Si estas por hacer un regalo a alguien muy especial, nada mejor que brindarle un toque de originalidad al envoltorio, y hacer que tu obsequio se vuelva inolvidable.

Cuando hacemos un regalo, no solo podemos pensar en el agasajado al momento de escoger el obsequio, sino también poner empeño en el envoltorio, y entregar así un regalo que será doblemente especial. De esta manera podemos darle un aspecto más original y llamativo a los obsequios, y es aquí donde la imaginación y la creatividad entran en juego.

Una manera original de envolver nuestros regalos es hacerlo con papel de diario. Elegimos las páginas de periódico que tengan más escritos y menos imágenes, y envolvemos como si se tratara de un papel de regalos convencional. Luego, acompañamos con un moño o con cintas creadas a partir de tiras de papel, y listo. También podemos hacer la misma técnica con hojas de revistas o de libros en desuso ya dañados.

Otra opción será forrar una caja con recortes de papeles de diversos tipos. Por ejemplo, se puede recortar palabras de diarios y revistas, y pegarlos superpuestos por la caja. Y por qué no, pegaremos también fotografías en una caja (o fotocopias de fotografías) para hacer un envoltorio completamente personalizado, que luego se puede reutilizar.

Algunos regalos de gran tamaño pueden ser simplemente envueltos en telas de diversos patrones y estilos, creando un paquete. Una forma original de presentar estos regalos es hacer una bolsa de estilo “vagabundo”, es decir, una bolsa de tela unida al extremo de un palo. Esta presentación es ideal para hacerle a quien está por iniciar un viaje.

Otra manera original de presentar nuestros obsequios es colocarlos dentro de otro obsequio. Por ejemplo, en lugar de hacer un gran envoltorio, podemos colocar los regalos dentro de una cartera o de un lindo bolso playero, al cual colocaremos un moño. En el mercado podemos encontrar bolsos muy económicos, que incluso pudieran ser de colores o patrones chillones, para hacer un regalo entretenido.

Una técnica muy divertida es la de las cajas chinas. El regalo en sí debe ser de pequeñas dimensiones, para maximizar el efecto de este envoltorio, que se realiza con muchas cajas de cartón de diversos tamaños. Dentro de la mayor, colocaremos una apenas menor, luego otra, y otra más, hasta llegar a la caja del tamaño adecuado al regalo. Esta última caja será la única decorada o envuelta en papel de regalo. Esta presentación es muy graciosa y entretenida para hacerle a un amigo.

Si el agasajado es un niño, lo ideal es usar envoltorios con colores vivos, lazos de colores, e inclusive con algunos accesorios, como pueden ser dulces, cascabeles, pequeños muñecos de peluche, campanitas, etc. Lo esencial es que el regalo le entre por los ojos, que el envoltorio le despierte al niño la fantasía.

Una opción muy divertida es colocar el regalo (debe ser pequeño) dentro de un globo, e inflarlo. El niño deberá romper el globo para llegar a su obsequio. En el caso que el regalo sea demasiado grande, se pueden utilizar varios globos de diferentes y divertidos colores.

Colocar el regalo en una simple bolsa no es una mala idea, siempre que lo combinamos con otro detalle que sí sea original. Por ejemplo, podemos decorar la bolsa con figuras en goma eva, de paño y con volumen, agregar toques de brillitos, etc. O sino,  luego de colocar el regalo, podemos rellenar la bolsa con pañuelos de papel de seda o barrilete, de varios colores. Otra opción es llenarla con aserrín (que sea limpio) o papel picado.

Conocer los gustos de quién recibirá el obsequio puede ser el inspirador para darle los detalles al envoltorio. Lo importante es pensar en el agasajado en todo momento para ofrecerle un regalo que no olvidará.

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