Consejos para cada lavado
La hora del lavado es una de las más importantes para nuestra ropa. Con un mal lavado se puede arruinar por completo, por ende requiere también de concentración y responsabilidad. Si quieres lucir tu ropa como el primer día, debes tener en cuenta los siguientes consejos.
Antes de entrar en detalles sobre el lavado de cada prenda o tela en especial, vamos a hacer algunas consideraciones generales que debemos saber antes de realizar cualquier lavado.
En primer lugar, debemos prestar atención a las instrucciones que vienen en la etiqueta de la ropa, ya que son las adecuadas para guardar las cualidades de las prendas.
Separaremos la ropa antes de lavarla, teniendo en cuenta los colores o la temperatura indicada.
Si tenemos algún conjunto de varias prendas, debemos lavarlas juntas, para que el cambio de color que se va dando en los lavados sea el mismo para cada una.
Si vamos a lavar ropa de color no debemos usar jabones con blanqueadores. Lavaremos la ropa del revés, así los tonos estarán más protegidos y las prendas no se desgastarán tan rápido.
Antes de lavar la ropa delicada, debemos ponerla dentro de una bolsa de lavado o dentro de la funda de alguna almohada.
Para saber si una prenda nueva destiñe, debemos enjuagarla previamente y prestar atención al color del agua.
Un dato a tener en cuenta es que, en general, el centrifugado fuerte y la exposición directa al sol tienden a apelmazar los tejidos.
Si la ropa esta muy sucia, debemos colocarla en remojo antes de introducirla a la lavadora. Si es posible, ponerle algún producto en puños y cuellos.
Nunca debemos llenar demasiado la lavadora, y recordar revisar los bolsillos, cerrar los cierres o cremalleras y abrochar los botones.
Prendas de algodón
El algodón es una fibra sencilla y corriente, por lo que se suele lavar de cualquier manera. Esto hace que no siempre se haga correctamente y como consecuencia, no se logran los resultados deseados.
Antes de lavar las prendas de algodón es conveniente mojarlas, si es posible durante toda la noche, sino al menos por algunas horas en un recipiente con jabón. Si esta muy sucio, duplicar la cantidad de jabón en polvo. Luego, lo colocamos dentro de la lavadora y lo extendemos en un lugar aireado.
Antes de llenar la lavadora, hay que controlar que todos los algodones sean de colores firmes. No se debe mezclar la ropa muy pequeña con la grande; por ejemplo, una media de niño con mantel de mesa.
Todas las prendas deben tener más o menos el mismo grado de suciedad.
Prendas de lino
Una de las fibras naturales mas usadas en la elaboración de los tejidos, es el lino. En la actualidad, encontramos innumerables prendas realizadas con este tejido, pantalones, camisas, polleras, chaquetas, manteles, cortinas, etc.
El lino lo podemos lavar a máquina, aunque si queremos que nuestra prenda dure mas tiempo, lo ideal es hacerlo a mano.
Si lo lavamos a máquina, lo mejor es colocarlo dentro de una bolsa para prendas delicadas.
Sea el método que utilicemos para lavar el lino, debemos tener la precaución de enjuagar o aclarar muy bien, ya que si quedan restos de jabón pueden manchar la tela.
Lo que siempre hay que evitar es centrifugarlo.
Es conveniente utilizar productos adecuados para este tipo de tejido. Los jabones líquidos con un contenido de lejía bajo se pueden utilizar sin inconvenientes en el lino blanco, pero jamás en el lino natural o en un lino con bordados.
No se debe utilizar agua muy caliente ya que corremos el riesgo que el lino se encoja.
Crespón artificial
Hay diferentes tipos de crespón, pero el crespón negro siempre ha sido señal de luto.
Este tejido es de una calidad más bien regular, que en la mayoría de los casos se encoge al lavarlo.
Si estamos seguros que nuestro crespón no es de mala calidad, lavarlo es sencillo.
En agua tibia o templada, vertemos jabón en polvo junto a una cucharada de bórax (se adquiere en cualquier farmacia).
Refregamos suavemente y aclaramos en una mezcla de agua con una cucharadita de vinagre. En lugar de vinagre se puede colocar también un chorrito de suavizante. El vinagre elimina la sal natural de agua, permitiendo que el tejido quede suave.
Cuando este casi seco (pero no del todo) procedemos a plancharlo del revés, con la plancha tibia.
Si por el contrario, desconfiamos de la calidad de nuestro crespón, lo mejor es enviarlo a la tintorería para evitar arruinarlo.
Prendas de seda
La seda es una tela que requiere de muchos cuidados si no queremos alterar su belleza natural. La ropa de seda nos obliga a que estemos pendientes de ella, pero a cambio, nos brinda el esplendor de la misma cada vez que las lucimos.
Lo aconsejable es lavar las prendas de seda siempre con agua tibia o fría, a mano, y dejarla en remojo durante algunas horas. El jabón a usar debe ser neutro y no hay que frotar con demasiada fuerza ya que podemos romperla o estirarla.
Para aclararla, lo mejor es agregarle unas gotas de vinagre al agua. Para eliminar el exceso de agua no debemos retorcer la prenda de seda, en tal caso, la colocamos sobre una toalla limpia y la enrollamos suavemente. Luego, la estiramos y colgamos al aire libre. Bajo ninguna circunstancia hay que centrifugarla.
Podemos secar las prendas de seda al aire libre, en forma vertical u horizontal, pero nunca al sol.
Prendas de lana
Las prendas de lana o de punto son un buen aislante térmico para los épocas invernales, pero tenemos que tomar algunas precauciones para que no se nos apelmace o deforme.
Para lavar las prendas confeccionadas con lana debemos usar agua templada o tibia que no debe sobrepasar los 35º y un detergente especial para este tipo de fibra.
Luego, frotar con delicadeza y enjuagar muy bien con abundante agua a la misma temperatura que la que usamos para lavar (35º C).
Después, volveremos a enjuagar, pero esta vez, en una mezcla de 5 litros de agua con 10 cucharadas de vinagre (siempre con agua templada).
Para secarla, colocamos la prenda sobre una toalla y la envolvemos. Absorbemos el agua y luego dejamos secar sobre una superficie plana, lejos de fuentes de calor.
Prendas de cuero
La limpieza y mantenimiento de una campera, chaleco o cualquier otra prenda de cuero, es muy importante porque su reparación resulta muy costosa, y en ocasiones imposible.
Para lavarlas, sumergimos la prenda en un recipiente donde exista una mezcla de 2 tapitas de champú de bebe en tres vasos de agua tibia.
Luego, cepillamos suavemente las partes que suelen ensuciarse más fácilmente, como el cuello y los puños.
Debemos tratar que el proceso de lavado de la prenda sea lo más breve posible, ya que no conviene dejarla mucho tiempo en remojo.
Finalmente, enjuagamos con agua tibia y presionamos para retirar el exceso de agua. No se debe retorcer en ningún momento.
Para que se seque, hay que colocarla sobre una superficie plana boca abajo, a la sombra, en una habitación, y lo más estirada posible, durante 24 horas.
Luego de trascurrido ese tiempo, volteamos la prenda y la volvemos a estirar con la mano.
Si aún está húmeda, pasamos un secador de cabello en potencia baja y con movimientos circulares para terminar de secarlo.
Vaqueros o Jean
El vaquero es una tela que ha perdurado a través de los años y que jamás ha dejado de estar de moda. Se va adaptando a diferentes estilos, siendo la prenda mas utilizada por niños, jóvenes y adultos.
Para evitar que se encojan demasiado, debemos lavarlo con agua fría. Con agua caliente lo lavaremos en caso de que necesitemos que se encojan.
Para que los vaqueros no destiñan, hay que dejarlos en remojo con agua salada o vinagre antes del primer lavado durante toda la noche, de esta forma conservarán su color original lavado tras lavado.
Los vaqueros debemos lavarlos siempre al revés, para que el sol no actúe directamente sobre el color.
Ya sea lavado en lavarropas automático o a mano, debemos cuidar que el jabón se encuentre totalmente disuelto antes de mojar la prenda, ya que esas pequeñas partículas de jabón pueden manchar el denim.
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