Siempre hay algún compañero de oficina molesto que esta todo el tiempo acosándonos e interrumpiendo nuestro trabajo. ¿Qué hacer en estos casos?

¿Te sientes acosada por un compañero de tu oficina? En tu escritorio, en el dispenser de agua, en la pausa para almorzar, ¿él se te aparece por todos lados y todo el tiempo?.  Pues entonces, evita un drama y toma la iniciativa.

El intento de seducción ocurre en todos los ámbitos, y también hay de aquellos que piensan que en lugar de trabajar están en un club nocturno y buscan comentar todo lo que ocurre a su alrededor, sin percatarse que los demás necesitan concentración.

En la oficina puede ocurrir que vivas esas situaciones desesperantes en que un hombre (o una mujer) no te da un instante de paz; estás concentrada en tu tarea y sientes que se acercan desde atrás y te preguntan “¿Estás ocupada?”… y todas las excusas son buenas para acercarse a tu lugar de trabajo, ya sea una pregunta, un papel que le hace falta, o peor aún… “pasaba por ahí”. Pareciera que tiene un radar y sabe cuando tomas una pausa para salir a fumar o tomar un café y ya no puedes evitarlo, con un “estoy muy ocupada”.

Ya habrás agotado toda tu reserva de excusas para no quedar como una maleducada y él tampoco ha hecho nada explícito como para tener un enfrentamiento, simplemente, se te pegó como una sombra. La cuestión es que no debes esperar a que tu exasperación se marque en tu rostro, no odies tu lugar de trabajo al que antes concurrías feliz y contenta porque “él te espera ahí”, agazapado esperando tus movimientos… simplemente cuando te dirija la palabra, ve al grano y pregúntale lisa y llanamente: “¿Tienes algo que demandarme con respecto al trabajo?. ¡No!, entonces no tenemos nada que hablar porque yo estoy muy ocupada…”

Si algo tan claro no lo amilana, prueba otras tácticas de disuasión.

Suponiendo que estás sentada y él de pie, toma la delantera, levántate y acompáñalo gentilmente lejos de tu área de trabajo, si es posible, y explícale que para ti es imposible concentrarte en tu tarea si te interrumpen, y agrega algo tan contundente como que sólo aceptas que te interrumpan por cuestiones de trabajo y no para mantener intercambios sociales. Él ya está prevenido, si insiste, vuelve una y otra vez sobre estas reglas que te has impuesto como si no entendiese, para que termine creyendo que lo tratas de tonto.

Si entonces, acude una y otra vez por cuestiones de trabajo, le pides que las agrupe y venga a plantearlas todas juntas de una sola vez.

Generalmente, da mejor resultado disuadir a un acosador en el trabajo que hacer un escándalo en el que podrías quedar mal parada o tener que renunciar y buscar otro empleo.

Ánimo, que nada debería ser tan grave como para pensar en cambiar de trabajo…

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