Si tu hijo pasa mucho tiempo sentado frente a la TV o la computadora, es importante que le enseñes a realizar otras tareas de recreación que a su vez sean mas saludables o educativas. Veamos como incentivarlos a que abandonen el sedentarismo y vivan activamente.

Adiós sedentarismo
Los padres tienen una gran influencia sobre los hábitos de alimentación y actividad física de los hijos. Los grandes pueden ser un ejemplo a imitar por los menores si ven que se divierten realizando algún tipo de actividad física. En base a esa imitación es que lograrán implementar el deporte y la recreación activa, creando un hábito muy positivo para el resto de su vida.

Si tu hijo no es físicamente activo, te invitamos a seguir estos consejos que lo ayudarán a llevar un estilo de vida mucho mas saludable.
Primero, y repitiendo lo que ya dijimos, debes ser un modelo a imitar por tus niños. Limita el tiempo que pasan frente al televisor, jugando videojuegos o navegando por Internet, y en cambio incentívalos a jugar con otros niños. Pueden jugar a la mancha, carreras, patinar, jugar al fútbol, básquet; se divertirán y a la vez realizarán actividad física.

Si tienen como mascota un perro, encargale a tu hijo la tarea de llevarlo a pasear. Si son pequeños, invítalos a que te acompañen cuando lo hagas, e incluso puedes ampliar la apuesta invitando a toda la familia un sábado o domingo a caminar o andar en bicicleta.

Pregúntale a tus hijos si le gustaría inscribirse en algún equipo de la escuela o del barrio. Investiguen juntos sobre las posibilidades que tienen cerca de casa, y tomen una decisión juntos, pero siempre atendiendo al interés del pequeño.

El ejercicio es importante para todos los niños, incluso los que no disfrutan de los deportes o que tienen problemas de coordinación o alguna discapacidad. Al concentrase en los juegos activos en lugar del ejercicio, los niños muy probablemente cambien sus hábitos y aumenten su nivel de actividad física por sí solos.

Actividades extraescolares
Las actividades fuera de la escuela ayudan a lograr una educación integral, pero antes de decidir cual o cuales actividades pueden ser las adecuadas para nuestros hijos, debemos tener en cuenta que siempre deben contar con tiempo para el juego libre, quitarles este tiempo es quitarle la posibilidad de ser niño.
Hay muchas opciones que les podemos presentar a nuestros hijos: computación, idiomas, deportes, danzas, etc. Lo mejor es que el niño elija la que el prefiera, incluso se pueden ir a visitar las diferentes opciones junto a él para que el mismo las conozca y las pueda elegir con mayor fundamento.

Los padres no tienen que motivar al niño a realizar la actividad que ellos hubieran querido practicar de pequeños y por diversas razones no pudieron, como puede ser básquet, fútbol o danzas. Esto no es bueno en el niño, porque serían nuestras expectativas ante esa actividad y no la del niño las que privan en la decisión.

Se recomienda que el niño que asiste a una escuela de doble escolaridad no realice actividades extras, sino que cuando vuelva de su escuela, tenga tiempo para jugar, visitar amigos, andar en bicicleta y cumplir con sus deberes. Si en realidad él está interesado en otra actividad, es conveniente realizarla solo una vez a la semana, y si es posible el sábado o domingo.

En el caso de que el niño solo asista a la escuela en un turno, es aconsejable que realice alguna actividad que no se dicte en la escuela.

Ahora, como ya dijimos, no es posible que esas actividades impidan el libre juego del niño, compartir tiempo con su familia y descansar lo suficiente es ideal para que no se sobrecarguen.

Cuidando el sobrepeso
El sobrepeso en los niños es un problema en potencia, ya que además de atraer daños en su salud también puede provocar problemas de autoestima y psicológicos. Mucho se ha hablado de los riesgos cardíacos y diabéticos de niños con sobrepeso. Lo mejor para perder peso es comer más saludable y hacer más ejercicio. ¡Tu puedes ayudarlo!

Estas son algunas señales que alertan que tu hijo tiene malos hábitos y le pueden llevar a ganar kilos de más o empeorar su grado de gordura.
Presta atención a estos síntomas:

• - Excesivo consumo de refrescos azucarados.
• - Ingiere constantemente golosinas.
• - Come cuando se siente triste, aburrido o por ansiedad.
• - Come mientras ve televisión.
• - No realiza actividad física.

Ten cuidado porque esto también demuestra que hay falta de límites y control en el niño por parte de los padres y, si no se corrige, además de los problemas de conducta, el pequeño tiene un alto riesgo de sufrir enfermedades crónicas conforme crezca.

Como padre o madre, debes ayudarlo a mejorar su calidad de vida cambiando su conducta alimenticia e incentivando la actividad física.

Se paciente, esto puede tomar mucho tiempo. No restrinjas la cantidad de comida que tu hijo o hija puede comer; en lugar de ello, ofrécele alimentos que sean más saludables. Al mismo tiempo, no prestes demasiada atención al peso de él o de ella. Asegúrate de elogiar las fortalezas de tu hijo, así aumentará su autoestima.

¿Cómo ayudar a nuestro hijo a que coma más saludable?
Conforme el niño crezca se volverá más independiente y podrá buscar alimentos por su propia cuenta, de allí la importancia de buenos hábitos alimenticios en la selección y consumo de los mismos Haz que toda la familia participe en una alimentación saludable. Será bueno para todos, y tu hijo o hija no se sentirá discriminado.

Pídele a tu médico o a un nutricionista que te enseñe a interpretar las etiquetas de los alimentos.
Cuando vayas al supermercado, lee las etiquetas y procura comprar alimentos con alto contenido en fibra y bajo contenido en grasa. Si tu hijo o hija tiene más de 2 años y toma leche entera, cambia a leche descremada, ya que no contiene grasa.

Haz que tu hijo se siente a la mesa para tomar todas las comidas y bocadillos. No olvides que la obesidad infantil es causante de enfermedades
cardiovasculares, hipertensión, diabetes, problemas óseos, de columna, etc. Y fundamentalmente, hace sentir al niño discriminado, ya que en la mayoría de los casos no puede realizar las mismas actividades que sus compañeros, pudiendo llegar a ser víctima de burlas que lo llevarán así a bajar su autoestima.

Compártelo