La elección de un terapeuta no debe realizarse al azar. Se trata de escoger a alguien a quien le confiaremos absolutamente todo, por ende habrá que analizar previamente algunos aspectos y así poder encontrar al más adecuado según cada caso.

En los tiempos actuales, las terapias y consultas se hacen cada día más presentes en nuestras vidas. Sin embargo, la economía a menudo hace que muchas personas elijan a su terapeuta a partir de la cobertura de su mutual u obra social, o bien a partir del costo de la sesión. Esto puede llevarnos a no alcanzar el éxito en la terapia, debido a una desconexión con el terapeuta. Por ello, aprendamos a distinguir al mejor profesional, o al más adecuado para nuestra situación particular.

Seguro que el tema económico será de gran importancia aquí. Después de todo, el costo de las terapias suele ser elevado, por una razón específica. Por ello, es importante elegir al mejor profesional a partir de nuestras necesidades, y también a partir de nuestra disponibilidad. Debemos recordar que se trata de nuestra salud emocional y mental, por lo que no debemos escatimar en ello.

A la hora de escoger un psicólogo o terapeuta, el sexo del profesional sera un factor importante a tener en cuenta. Imagínate en la situación de psicoterapia con una mujer y un hombre, y podrás identificar con quién te sentirías mas cómodo al hablar de tus cosas personales.

El tipo de terapia o corriente ideológica que utiliza cada profesional también es importante, ya que cada rama o escuela será más adecuada para cada paciente. De toda la variedad, las mas conocidas son el psicoanálisis y la cognitivo-conductual.

La más conocida y difundida es el psicoanálisis, también con sus propias variantes. En líneas generales, el psicoanálisis aborda la problemática de la persona, inmersa en un continuo temporal, integrando lo acontecido a lo largo de toda la vida. De esta manera, se puede comprender el presente y el porqué del funcionamiento actual, de modo que pueda ser modificado. Es un tratamiento que apunta a ser profundo, es decir, que toca aspectos profundos de la psicología del individuo, por lo que la duración puede ser de más de un año.

Luego, otra corriente muy conocida es la cognitiva conductual, que aborda al sujeto en tanto ser actuante. Se dirige sobre todo a la modificación de las conductas y los pensamientos para que éstos puedan ser mejor manejados por la persona, logrando un mejor funcionamiento en la vida cotidiana. Es una corriente que se utiliza mucho en el tratamiento primario de fobias y otros trastornos de ansiedad, como por ejemplo los ataques de pánico, ya que ayuda en primera instancia a aplacar los síntomas y redirigir las conductas.

La duración de la terapia puede ser extensa, por ello debemos elegir también a un profesional con el que podamos crear un vínculo especial, y quizás que nos de la confianza de reconocer nuestras propias limitaciones respecto al costo, al tiempo disponible y demás. Si deseas hacer terapia pero los costos te impiden hacerlo una o más veces por semana, explicáselo al profesional, para planificar una terapia con un encuentro quincenal o mensual.

Debemos confiar en el profesional elegido, ya que abriremos a él o ella las puertas mismas de nuestra alma. Sin embargo, recuerda que la confianza se gana, no se crea automáticamente ni a gusto propio. Un buen truco es evaluar la química inicial con el terapeuta. Si en el primer encuentro te hace sentir a gusto, es una buena señal.

La recomendación de profesionales es útil, aunque no definitiva. El profesional será más o menos adecuado a tus propias características, más allá de los resultados de otras personas y sus propias situaciones personales. Intenta buscar al profesional que te brinde comodidad, bienestar y, sobre todo, que te sea apropiado a tus propias situaciones, más allá de las modas, los comentarios y las tendencias de tu ciudad.

Mucho se habla también de la tarea de los psiquiatras. La diferencia principal es que los psicólogos están preparados para poder aliviar los problemas clínicos o bien en áreas de sufrimientos basados en la salud, mientras que los psiquiatras están capacitados para recetar cualquier medicamento, hacer análisis médicos tales como exámenes físicos, para así detectar con más certeza el padecimiento del paciente.
Ante la duda, es recomendable visitar un psicólogo para que haga un diagnóstico previo, y en caso de ser necesario, será él mismo quien haga la derivación hacia un psiquiatra.

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