Consejos para cuidar la piel antes de tomar sol
Antes de comenzar con la temporada de bronceado, es mejor hacer una visita al dermatólogo para revisar nuestra piel y tomar los recaudos necesarios.
Llega el verano y el momento de disfrutar las vacaciones y el sol, pero antes, es mejor realizar una visita al dermatólogo. Las enfermedades de la piel van en aumento debido a los problemas con la capa de ozono.
El mejor momento para una visita al dermatólogo es durante la primavera, antes del bronceado del verano, ya que en una piel bronceada se distinguen menos los cambios de color que pueden sufrir lunares y manchas. Además, es bueno que nos refresquen todas las consignas sobre el cuidado de la piel durante los meses de verano.
No te inquietes, pero los lunares sospechosos deben ser sometidos a un buen análisis y para eso es necesario una pequeña muestra del tejido.
Si sufres de acné, también la primavera es un buen momento. El acné mejora con el sol, pero puede haber una reaparición de las lesiones en primavera, y muchas pueden terminar en unas feas manchas oscuras debido a la exposición. También hay cremas y lociones, además de fármacos por vía oral, como los antibióticos, que favorecen los golpes de calor y no deben ser consumidos por las personas que toman sol.
También debes elegir la primavera para cualquier tratamiento dermatológico con procedimiento láser, como la depilación definitiva, ya que son necesarias varias sesiones para completarla y no pueden realizarse sobre una piel bronceada.
Si sufres de enfermedades crónicas como eczema, deben ser tratadas todo el año, pero si tomas alguna medicación en especial de modo permanente, es el momento de abastecerte para salir tranquila de vacaciones.
Para toda la familia, ya sea en la playa al borde del mar, en la montaña o el campo, es fundamental un buen protector solar adaptado a cada edad y cada tipo de piel.
No olvides que todos, y en especial los niños y las mujeres durante el período del climaterio, necesitan de la luz solar para poder sintetizar la vitamina D que es muy importante para los huesos. El sol también contribuye con la buena asimilación del calcio y el fósforo, sin embargo, la exposición prolongada y sin protección son un peligro para la piel y para los ojos (causa de cataratas).
Protégete y protege a tus niños, porque es el acumulativo de exposición al sol durante los primeros 20 años de vida lo que puede producir alteraciones graves en nuestro organismo. La prevención es fundamental para evitar los tumores de piel más importantes.
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