Consejos de seguridad y mantenimiento de la plancha a vapor
La plancha es un artefacto tan añejo como común en estos días. La de vapor es la que más se utiliza en la actualidad. Mantenerla en buen estado es fundamental para aumentar su vida útil y evitar accidentes en el hogar.
Con el paso del tiempo la plancha sufrió modificaciones. La tecnología se puso a su servicio y fue creando diseños y funciones que la volvieron mas eficaz, aunque igual de útil.
Hoy en día las planchas a vapor son las más utilizadas y las que mejor realizan su trabajo. Veamos a continuación algunos tips para mantenerlas limpias, en buen estado y algunos consejos de seguridad para evitar accidentes en el hogar.
Algo importante a tener en cuenta es la mantención de los poros donde sale el vapor que ayudará a realizar un buen planchado. Es común que con el uso se vayan llenando de cal, obstruyendo así los orificios. En todos los casos, la mezcla de agua y vinagre es fundamental para eliminar el sarro o la cal, aunque con distintas particularidades según el objeto a limpiar
Para quitar el sarro que se encuentra en la plancha, hay que comenzar limpiando los agujeros de la superficie, pues en ellos es muy visible la cal. Para ello, se moja en agua con detergente un objeto de punta fina y roma (punta redonda), o incluso un pequeño cepillo de dientes. Luego se frota.
La cal del depósito se elimina con una mezcla de vinagre, agua y sal. Después, hay que enchufarla y dejar que el vapor salga durante unos minutos. Por último, se debe aclarar el depósito.
Para limpiar una plancha a vapor, se deberá calentar a una temperatura mínima, desconectar la salida de vapor y frotar la base con una vela. A continuación, se pasa una lana de acero fina, se conecta el vapor y se pulsa varias veces para eliminar restos de cera de los agujeros de salida.
Por último, comprobamos planchando una prenda en desuso para corroborar que la cera ha sido completamente eliminada.
Este procedimiento para limpiar la plancha de vapor sirve sobre todo para quitar restos de materiales sintéticos que puedan estar obstruyendo los poros de salida del vapor.
Seguridad:
Así como la plancha es útil para las tareas domésticas, en la misma graduación es peligrosa. Si la manejamos mal o sin cuidado alguno podemos provocar accidentes muy graves, sobre todo si de niños se trata o de personas muy mayores.
Una plancha con un cable defectuoso representa un real peligro tanto para quien la usa como para la instalación eléctrica de todo el hogar.
Un problema muy común en todos los hogares surge al querer planchar y notar que este útil electrodoméstico no funciona. Por lo general, la falla se da en la rotura del cable, que se va deteriorando con el continuo uso. Reparar este inconveniente es más sencillo de lo que pensamos
Como primera medida antes de ponernos manos a la obra, es desenchufar el artefacto. De ninguna manera debemos manipularlo mientras está conectado al tomacorrientes.
Veremos a continuación si realmente el problema de la plancha se encuentra en el cable. Para ello destapamos la plancha quitando los tornillos y controlamos si la conexión está quemada. Si es así, solo habrá que reemplazar la regleta o plaqueta (es el soporte sobre el cual se colocan las partes de un circuito eléctrico. Este soporte puede tener diferentes nombres de acuerdo al lugar y país, pero cumplen la misma función. En todo caso, al ir a comprarla, con solo describir al comerciante que es lo que queremos o llevar la deteriorada, conseguiremos el reemplazo exacto que nuestra plancha necesita) y colocar nuevamente los cables en la misma posición en que se encontraban anteriormente (esto último es muy importante, cada cable debe ir conectado en su correspondiente sitio).
Si lo que se encuentra roto es el cable, tendremos que cortar la parte deteriorada. Para eso, cortamos un tramo de la funda del cable para dejar al descubierto los tres cables que se encuentran en su interior. Hay que tener precaución de no dañarlos al cortar la funda.
Ahora, debemos pelar el extremo de cada uno de los cables y volver a colocarlos en su lugar y posición anterior.
Ya conectado todo en su lugar, cerramos toda la plancha, con cuidado de no apretar ningún cable en el procedimiento.
También puede pasar que el problema se encuentre en la parte del enchufe, en este caso se procederá de una manera similar. Si la falla se encuentra en la ficha, la reemplazaremos por otra nueva y si se encuentra en los cables, cortaremos el tramo que ya no sirve. Al cerrar la ficha habrá que tener cuidado de no apretar ningún cable y la plancha estará lista para volver a ser usada.
Un dato importante es que si notamos que todo el cable se encuentra en mal estado, es conveniente sustituirlo de manera completa. De esa forma nos aseguraremos un mejor y más duradero resultado.
Debemos ser muy precavidos ante una plancha enchufada y caliente. Nunca debemos dejar una plancha caliente sola al alcance de un niño. En lo posible, es mejor que al momento de planchar los niños de la casa realicen alguna actividad alejada, ya sea jugar en el patio, ver tele en la otra sala, leer un cuento en la cama, etc.
Cuando necesitemos cargar el depósito de agua, nunca debemos hacerlo mientras la plancha esté enchufada, aunque ésto nos tome más tiempo.
Aunque solo sean segundos, no debemos alejarnos de la plancha para realizar otra actividad, si debemos ir y revolver la comida, abrir la puerta, atender el teléfono, etc., siempre hay que desenchufarla antes y asegurarnos que no este en contacto con la ropa. Suena muy tonto hacer este tipo de acotaciones pero son muy comunes los incendios por estas causas.
Luego de terminar el trabajo y desenchufar la plancha, esperaremos a que se enfríe para enrollar el cable alrededor de la misma. Si el cable tocase la base de la plancha caliente, puede fundirse y quemarse.
Por el continuo movimiento mientras la usamos, es común que el cable de la plancha se corte y ya no pase la corriente por el mismo. Ante la posibilidad de provocar un cortocircuito, lo mejor es llevar la plancha a un especialista para que le cambie el cable por otro sano.
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