El chicle es una golosina muy molesta cuando esta fuera de la boca. Puede convertirse en un pegamento muy dañino si se posa sobre las prendas o los muebles, y ni hablar si queda pegado en el pelo. Veamos cómo quitar la goma de mascar de las diversas superficies.

El chicle es una de las golosinas favoritas tanto de chicos como de grandes. Pero cuando se posa sobre las diversas prendas y otras superficies, puede llegar a ser la golosina más odiada de todas.
Pero el odio pasará al olvido en la medida que sepamos retirarla. Para quitar el chicle de cualquier superficie donde no deba estar, presta atención a los siguientes consejos.

En el caso de las prendas de algodón, podemos colocarlas dentro de una bolsa en el freezer o en el congelador, para endurecer el chicle, y luego retirarlo con facilidad. Si no pudiésemos colocar la prenda en el congelador, podemos también apoyar el cubito de hielo (solo o dentro de una bolsa) sobre la prenda, dejándolo enfriarse.

En el caso de telas más sofisticadas, como pana o terciopelo, podemos también enfriarlo y retirarlo con mucho cuidado, para no marcar la tela. También podemos, para tener más tranquilidad, calentar el chicle (bastará con dejarlo al sol un instante) y retirarlo de a poco, ayudándonos con un trapo mojado en agua hiriendo. Si el chicle fuese viejo, podremos ablandarlo con aguarrás o con benzol, y luego de retirarlo lavaremos la prenda o la tela con agua tibia y jabón líquido para prendas delicadas.

Las prendas de lana o de seda pueden ser limpiadas enfriando el chicle con un cubo de hielo dentro de una bolsa plástica, para poder así retirarlo en una pieza, con gran facilidad y de a poco, para evitar marcar o dañar la prenda. Si quedaran restos, podemos frotar la zona de la mancha con un algodón o un trapo embebido en alcohol, y luego dejarlo sumergido, en remojo, en agua con jabón neutro, o jabón líquido para prendas delicadas.

Si el chicle se hubiese asentado en prendas o superficies de cuero, lo mejor será frotarlo con crema de limpieza para el rostro, y con paciencia veremos que el chicle comienza a desprenderse por su cuenta. Para aclarar, simplemente frotamos suavemente con un trapo embebido en leche, y terminamos tratando la zona con cera o crema hidratante, para evitar que el cuero se marque.

No hay nada mas horroroso que el chicle se pegue en el pelo. Pero calma, no hace falta cortar el cabello, sino poner el practica lo siguiente. Toma el mechón de cabello con la goma de mascar pegada, y ponle aceite de cocina a temperatura normal. De a poco se irá despegando, ya que el aceite actúa como un aislador. Para finaliza, con la ayuda de un cepillo de dientes fino puedes lentamente ir despegando la goma de mascar hasta eliminarla completamente.

Si el chicle se ha pegado en superficies de madera, debemos enfriarlo con una bolsa de hielo, y luego retirarlo con alguna espátula o cuchillo, con cuidado para no rayar la madera o mueble. Si quedan restos, podemos limpiarlos con agua y un trapo, e incluso con jabón neutro.

En las superficies de mármol o de piedras, lograremos retirar el chicle al igual que en el caso anterior. Y si quedan restos, los retiramos simplemente con benzol, para luego aclarar con agua y limpiador o jabón neutro.

En el caso de la loza, la porcelana, y hasta del cristal, lograremos retirar el chicle poniendo a hervir la pieza en una olla con abundante agua caliente y limpia, hasta que la goma de mascar se ablande y pueda ser retirada. Luego, lavamos como de costumbre. Podemos repasar y eliminar los restos con un trapo embebido en alcohol.

Por último, si hay goma de mascar sobre la pared empapelada, cuyo papel no es lavable, se quita calentándolo (con un secador de pelo, por ejemplo) para quitarlo de a poco con papel secante o papel con benzol. También podemos usar unas gotas de éter. Si el empapelado es lavable, entonces endureceremos el chicle con hielo y lo retiraremos con los dedos, o con un elemento que no dañe el papel.

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