El alcohol como remedio del estrés
Un estudio revela que quienes beben a temprana edad, son más susceptibles de recurrir a la bebida ante situaciones de estrés.
¿Tu novio saca patente de “listo” haciendo gala de lo joven que era cuando comenzó a beber alcohol, lo que le brindaría, según él, esa maravillosa resistencia a beber como una esponja y no hacer papelones?
¡Presta atención! Un estudio realizado en Alemania, tanto en hombres como en mujeres adultos mayores, arrojó un resultado sorprendente.
En el mismo se les preguntó sobre la primera vez que bebieron un vaso de alcohol, cuánto alcohol bebían como ingesta normal diaria y cuánto bebieron en los últimos meses, considerando fiestas, reuniones, etc., cuáles eran sus consumos habituales a los 22 años y qué relación había entre “un evento estresante vivido en los últimos tres años y la ingesta de alcohol”.
Los adultos que comenzaron a beber más jóvenes eran más susceptibles de caer en el alcoholismo en períodos de estrés, como un divorcio, una ruptura, desempleo, fallecimiento de un ser querido, etc. El impacto de un acontecimiento estresante y el alcohol como paliativo o sostén ante el dolor o el agotamiento nervioso, está en relación directa con la edad en que se comenzó a beber.
Debes saber que este estudio no se realizó a la ligera, las personas fueron estudiadas durante 20 años. Según los investigadores, la edad más temprana del primer vaso de alcohol fue la de 12-13 años y creen que la crisis de la pubertad y la asociación a la gratificación (alienación) asociadas al alcohol, se gravó tan profundamente en el inconsciente de estas personas que la misma los empujaría a buscar esa misma gratificación en la edad adulta durante una situación de estrés.
Recurrir al alcohol como mecanismo de compensación, creyendo que los puede ayudar a aliviar el estrés o el malestar propio a las etapas de cambios, no sucede en los adultos que probaron el alcohol después de la adolescencia, en un momento no asociado a un malestar específico.
Quizás tengas hijos que comienzan con sus primeras fiestas solos, salidas del sábado a la noche con sus amigos y hayas escuchado muchas veces que lo mejor es iniciarlos a beber pequeñas cantidades de alcohol en el hogar y no que se desenfrenen estando solos con sus amigos…como ves, lo mejor es hablar con tu hijo sobre todos los riesgos del alcohol, desde los riesgos inminentes como accidentes o el shock diabético, hasta los riesgos a largo plazo y que es el convertirse en un hombre que no pueda afrontar sus problemas más tarde.
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