Toda mujer sabe lo importante que es la elección del vestido de novia para su boda. Por eso, recopilamos una serie de consejos que te servirán para encontrar el vestido ideal y lucir más bella que nunca en ese día tan especial.

Elegir el vestido de novia es una tarea que debemos realizar poniendo mucho empeño, ya que debemos elegir o llegar al diseño que nos resulte cómodo, que realce nuestros atributos corporales más bellos, y que refleje nuestra personalidad. Para poder hacerlo, debemos echar mano a un arsenal de consejos que recibimos por parte de amigas experimentadas, madres, abuelas, modistas, sastres y diseñadores, algunos de los cuales hemos recopilado en esta nota para ayudarte a elegir un vestido de novia con estilos muy definidos.

En los preparativos de una boda, la elección del diseño del vestido es parte importante, y debemos planificarla con anticipación. Por regla general, 6 meses antes de la gran fecha bastarán, y tres meses antes si se trata de un vestido de fiesta para una ocasión especial, como en el caso de que fuéramos madrinas, testigos u otro papel importante en la noche especial.

A la hora de elegir el diseño de un vestido, lo más importante que debemos tener en cuenta es la temática del mismo. Con ello nos referimos a qué impresión queremos causar al lucir tal vestimenta. Para ello, es imprescindible que contemos con un diseñador, una modista o un sastre de confianza, que sepa comprendernos y que sea nuestro cómplice en tal empresa.

El vestido no necesariamente tiene que ser sobrio y elegante, si no está en nuestra personalidad ser de esta forma. La determinación de materiales y accesorios jugará un papel muy importante aquí, y es por ello que debemos pactar numerosas entrevistas con el diseñador, y también, porque no, incluir a los amigos, parientes, y hasta nuestro estilista, para llegar a un complemento perfecto que englobe nuestra personalidad y estilo en todo aspecto.

Si eres una mujer sobria, elegante, de estilos muy clásicos, entonces los diseños de estilos de princesa van a ser lo ideal. Las faldas son amplias, los escotes son poco reveladores, y los materiales utilizados incluyen muchas gasas, capas para dar volumen, lazos y bordados. El color predominante es el blanco, aunque también podés elegir algunos off White para dar profundidad al diseño. Los estilos clásicos entran aquí en juego, con colas y trenes desmontables o fijas para causar un impacto clásico y eterno, en especial en el altar. También puedes reutilizar un vestido familiar, agregando algunos toques y haciendo las confecciones necesarias para adecuarlo a tu propio cuerpo.

Para las mujeres más sensuales y glamorosas, nada como la piel al descubierto: espaldas pronunciadas, minifaldas, vestidos ceñidos y colores variados en diseños originales, son la clave para el estilo glamoroso. No olvides complementar con detalles en el peinado, joyas alternativas y un maquillaje impactante, y también complementar con los detalles según el estilo y temática de la fiesta, en especial si la boda es de día o de noche.

En cambio, si eres una mujer moderna y vivaz, de esas que nunca se quedan quietas, el estilo que te será más práctico será el ecléctico e informal. En estos vestidos se combinan materiales, formatos y hasta colores, sin dejar nada libre o al azar: mucha piel al descubierto, la figura bien marcada, detalles y accesorios originales e innovadores. Nada de cola ni de tren, colores que incluyen el lila, el rosa y hasta los tonos más vivos como verdes y morados, y la practicidad ante todo.

Negociando el diseño

No dudes en entrevistarte con varios diseñadores y productores, hasta que encuentres el vestido de novia ideal. Una vez elegido, siéntate a hablar con él o ella para determinar las bases del diseño. No temas en explicarle exactamente lo que quieres, ya que de ese modo podrá ayudarte a llegar al mejor diseño posible. Algunas preguntas básicas incluyen el largo del vestido, (si lo vas a querer con mangas, breteles o strapless), o incluso si quieres que se trate de un diseño más sexy o más inocente. En esta primera entrevista debes procurar que el diseñador comprenda el concepto general, para que así puedas llegar a detalles específicos como los materiales, accesorios y detalles de terminación.
Siempre confía en la opinión del diseñador, pero también escucha a tu cuerpo: si algo no te resulta del todo cómodo o deseado, discútelo con el diseñador para llegar al mejor diseño posible.

En reglas generales, recuerda que el vestido debe ser, ante todo, cómodo. De nada te servirá un vestido llamativo que no te permita bailar libremente, o un diseño ceñido con el que no puedas ni caminar. Que sea cómodo, que te permita moverte y que no te dé picazón o raspe en ningún punto de tu cuerpo, son las bases principales. Luego, determina tus puntos fuertes. El diseño del vestido debe ser acorde a la forma de tu cuerpo, y no a la inversa. Aunque mueras por usar un vestido con cuello halter, o un strapless, quizás tu busto no sea el más indicado para ello. Elige el diseño que realce tus puntos fuertes y que refleje tu personalidad, haciéndote ver bella, sexy y elegante, o libre y cómoda, pero siempre con tu propio estilo y de manera natural.

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