Los ataques de pánico o ansiedad presentan síntomas que pueden confundirse con otros problemas físicos. Es importante aprender a distinguirlos para despejar dudas y saber qué tipo de tratamiento realizar.

Foto: nate steiner - Vía Flickr

Los trastornos de pánico y ansiedad, manifestados por medio de ataques, comparten síntomas variados con los de un episodio cardíaco. Por ello, es importante aprender a reconocer las señales, para distinguir uno de otro y poder ayudar a quien lo esté padeciendo, incluyéndonos a nosotros mismos.

Ante todo, debemos recordar un concepto sencillo. Para muchos, la definición de “ataque de pánico” se refiere al miedo a alguna cosa específica. Si bien aún resta por conocer el detonante específico de un ataque de pánico o de ansiedad, se sabe que puede ocurrir ante virtualmente cualquier episodio, sin que se relacione a un asunto explícito.

La ansiedad, y el estado biológico de pánico, se manifiestan mediante una respuesta conocida como la de “lucha o huída”. Este es un mecanismo natural de nuestro organismo, mediante el cual nos preparamos para enfrentar una amenaza o a escapar de ella. En un caso explícito (por ejemplo, ante un asaltante, un animal salvaje, durante una catástrofe natural y otros) esta respuesta es bien percibida. Pero, en los trastornos o episodios de pánico y ansiedad, este mecanismo de respuesta se activa sin que se perciba una amenaza explícita.

Sin embargo, como dijimos, los síntomas de un ataque de pánico o de ansiedad son compartidos con los de otras condiciones, entre ellas los episodios cardiacos, como ataques al corazón. Este conjunto de síntomas incluyen taquicardia, hiperactividad, o incluso taquipnea (un aumento excesivo de la frecuencia de nuestra respiración).

Otros síntomas incluyen la sensación de ahogo, la dilatación del diámetro de las pupilas (midriasis), temblores corporales, debilidad muscular específica o en todo el cuerpo, desvanecimiento, y otros como insomnio, dificultad en el habla, inquietud y, constantemente, pensamientos de temor, pensamientos negativos o tendencias compulsivas en la conducta. Quizás el síntoma constante es la sensación o la percepción de amenaza y peligro, con el miedo que lo acompaña.

Cada síntoma puede presentarse, independientemente, en cada episodio de pánico o ansiedad. Varían de persona en persona, por lo que estos son sólo índices, y no un conjunto específico.

Los síntomas de un episodio de pánico o de ansiedad pueden presentarse físicamente, o también excluyentemente a nivel cognitivo. También ciertas conductas compulsivas y obsesivas, en su mayoría son síntomas de ataques de pánico y ansiedad.

Ya que esta sintomatología es tan variada, y compartida con episodios de otras enfermedades y patologías, se debe consultar con un profesional de la salud ante su aparición. La consulta al médico es siempre el mejor consejo a tener en cuenta, ya seas tú quien sufra de estos trastornos o episodios, o que los veas en otra persona.

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