10 consejos para hacerle frente al invierno
Pasar el invierno sin sobresaltos de salud es todo un desafÃo, pero no es algo imposible. Aquà te damos 10 consejos para hacerle frente a la temporada alta de enfermedades.
Para hacer frente a las agresiones del invierno, tu cuerpo necesita estar protegido. Si no quieres tener que pasar varios dÃas de la temporada en la cama con un arsenal de medicamentos en la mesita de luz, sigue estos consejos:
1.- Alimentación Inteligente
Para funcionar correctamente tu cuerpo necesita energÃa. Aliméntate de forma variada con productos lácteos, frutas y verduras, cereales, una porción de carne (vacuna, pollo o pescado), muy poca azúcar y mucho lÃquido, aún en invierno.
2.- Dormir bien
MÃnimo entre 7 y 8 horas; si bien tu ritmo de sueño es personal y diferente al ritmo de los demás, si tienes una vida activa la falta de sueño atenta contra tu organismo cada dÃa y a largo plazo. Si tienes problemas con la calidad de tu sueño, trata de no consumir alimentos excitantes (café, bebidas colas) después de las 15 horas. Trata de tener horarios regulares y de cenar comidas livianas dos horas antes de ir a la cama. La fatiga, el estrés y la depresión son consecuencias comunes de la falta de calidad de sueño.
3.- Tomar complementos alimenticios
Muchas vitaminas necesarias para producir energÃa son difÃciles de elaborar por el organismo. La vitamina D, por ejemplo, se sintetiza cuando expones tu cuerpo a los rayos solares y en invierno son muy pocas las posibilidades que tenemos de hacerlo a diario. Un complemento dietario excelente para pasar el invierno es el llamado “prebiótico”, que se obtiene de las semillas de pomelo y se vende en las tiendas de productos dietéticos. Consumiéndolos en otoño estás cubierta para pasar el invierno.
4.- Vacunarse contra la gripe
Sin importar la edad, las vacunas contra la gripe protegen contra las cepas que se supone van a desembarcar en tu región.
5.- Usar pañuelos de papel
Debes adoptarlos definitivamente desde que tu nariz comienza a gotear, y por favor, tÃralos en un recipiente cerrado porque están llenos de microbios. Si utilizas pañuelos de tela volverás una y otra vez a aspirar los microbios que te tienen a mal traer.
6.- Lavarse las manos
Después de ir al baño, antes de cocinar, al volver de la calle, siempre lávate las manos. DeberÃamos hacerlo al menos diez veces por dÃa, con agua caliente y jabón y un buen cepillado de uñas. Después de la gripe H1N1 el alcohol en gel se popularizó, se volvió más económico y debe permanecer en tu cartera como en los años anteriores, porque no siempre dispones de un lavabo, agua y jabón. De todos modos, debes preferir el tradicional lavado de mano y utilizar el alcohol en gel a la salida del metro, del transporte público, del banco y los lugares concurridos.
7.- Cambiar las toallas
Trata de cambiar las toallas de tu baño tan seguido como te sea posible, mucho más si alguien se encuentra enfermo en tu hogar. Lo mismo con las sábanas, a los microbios les encanta el calorcito de las sábanas y allà se quedan hasta que les llega el desalojo. También es bueno pasar la aspiradora por el colchón al menos una vez por semana. Los ácaros son microscópicos, se alimentan de las células muertas de nuestra piel y agravan una gripe produciendo alergias y rinofaringitis.
8.- Abrigarse bien
Puedes atrapar el frÃo por las extremidades mal protegidas: pies, manos, orejas, nariz… ¿Te has fijado que la gente que tiene frÃo camina encorvada? Para no tener necesidad de encorvar tu cuerpo, aún ante una ráfaga de viento helado, lo mejor es un buen gorro, una bufanda hasta la nariz y unos buenos guantes. Tanto para ti como para tus niños, la mejor protección para el frÃo es el trÃo “algodón, fibras sintéticas, lana”. Una prenda de algodón permite la absorción de transpiración, las fibras sintéticas no dejan escapar el calor corporal y la lana brinda calor. A estas tres prendas les puedes  sumar más y adoptar el estilo “cebolla”, muchas prendas livianas superpuestas son más efectivas que un abrigo pesado.
9.- Evitar la calefacción al máximo
Contrariamente a lo que piensas, la calefacción alta es un enemigo. Seca demasiado el aire del ambiente, desarrolla microbios, y además, las diferencias de temperatura son difÃciles de asimilar por el cuerpo. La temperatura ideal en los dormitorios es de 19° y no de 26°. Para estar en casa, usa una camisa y un chaleco para estar cómoda. Si no necesitas el chaleco, es porque tu casa está demasiado calefaccionada.
10.- Visitar al médico
Si a pesar de todo te contagiaste un resfrÃo, una angina, una rinofaringitis o una gripe, no te dejes convencer por el viejo argumento de que es el invierno, que todo el mundo está enfermo, de que ya se te va a pasar. Ve al médico en cuanto sientas los primeros sÃntomas, no sólo por tu propia salud sino por la salud de todos los que te rodean.
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