Los perros pueden tener hasta 19 cachorros por embarazo, aparearse con más de un macho y hasta con sus propios hijos.

Que el perro sea el mejor amigo del hombre no significa que se comporte de forma idéntica. Por ejemplo, el embarazo de las hembras caninas difiere muchísimo del embarazo en una hembra humana, encontrando variadas diferencias, increíbles a la par que curiosas. Veamos cinco de ellas.

1.- Determinadas razas dan a luz hasta 19 cachorros
Dado que el organismo de la perra alberga el feto en cuernos uterinos mucho más largos que el cuerpo del útero humano, es capaz de criar y dar a luz hasta 19 crías en un solo embarazo. No obstante, llegar hasta este número es sumamente extraño y se suele dar especialmente en animales inseminados artificialmente. Además de las molestias obvias de tener que atender a tantas crías, la desventaja de estos partos múltiples radica en la tasa de mortalidad de los cachorros: con bastante seguridad, varios de ellos nacerán muertos o fallecerán a las pocas horas.

2.- La perra no padece menopausia
Al contrario de las mujeres, las perras son activamente reproductivas hasta el último día de sus vidas, por causa de la inexistencia de menopausia. Esta característica se explica debido al antepasado de la perra, la loba, que desde siempre se ha asegurado la supervivencia de su género – y posteriores – pudiendo alumbrar prácticamente hasta instantes antes de fallecer.

3.- Es posible un embarazo de distintos machos
Otra curiosidad que seguro no sabías: una hembra canina puede quedarse preñada de más de un macho, incluso puede darse en el mismo día, si la perra copula primero con un macho y con otro diferente después de unas horas. Esto sucede porque el esperma del macho puede fecundar óvulos distintos, obteniendo después una camada variada, con individuos con rasgos de un padre y otros más similares al segundo macho.

4- Una perra puede aparearse con su hijo
Una de las características más sorprendentes en el mundo canino: siguiendo con el instinto de supervivencia generacional, si una hembra se ve obligada a copular con sus hijos, lo hará, pudiendo tener más cachorros de sus propios cachorros. Esta curiosidad, que en otras especies como la humana es prácticamente impensable, debe aceptarse sin más, puesto que son animales y tienen sus propias reglas, y no las impuestas por sus dueños.

5.- Las perras tienen un gran instinto de maternidad

Relacionado con el apareamiento entre madre-hijo, encontramos la última curiosidad acerca del embarazo de las perras, y es que poseen un gran instinto maternal: llevan a sus cachorros a sitios seguros, los protegen del peligro, los lamen para limpiarlos, les dan de mamar… Esta característica sí que concuerda con nuestra conducta humana, y es que, al fin y al cabo… no somos tan diferentes, ¿o sí?

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