10 consejos para vencer la fatiga
La fatiga es un flagelo que la gran mayoría debe soportar, pero vencerla no es una tarea dificil si pones empeño y organización. Aquí hay 10 consejos para evitar la fatiga y retomar el control de tu vida.
Así como se llamó en la década de 1990 a la depresión como el “mal del siglo XX”, vamos camino a canonizar a la fatiga como el mal de esta década.
La fatiga puede convertirse en un mal crónico si no tomas el “toro por las astas”, y es un mal endémico capaz de alterar tu humor, tu vida de pareja, social y tu figura. Pero no debes bajar los brazos ya que la fatiga no es una fatalidad del destino, y cambiando algunos hábitos puedes volver a encontrar un estado ideal.
La fatiga no desestima a nadie, la sienten tanto jóvenes como ancianos, muchos desde que se levantan, y las personas que trabajan son los más atacados por este flagelo.
En primer lugar, debes reconocer si tu fatiga comienza desde el momento en que te levantas y comienzas el día, o si comienza a la tarde con una sensación de que careces de energía, si tu fatiga va a acompañada de aturdimiento, de desgano y sólo quieres descansar, terminar con todo e irte a dormir.
Recuerda que “tu fatiga” también la sufren las personas que te rodean. Si tienes hijos pequeños, seguramente los maltratas porque no puedes afrontar sus demandas y también lo debes hacer con tu pareja. No te dejes atrapar por la fatiga, minará las relaciones con tus seres amados, te impedirá avanzar profesionalmente y amargará tu existencia.
Muchas veces la fatiga se debe a tu modo de vida. Sobrecarga de ocupaciones, insomnio y estrés son las causas principales. Pero, muchas veces puede ser el síntoma de que estás padeciendo algún problema físico, como mononucleosis, trastornos endocrinológicos, carencias alimentarias, etc., hay muchos enemigos que atentan contra tu tono muscular.
Por eso, lo primero que debes hacer es consultar a tu médico y descartar cualquier tipo de enfermedad (una mínima infección puede causar fatiga).
Hay muchas formas simples para que puedas relajarte, recargar energías y combatir el estrés. A veces, la solución es un cambio de dieta más acorde a tus necesidades, una buena dosis de vitaminas o de algún complemento dietario (como los que ofrece la miel de abejas) y, otras veces, la fatiga se combate con gimnasia para estimular la buena circulación y la correcta oxigenación de los músculos.
Consejos para evitar la fatiga
Si has descartado un origen patológico a las causas de tu fatiga, lo que debes modificar es tu estilo de vida. Aquí te damos 10 consejos para vencer a la fatiga y vuelvas a tomar el control de tu vida.
1.- Cenar liviano. El mejor aliado para combatir la fatiga es el sueño de calidad y las cenas copiosas, abundantes en grasas atentan contra un sueño reparador.
2.- Alimentación variada. Tu alimentación debe cubrir tus necesidades diarias en proteínas, vitaminas, sales minerales y oligoelementos. Si tu alimentación no es lo suficientemente variada (medialunas en el desayuno, pastas en el almuerzo, bizcochos en la merienda y pizza en la cena, tu dieta sólo se compone de grasas y carbohidratos) las carencias te irán minando. Tu alimentación debe cubrir todas tus necesidades diarias de los elementos esenciales, su ausencia atenta, además, contra tu figura y es el mejor aliado de la fatiga.
3.- Dormir. Ni mucho, ni poco y antes que nada con regularidad. Si eres de las que duermen 6 horas a la noche y necesitas 1 hora de siesta, sigue así y trata de que sea un sueño de calidad. Si precisas otro ritmo, porque cada uno tiene su reloj biológico, también trata de respetarlo y de que sea respetado, pero sobre todo, trata de que sea de calidad; si pasas 10 horas en la cama dando vueltas, despertándote a cada rato, tu sueño deja mucho que desear.
4.- Ir a la cama en un horario regular. No respetar un horario regular es el peor enemigo de tu reloj biológico, tu cuerpo siente ese maltrato y acusa recibo. A la noche, a partir del primer bostezo, prepara todo para irte a dormir. No trates de resistir y de luchar contra el sueño, si dejas pasar el momento apropiado es posible que luego debas esperar hasta más de dos horas para conciliar el sueño y tu despertar será perturbador.
5.- Relajarte antes de irte a dormir. Inútil es llevar todos los problemas a la cama. Cada problema tiene su tiempo y su momento. Cierra los ojos, respira rítmicamente, imagina un paisaje de tu gusto y olvida a tu jefe, a la maestra de tus niños, al conserje…
6.- Delegar tareas. La sobrecarga de trabajo siempre genera fatiga. Aprende a rodearte de colaboradores en los que puedas confiar y trata de recostarte sobre ellos todo lo que puedas. Tú no eres indispensable para todo. Incluso, organiza a tus hijos desde pequeños para que tengan obligaciones en la casa.
7.- Organizar el día. Toma lápiz y papel y organiza tu día, tu semana, tu mes. Abandona los fines de semana maratónicos, lavado y planchado, compras, salidas con amigos, salidas con los niños, cine, teatro, visita a los suegros… trata de repartir las tareas y no de acumularlas para el fin de semana, organiza salidas quincenales y no semanales, guarda algún domingo para no hacer nada.
8.- Hacer actividad física. Practica un deporte, haz ejercicios, o simplemente “marcha forzada”. La fatiga también está asociada a la vida sedentaria. Si no puedes o no quieres asociarte a un gimnasio, busca cerca de tu casa un lugar -puede ser una plaza cercana- donde puedas realizar al menos 20 minutos, día por medio, de marcha forzada. No sólo te sentirás mejor porque pondrás todo tu sistema circulatorio en acción, lo que contribuye a la oxigenación de los músculos, sino que además reducirás el colesterol malo. Sólo cuesta tomar la decisión, verás que luego se convierte en una necesidad y tendrás unas ganas enormes de realizar tus ejercicios, aún si el tiempo no te acompaña.
9.- Aprende a decirle “No” a tus hijos. Nadie como los hijos para acapararnos, culpabilizarnos, demandarnos… Toma un libro o una revista para cada uno y declara la hora de leer (o pintar para los más pequeños).
10.- Baños y masajes. Un buen baño, unos buenos ejercicios de respiración y si es posible, una pareja que haga masajes… una buena manera de terminar el día y dormir en paz.
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