Los trozos de vidrio de objetos rotos y las viejas botellas que ya no usamos, no necesariamente deben ir a parar a la basura. Además de hacerle un daño a la naturaleza, estaremos desperdiciando recursos para nuestras manualidades.

Foto: Woo Manualidades

Las botellas de vidrio cumplen una noble función en la contención de bebidas. Sin embargo, una vez consumido su interior, los recipientes terminan por parecer inútiles y completamente inertes en la decoración del hogar, a menos que se trate de botellas de colores y novedosas formas.
Pero como sabemos, en el arte de las manualidades solemos encontrarles un lugar a todos aquellos objetos que a priori son inútiles. Sólo con un poco de imaginación lograremos reciclar esas viejas botellas y encontrarles un lugar en nuestro hogar.

Una buena forma de reutilizar esas viejas botellas de vidrio es creando atractivos floreros, para lo cual, debemos aprender a cortarlas.
La técnica de corte de vidrio es muy sencilla, y puede ser practicada sin riesgo alguno. Claro, siempre se debe tomar medidas de precaución, por cualquier inconveniente que pudiera ocurrir, por lo que comenzamos por reunir los materiales, incluyendo gafas protectoras y guantes. No olvidemos que trabajamos con vidrio. También necesitaremos un balde con agua fría, un hilo de algodón, alcohol (o alcohol de quemar, kerosene, o removedor de esmalte), y fósforos o encendedor.

Limpiamos correctamente la botella, eliminando sus etiquetas, adhesivos y suciedades, y decidimos el corte a efectuar. Para lograr un llamativo florero, por ejemplo, podemos eliminar el pico o cuello de la botella, conservando las formas de sus hombros. Para practicar el corte, entonces, enrollamos dos o tres vueltas del hilo de algodón en el lugar deseado (bien firme), y aplicamos sobre el hilo unas gotas de alcohol, procurando que quede humedecido en toda su superficie, pero sin que se desprenda hacia el vidrio.

Prendemos fuego al hilo con el encendedor, y dejamos arder por unos 5 a 7 segundos, dependiendo del grosor del vidrio. Luego, sin dudarlo, metemos la botella (el hilo, el fuego, y todo junto) dentro del agua del balde, y oiremos un sonido de quiebre. Si la botella no se dividiera por su cuenta, un simple golpecito bastará para dividirla. Luego, podemos lijar los bordes cortados con una lija común, para evitar accidentes, y ya tenemos listo un florero original.

Con esta técnica podemos lograr contenedores, vasos de trago largo, bases originales para candelabros, e incluso copones, cortando por debajo de los hombros y volviendo a unir las partes colocando el pico por debajo de la base, y adhiriéndolas con pegamento siliconado para vidrio. Podemos también crear cortes transversales, colocando el hilo en esta posición.

Macetas redecoradas con vidrios

Esas viejas macetas que están un tanto estropeadas, pueden quedar como nuevas con la siguiente técnica. Se trata de una manera respetuosa de cuidar el medio ambiente, ya que lograremos reutilizar piezas de vidrio en desuso.
La idea es decorar macetas nuevas, o reutilizar macetas que se hayan roto y hayamos logrado volver a ensamblar. Esta técnica permite disimular estas uniones, y poder dar buen uso a las macetas.

Foto: Biensimple.com

Comenzaremos por poner en condiciones las macetas. Para ello, unimos las partes sueltas, o si estuviera entera, la limpiaremos, e incluso podemos pasarles un cepillo metálico o una lija gruesa, para eliminar suciedad y crear una superficie bien adherente.

Damos una base de color uniforme a la maceta. Si fuese de plástico, debemos usar esmaltes. En cambio, si fuese de barro, podemos simplemente usar acrílicos o pinturas látex. Damos una o dos manos, para dar una buena base bien lisa y uniforme, y mientras se seca, preparamos los vidrios decorativos.

Los vidrios pueden ser piezas sueltas de platos, botellas y cualquier elemento de vidrio que se haya roto. Para evitar accidentes, lijamos los contornos de las piezas, o bien las colocamos dentro de un recipiente de cierre hermético en el que hayamos colocado agua y arena en partes iguales. Agitamos con la tapa bien cerrada durante algunos minutos, y obtendremos piezas de vidrio pulidas y seguras.

Las piezas de vidrio las uniremos con diversos elementos, según el estilo que queramos dar. Podemos usar pegamento universal transparente, pegamento de obra (como “El Pulpito”), enduido plástico, o incluso pegamento siliconado. Luego, según el acabado que queramos darle, podremos incluso completar las uniones de las piezas de vidrio con pastina, o con enduido plástico coloreado con acrílicos del color elegido.

Finalmente, podemos proteger las piezas de vidrio con barniz o con laca vitral, para asegurar su brillo y durabilidad. Dejaremos secar por al menos un día, y ya tendremos una original maceta personalizada bien especial, para decorar un balcón, una ventana, o el espacio preferido.

Fotos: WooManualidades – Biensimple.com

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