cubrir la futa, favoreciendo su excesiva maduración, prueba con refrigerarla. Esto alentará el proceso, y ahuyentará a las mosquitas. También puedes colocar algunas hojas de albahaca fresca cerca del tazón de las frutas, o incluso mantener un plantín de esta variedad cerca de tales alimentos.

Un truco para atrapar estas mosquitas para que no molesten es cortar una botella plástica pequeña. En el sector inferior coloca un trozo maduro de fruta y cerveza, y coloca el extremo superior volteado, es decir, en forma de embudo. Las moscas ingresarán y no podrán salir.

Las abejas y avispas son otros de los voladores que nos interrumpen al aire libre. Para alejarlas, procura no colocarte perfumes ni desodorantes demasiado perfumados, pues las atraerás. Hay quienes eligen colgar bolsas plásticas transparentes con agua en alguna rama cercana, para alejar a los voladores, y hay quienes usan proteínas para hacerlo, con su olor. Para esto, en lugar de bolsas con agua, cuelgan salchichas procesadas crudas.

Si sufriste una picadura de avispa, coloca calor para minimizar el dolor. Puedes aplicar barro. Sin embargo, si la agresora ha sido una abeja, procura retirar el aguijón raspándolo sin hacer presión, y luego aplica frío. En ambos casos puedes aplicar sobre la picadura una pasta de bicarbonato de sodio con agua.

Más trucos para prevenir plagas

Hay todo un arsenal de trucos que podemos poner en marcha, no para ahuyentar a los indeseados visitantes, sino directamente para prevenir el arribo de plagas .

La cocina es, quizás, el área más expuesta a la infestación de insectos y alimañas. Por ello, debemos prestar especial atención a esta zona. Comenzaremos por dar una limpieza profunda, y luego una desinfección general, eliminando los insectos con los trucos naturales aprendidos y aprovechando desinfectantes activos como el vinagre, o quizás cloro o lavandina diluidos en agua, con cuidado y protección de manos, ojos y vías respiratorias.

Luego, debemos reacomodar la cocina, preparándola para dejar fuera a los insectos. Para ello, no dejes comidas a su alcance. Coloca los granos y las pastas secas en frascos de vidrio o de plástico de tapa hermética. Coloca jaleas, dulces, mermeladas y otros alimentos similares en contenedores de cierre hermético, o dentro de la heladera. Si tu azucarera suele recibir hormigas, consérvala dentro del refrigerador.

Las semillas y las harinas de todo tipo y los alimentos en polvo también atraen a insectos y alimañas. Colócalos dentro de contenedores de vidrio o plástico de cierre hermético, o al menos en bolsas de cierre total.

Si has dejado algún alimento expuesto y notas la presencia de insectos, o lo que es peor, de deposiciones de roedores u otras alimañas, simplemente bota esta comida, sin más. Recuerda que los roedores domésticos y algunos insectos acarrean enfermedades que quedan depositadas tanto en los alimentos que tocan, como también en sus envases contenedores, por el lado externo. Es preferible perder el dinero que costó el alimento mal guardado, botándolo a la basura, que arriesgarnos (o arriesgar a nuestra familia) a enfermedades y malestares.

Recuerda limpiar cotidianamente las alacenas, gabinetes y zonas de guarda de los alimentos, en particular. Aunque conserves los ingredientes de tus platillos en contenedores de vidrio o plástico con cierre hermético, cabe la posibilidad de que los insectos y alimañas merodeen por la zona, en busca de comidas. Limpia regularmente, aspirando primero y desinfectando después, y recuerda ventilar y secar antes de cerrar las puertas de las alacenas limpias y preparadas para combatir a los visitantes indeseados.

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