Tratamientos naturales para el insomnio
No hace falta tomar pastillas para dormir, curar el insomnio de manera natural es posible. En esta nota veremos algunas técnicas para lograrlo y recuperar el preciado tiempo de sueño.
El estrés, los ruidos de la noche, el extremo cansancio corporal, los medicamentos y las preocupaciones son algunas de las más habituales causas del insomnio en nuestros tiempos. Para solucionarlo podemos recurrir a la práctica de ejercicios y técnicas de relajación, mientras que otros más apresurados optan por la toma de medicamentos que inducen el sueño, con posibles consecuencias nocivas para el organismo.
A continuación, veremos distintas alternativas naturales para tratar el insomnio de modo de recuperar el descanso que nuestro cuerpo tanto necesita.
Terapia cognitiva conductual
La terapia cognitivo conductual es la forma más habitual de terapia psicológica, libre de tratamientos farmacológicos, que se basa en descubrir la causa verÃdica del insomnio para curar el problema de raÃz, sin aplicarse meramente al sÃntoma.
Elige a un profesional experimentado y haz sesiones semanales para solucionar y superar los obstáculos de tu vida que puedan ser la causa de este problema del sueño, y verás que en cuestión de semanas tu organismo habrá recuperado su ciclo natural de descanso.
Técnicas de relajación
Antes de ir a dormir es imperativo que nuestro cuerpo y mente se encuentren relajados. Evita realizar ejercicios que aceleren tu ritmo cardÃaco una y media a dos horas antes de ir a dormir. Aliméntate de manera saludable, liviana, permitiendo una digestión adecuada, y prueba con darte una ducha caliente antes de ir a acostarte. Al hacerlo, haz ciclos de respiración profunda y de relajación con imágenes positivas para ayudar a tu mente a relajarse.
Alimentos y bebidas naturales
A la hora de cenar, elige las comidas livianas, ni demasiado especiadas ni muy picantes. Evita las grasas, prefiriendo las proteÃnas de vegetales frescos sin cocción. Cena una y media a dos horas antes de irte a dormir, acompañando tus comidas con agua o con zumos naturales. No consumas gaseosas, refrescos, jugos, productos azucarados ni cafeÃna (en especial el café, pero también el té negro y otros). En cambio, prefiere las infusiones digestivas y herbales, como el té blanco y el té verde, para hidratarte y normalizar los procesos digestivos. Recuerda endulzar con miel natural orgánica, en lugar de azúcares o edulcorantes que alteran tu sistema nervioso y te aportan energÃa que no necesitas en ese momento.
En la habitación
Al irte a acostar asegúrate que la habitación esté oscura, con buena ventilación suave y a la temperatura deseada. Viste ropa confortable, de algodón, y ropa de cama liviana. Evita tener artefactos eléctricos que puedan emitir zumbidos indeseados, y duerme en ausencia total de luz.
Al acostarte, cierra los ojos y procura vaciar la mente: no pienses en los pendientes de mañana ni en los problemas de hoy. En lugar de ello, puedes inventar alguna historia o recordar un momento agradable. Asà evitarás que tu mente actúe y se mantenga despierta, al igual que tu cuerpo.
Finalmente, procura llevar una rutina regular con respecto al horario en que te vas a dormir, te levantas de la cama y haces tus actividades nocturnas, como la cena y el baño. Al seguir los mismos horarios acostumbrarás a tu cuerpo a la rutina, ayudándole a saber a qué hora debe comenzar a relajarse y entregarse al sueño.
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