3 soluciones naturales para calmar la ansiedad
A cualquier momento del día podemos perder la calma, y en esas circunstancias podemos aplicar alguna de estas soluciones naturales: tisana, aceite esencial y ejercicios respiratorios.
Cuando la ansiedad se instala en tu vida es casi imposible dominarla. Debes evitar que el sentimiento de inseguridad permanente te domine y digite tus actos contaminando la vida de los que te rodean.
Generalmente, el hecho que haya desencadenado la ansiedad tiene sus raíces en algo muy profundo, y un tratamiento adecuado para comprender y analizar los acontecimientos puede llevar mucho tiempo (incluso años). Aunque contamos con algunas simples soluciones naturales (momentáneas por cierto), que ayudan a preservar el equilibrio.
Tisana para calmar la ansiedad
Para calmar la ansiedad, haz una tisana durante el día elaborada de la siguiente mezcla:
50 gr. de amapola de California
50 gr. de tilo
50 gr. de pasiflora o pasionaria
1/2 litro de agua hirviendo.
De esta tisana puedes beber 3 a 4 tazas por día, fuera de los horarios de las comidas. La amapola de California y la pasiflora o pasionaria, están rodeadas de mitos y leyendas urbanas. Son de venta libre en cualquier herboristería y en muchos supermercados se venden en presentaciones para tisanas. En estas cantidades no presentan ningún riesgo tóxico, y son recomendadas para la ansiedad, la agitación nerviosa o los trastornos de sueño.
Aromaterapia para la ansiedad
Cuando estés en tu casa, o si puedes hacerlo en tu escritorio, pon en un hornillo (eléctrico o con una vela) una mezcla de agua con 12 gotas de aceite esencial de lavanda, 6 gotas de aceite esencial de palo de rosa y 2 gotas de aceite de ylang-ylang. Renueva la preparación en tu dormitorio antes de ir a dormir.
Ejercicio de respiración contra la ansiedad
Cada vez que sientas que la inseguridad, la ansiedad o el malestar están por invadirte, dirige tu mirada a un punto preciso, relaja los músculos de tu rostro y despacio, cierra los ojos. Pon las palmas de tus manos contra las orejas, inspira por la nariz profundamente, de modo lento y silencioso. Trata de retener la espiración cuanto te sea posible y hazlo por la nariz, no por la boca. Al hacerlo, haz vibrar tus cuerdas vocales con un sonido sordo, semejante al zumbido de las abejas. La vibración sonora tiene un efecto estimulante sobre las células de la corteza cerebral que controlan las emociones, y al tener las orejas bloqueadas, esta vibración se refuerza. Cada vez que realices este ejercicio inspira y expira al menos 5 veces.
Con estos consejos podrás encontrar la calma que necesites a cualquier momento del día.
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