Cómo organizar los papeles del hogar
Facturas, cuentas, impuestos y servicios son algunos de los tantos papeles que recibimos a diario y que suelen deambular por cajones, haciendo imposible encontrarlos cuando los buscamos. ¿Y si ponemos orden los papeles del hogar?
En la actualidad, nos encontramos con una gran cantidad de papeles en nuestra casa que, a menudo, no ordenamos convenientemente, y cuando queremos recurrir a ellos, no sabemos dónde los hemos guardado. Esto puede ser un importante inconveniente, ya que algunos de ellos son de mucha utilidad.
De entre estos papeles podemos encontrar seguros, garantías, instrucciones de aparatos, facturas, papeles médicos, el colegio de los más pequeños, etc.
Por norma general, conforme van llegando estos papeles los acabamos metiendo en un cajón con otras cosas, y cuando queremos darnos cuenta, ya no sabemos dónde lo pusimos. Por ello, debemos dedicar un espacio exclusivo a nuestro papeleo, y el mejor modo de hacerlo es utilizar archivadores. Además de los archivadores de anilla, podemos comprar clasificadores internos, separadores, etc., de forma que diferenciemos los papeles entre ellos.
Cómo clasificar los papeles
En primer lugar, para las facturas de compra, luz, agua, gas, etc. Recomendamos utilizar un archivador cada año, y utilizando diversos separadores, iremos organizando alfabéticamente y dentro de cada letra, por orden de fecha. De esta forma, nunca tendremos problemas para encontrar, por ejemplo, la factura de “José el carnicero”, la cual encontraremos en la J, y no tendremos más que desplazarnos por fechas para encontrar la más adecuada.
Una vez finalizado el año, podemos mantenerlas en el mismo archivador, conseguir otro nuevo y guardar o sacarlas, graparlas en el orden correcto, y ponerlas en una caja para poder aprovechar el archivador principal.
En cuanto al resto de papeles, podemos utilizar distintos archivadores, ya que son necesarios independientemente del año. Por ejemplo, podemos utilizar un archivador específico para guardar los manuales de instrucciones. Si no queremos taladrarlos para introducir en las anillas, podemos ayudarnos de clasificadores de plástico, de forma que los introduzcamos en su interior.
En este caso, también ordenaremos por orden alfabético para poder encontrar lo que buscamos fácilmente.
Si no utilizamos demasiados papeles al año, podemos concentrarlo todo en uno o dos archivadores. Eso sí, utilizaremos separadores para acceder rápidamente a cada sección y, dentro de cada una de ellas, realizaremos una nueva clasificación de forma que quede todo bien organizado.
Manteniendo este cuidado, en todo momento tendremos a mano lo que necesitemos, y ya no volveremos a perder recibos nunca más.
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