Si has decidido ir a un psicólogo, te damos una guía sobre las diferentes opciones que existen, en donde tu podrás encontrar la que más se adecue a tus necesidades y características personales. Además, veremos cuál es la diferencia con un psiquiatra y en que casos debemos acudir a él.

Siempre antes de escoger algún profesional en la materia debemos de tener claro que es la función que tiene y en especial que es lo qué andamos buscando.
Para el caso de los psicólogos, en primer lugar es aconsejable que contactes con alguien de tu confianza, que te llegue recomendado por algún familiar o amigo cercano. Es altamente probable que si elijes uno del listín telefónico, por ejemplo, también sea bueno, pero siempre es mejor tener alguna referencia previa. En cada país también existen organizaciones con psicólogos asociados, a las cuales también podrás llamar para asesorarte.
Es importante destacar que algunos consideran poco etico que un psicologo atienda a dos pacientes con cierta relación entre sí, pero eso siempre dependerá del profesional y de que tan cercana es la relación entre ambos pacientes. Si el psicólogo es bueno, la influencia no existirá, y quizás en el paciente sea más cómodo desplegarse ante una persona recomendada que le hizo bien a un ser querido, que ante un completo desconocido.

En segundo lugar, debes pensar si prefieres un hombre o una mujer. Imagínate en la situación de psicoterapia con un sexo u otro, y podrás identificar con quién te sentirías mas cómodo al hablar de tus cosas personales. No olvides que será una persona en quien depositarás tu confianza, tus problemas, tus temores y mayores conflictos.

En tercer lugar, piensa en qué corriente de la teoría psicológica quieres ser tratado. Existen muchas y muy diversas, cada una con su característica particular y que pueden ayudar a la persona de diferentes formas.

La más conocida y difundida es el psicoanálisis, también con sus propias variantes. En líneas generales, el psicoanálisis aborda la problemática de la persona, inmersa en un continuo temporal, integrando lo acontecido a lo largo de toda la vida. De esta manera, se puede comprender el presente y el porqué del funcionamiento actual, de modo que pueda ser modificado. Es un tratamiento que apunta a ser profundo, es decir, que toca aspectos profundos de la psicología del individuo, por lo que la duración puede ser de más de un año.

Luego, otra corriente muy conocida es la cognitiva conductual, que aborda al sujeto en tanto ser actuante. Se dirige sobre todo a la modificación de las conductas y los pensamientos para que éstos puedan ser mejor manejados por la persona, logrando un mejor funcionamiento en la vida cotidiana. Es una corriente que se utiliza mucho en el tratamiento primario de fobias y otros trastornos de ansiedad, como por ejemplo los ataques de pánico, ya que ayuda en primera instancia a aplacar los síntomas y redirigir las conductas.

En una segunda instancia, se puede recurrir al psicoanálisis para poder entender el porqué del trastorno y así evitar que puedan volver.

En el caso de elegir a un psiquiatra, debemos entender que éstos van un poco mas allá de los psicólogos porque pueden medicar a sus pacientes con trastornos extremos.

Cuando nuestros padecimientos son biológicos, se encuentran a nivel bioquímico o neuroquímico y debe ser tratado con medicamentos. Cuando los trastornos son de comportamiento, un psicólogo o un trabajador social podrían ayudar a solventar el problema.
Es importante tomar en cuenta ante todo cuales son nuestros padecimientos que nos podrían llevar a tomar la decisión de buscar a un profesional de esta calidad.

También debemos analizar la diferencia entre un psiquiatra y un psicólogo, la cual básicamente es que los psicólogos están preparados para poder aliviar los problemas clínicos o bien en áreas de sufrimientos basados en la salud, mientras que los psiquiatras están capacitados para recetar cualquier medicamento, hacer análisis médicos tales como exámenes físicos, para así detectar con más certeza el padecimiento del paciente.

Se debe siempre de considerar el malestar que se siente o aqueja, ya que de ahí se puede definir qué es realmente el médico que se necesita visitar para que pueda tratar dicho padecimiento, y así poder obtener el mejor medicamento y terapia para el alivio del mismo.

En conclusión definimos al psiquiatra como aquella persona que administrará un diagnóstico final para el padecimiento mental del paciente.

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