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Cada accidente simple tiene su tratamiento

17 agosto 2010 Un comentario

Golpes, machucones, quemaduras… accidentes comunes que pueden ocurrirnos en cualquier momento, y que debemos saber cómo tratar para evitar daños mayores.

19_auxiliosEn nuestra vida cotidiana estamos continuamente expuestos a accidentes. Algunos menores, otros con mayores daños, pero en cualquier circunstancia estaría bien saber como accionar ante cada urgencia. Es por eso que es muy recomendable siempre conocer de primeros auxilios para accidentes domésticos que no requieren de atención especializada.

Aqui vamos a tratar algunos de los casos mas comunes, dado que nunca está de mas saber qué hacer ante un caso de estos. Veamos:

Torcedura de tobillo:
Vamos caminando lo más tranquilos y de repente, esa baldosa suelta nos dio flor de tropezón y torcedura… ¿qué hacer?

Lo primero es recordar la sigla DICE, que se comprende de la siguiente forma:

D: Descanso
I: Ice (Hielo)
C: Compresión
E: Elevación

La palabra “descanso” esta clara. Descansar el tobillo dañado para no forzar y agrandar la lesión. Segundo, debemos colocar “Hielo” durante unos 15 o 20 minutos para deshinchar la zona. Luego de 30 min o una hora, volver a realizar esta operación, y continuar varias veces más por las siguientes 72 hs. “Compresión” nos dice que debemos vendar el tobillo, y por último “Elevación”, nos indica que es posible que sea necesario elevar la pierna varias veces al día, para que de esta forma la sangre acumulada se diluya y se libere la que está machucada.

Si seguimos estas siglas (DICE) las lesiones que suframos (de este tipo) las podremos controlar de una manera segura y sin riesgos de que empeoren.

Golpes y moretones:
A veces la torpeza camina junto a nosotros, y los golpes tontos, y no tanto, que podemos darnos contra muebles u objetos, nos provocan un fuerte moretón. Aliviado el dolor, la marca queda, y la forma de tratarla es la siguiente:

Aplicaremos hielo de inmediato, envuelto en una toalla, durante no menos de 15 minutos. Descansamos 10 minutos y volvemos a aplicar el hielo por unos 10 o 15 minutos más, de esta manera se logra detener la hemorragia interna. Al día siguiente, aplicaremos calor para que permita que la sangre se extienda y se absorba más rápidamente.

Para curar el moretón debemos ingerir mucha vitamina C, ya que ayuda a que desparezcan con mayor rapidez y fortalece los vasos sanguíneos débiles. Lo ideal es consumirla de manera natural, con diferentes frutas como naranjas, kiwi, limones, etc.

Si el golpe ha sido en el ojo, aplicaremos frío lo más rápido posible, para que no se hinche, pero desde la frente, y no sobre el mismo ojo. Se debe hacer durante 10 minutos, cada 2 horas, durante todo el día. Si no contamos con hielo cerca, podemos comprar una latita de gaseosa bien fría y utilizarla como reemplazo.

Si notamos que vemos mal, aparecen algunas manchas en el campo visual, molesta la luz o el dolor es muy grande, debemos acudir al centro médico más cercano.

Cuando nos damos un golpe NO se recomienda tomar aspirinas para calmar el dolor, ya que la misma puede aumentar el sangrado. Es mejor ingerir otro tipo de analgésicos, como ibuprofeno, por ejemplo.

Quemaduras:
Las quemaduras pueden ser de distinta intensidad. Las de primer y segundo grado son tratables (en la primera, aparece un leve enrojecimiento de la piel, en la de 2º grado, hay ampollas, que luego se desgranan y la piel de a poco se va saliendo, dejando una cicatriz que se va con el tiempo) y lo que hay que hacer en estos casos, e
s aplicar enseguida gasas de propóleo, las cuales es conveniente tener siempre a mano en el botiquín de primeros auxilios. Pero… ¿Qué hacemos con el dolor?
Si se trata de una simple quemadura con la plancha, la sartén o similar, podemos aplicar lavandina o lejía, que como por arte de magia aliviará el dolor y en minutos no quedará rastro de la quemazón. También se puede utilizar aceite de oliva, una papa pelada, tomate o una hoja de Aloe Vera (el gel de su interior).

Ante una quemadura de mayor intensidad, debemos acudir al centro hospitalario donde sabrán cómo tratarlas.

Diente roto:
De chicos es común que esto ocurra, o cuando practicamos un deporte: el golpe va a parar a nuestra boca y es posible que se rompa un diente.
Ante esto, en primer lugar,  hay que ubicar la zona de donde proviene el sangrado, y si notamos que el diente se ha caído, taparemos el hueco con una gasa para morder la misma con los otros dientes. Es importante no realizar buches ni intentar tapar el hueco con algún objeto extraño.
Si encontramos el diente, debemos colocarlo en suero fisiológico o en leche, sin lavar ni tocar su raíz. Su reimplantación suele realizarse con éxito, y si lo hacemos durante las siguiente 4 hs., las posibilidades serán aún mayores.

Si no encontramos el diente, no hay problema, en la actualidad existen técnicas muy avanzadas que permiten reproducir el diente perdido a la perfección en lo que refiere a tamaño, forma, color y función.
A continuación, acude al dentista o al centro medico mas cercano, y averigua antes si tienen guardias para urgencias dentales.

Aún si se trate de un golpe en los niños que aún no han cambiado sus dientes, no hay que minimizar el caso, ya que el mismo puede haber afectado al diente que está en crecimiento. Será mejor hacerle una visita al odontólogo.

Picaduras de insectos:
Una de las picaduras más habituales es la de abejas. Contrariamente a lo que se comenta a nivel popular, la picadura de abeja requiere frío y no calor para su alivio. La técnica de colocar barro sobre la zona afectada, entonces, será útil para la picadura de avispas y tábanos. En cambio, si se trata del aguijón de una abeja, debemos procurar retirar velozmente el aguijón de la piel (con cuidado para no impulsarlo hacia dentro), y aplicar frío a la zona, para evitar que la ponzoña se esparza. Podemos usar hielos o agua corriente para dar frescor a la zona, y también alcohol.

No esta demás tener en el botiquín un poco de aceite esencial de melisa, el cuál es beneficioso para aplicar sobre heridas superficiales de la piel. El jugo de la planta alivia la picazón proveniente de picaduras de insectos.

Ampollas:
Muchas son las razones por las que puede aparecer una ampolla, ya sea en nuestras manos, pies o cualquier parte del cuerpo. Lo importante es saber cómo tratarlas para evitar que se infecten.

Lo primero que hay que hacer es quitar el líquido que se encuentra dentro. Para eso pincharemos con una aguja previamente desinfectada sobre una llama o con alcohol, y luego lavaremos suavemente, hasta que el líquido haya salido por completo. No debemos retirar la piel, ya que ésta ayudará a que no se infecte la zona. Luego, limpiamos con alcohol y colocamos una crema cicatrizante o un apósito pequeño, para aislar la zona afectada, cambiándolo todos los días.

Si cicatriza correctamente, la piel superficial de la ampolla se irá haciendo mas gruesa y se desprenderá de a pequeños trozos. Si la ampolla se rompiese sola, lavaremos la herida con agua y jabón, aplicaremos una crema antibacteriana y cicatrizante y cubriremos con un apósito, venda o gasa limpia.

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Un comentario »

  • cecilia said:

    muy bien me sacaron 10 en una tarea pero si le deberian de agregar como imagenes pero de ayii en fuera todo pereecto

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