El pesimismo, la peor de las enfermedades
Mucho se habla del pesimismo y su influencia sobre la salud, no sólo mental, sino también fÃsica. Y es que nuestra actitud frente a las enfermedades o sucesos influye tanto o más que la medicina misma.
Desde hace muchÃsimo tiempo que tu médico conoce el efecto “placebo”, el cual demuestra hasta qué punto tu mente gobierna tu cuerpo, es decir, cómo una actitud positiva y una esperanza te ayudan a sanar.
Ahora también saben que, a pesar de la probada eficacia de un tratamiento, si eres pesimista no tendrás los mismos resultados que una persona que realice el tratamiento con una mentalidad optimista.
Muchos médicos creen que ya es hora de investigar el concepto inverso al fenómeno placebo, o sea, el pesimismo en los tratamientos. En Francia ya le pusieron nombre y lo llaman efecto nocebo.
¿Por qué hay personas que se curan tomando grageas de talco y otras tomando la medicación correcta no mejoran?
Como ves, el pesimismo es mucho más que haber dejado de creer en que las cosas cambiarÃan en tu vida, en tu pareja o en tu paÃs. El pesimismo tiene consecuencias mucho más abarcadoras y extendidas.
¿Eres de las que ve todo negro? ¿Piensas que nada de lo que haces sirve de gran cosa? ¿Eres susceptible, te pones nerviosa y estallas por nimiedades? ¿Eres agresiva y muchas veces ofendes porque el malhumor es más fuerte que tu autocontrol? No debes confundir pesimismo con tristeza o depresión. Los pesimistas no generan simpatÃa.
Muchas personas son pesimistas -a pesar de ellas mismas- porque ya no creen que su situación personal pueda cambiar, porque no tienen esperanzas en los modelos polÃticos de sus paÃses, pero sólo lo son puntual y moderadamente.
Si eres de las pesimistas que hacen sufrir a las personas que te rodean y que ya no puedes encarar ningún proyecto, es tiempo de que hables con un profesional porque cuando ves todo negro… todo se volverá negro.
Quizás sea difÃcil que vuelvas a creer y comprometas todo tu ser en una nueva empresa, pero quizás puedas controlar tu ira y ser un poco más amable con las personas que te rodean, sonreÃr, ser un poco amable, abandonar tu soledad, es decir, aprender a comunicarte no cuesta nada…porque hay mucha gente que ya no cree en nada pero tampoco se hunde en el pesimismo patológico.
Habla con tu médico, con un psicólogo, pide ayuda porque el pesimismo puede ser tanto o más nocivo que la depresión.
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