Una mirada dice mas que mil palabras, por lo tanto, expresar belleza a través de los ojos dependerá mucho del maquillaje y sus cuidados.

Los ojos son, como dijo el gran William Shakespeare, las ventanas del alma. Con ellos podemos expresarnos de manera directa y puntual, y son los que reflejan nuestra alegría, nuestra vitalidad, la edad que sentimos y, claro, también la que tenemos, o nuestras penas y pesares. Para evitar comunicar el mensaje incorrecto, y siempre reflejar alegría y vitalidad, podemos llevar a la práctica algunos trucos de belleza para esta importante zona del cuerpo. Las técnicas de maquillaje, tanto diarias como para eventos destacados, deben incluir técnicas que permitan lucir una mirada impactante, llamativa y sumamente atractiva.

Comenzamos por limpiar la piel, tonificar y humectar con cremas especiales para el rostro. Dejamos reposar y luego aplicamos crema nutritiva e hidratante para el contorno de los ojos, haciendo que la piel de esta zona luzca radiante. A continuación aplicaremos la base de maquillaje, y ya estaremos listas para comenzar a embellecer nuestra mirada.

Como primer paso aplicaremos una base para párpados, que sea del mismo tono de nuestra piel. Esto creará una base humectada y uniforme, lista para recibir otros productos y sombras. Luego aplicaremos una sombra suave, neutral y de color claro, ya sea en polvo o cremosa, sobre todo el párpado, cubriendo desde el lagrimal hasta la esquina externa y desde la línea de las pestañas hasta el arco de las cejas.

Ya aplicada la base clara que logrará iluminar nuestra mirada, tomamos un lápiz delineador negro, marrón, o del tono elegido y apropiado para la hora del día, para nuestro vestuario, y siempre en consideración de los tonos de nuestra piel, ojos y cabello. Aplicamos una línea de delineador por sobre la línea de las pestañas, y difuminamos con esponja o aplicador, para integrar suavemente al párpado. También podemos delinear debajo de las pestañas del párpado inferior, en una línea más delgada y bien difuminada, lo que resulta ideal para el maquillaje nocturno bien dramático.

Ahora aplicaremos las sombras: con el tono más oscuro elegido, aplicaremos sobre el delineador con un pincel angular. Remarcaremos más hacia la esquina exterior del ojo, para profundizar la mirada. Luego esparciremos hacia arriba, hasta la línea en la que el párpado se pliega al abrir los ojos.

Con el mismo color en un tono más claro, aplicaremos sombra debajo del arco de las cejas, para iluminar nuestros ojos. Podemos aplicar un punto claro sobre el centro del párpado, sobre la línea de las pestañas, para dar más brillo aún.

Para finalizar, coloreamos las cejas con un lápiz acorde al color, haciendo toquecitos con una esponja o los dedos para integrar, y aplicaremos la máscara para pestañas del color adecuado. Podemos dar dos capas para crear una mirada más impactante.

El cuidado de la mirada

Las pestañas son uno de los elementos a los que damos menor cuidado, pero podemos tratarlas mejor, simplemente con un poco de precaución. Por ejemplo, siempre debemos asegurarnos de limpiarlas con productos y cremas de limpieza suaves, además de hacerlo con gentileza y sin frotar o tironear, para evitar desprenderlas. Podemos mantenerlas brillantes y humectadas frotándolas suavemente con las yemas de los dedos, con una gota de aceite de bebés, cada noche antes de ir a dormir. Para maquillarlas con mejores resultados, primero arquearemos con la pinza apenas caliente, y luego aplicaremos máscara del color adecuado desde la base, pero sin llegar a la punta.

Los párpados deben ser cuidados al igual que el resto de nuestra piel, pero no aplicaremos exfoliantes o productos agresivos. Debemos humectarlos con cremas humectantes y nutritivas, con sumo cuidado. Al maquillarlos, debemos usar sombras de buena calidad, con los cisnes o pinceles adecuados, que no lastimen la zona.

Recordemos que las sombras de tonos perlados y brillantes aumentan la superficie y son adecuados para la noche, mientras que los tonos opacos y mate serán más apropiados para las horas de luz, ya que hacen del párpado una superficie de apariencia más uniforme.

A las cejas hay que limpiarlas al higienizar nuestro rostro, peinarlas con peines especiales, y darles una depilación adecuada. Por lo general, la pinza será el método más apropiado, ya que el tirón que produce la cera (caliente, fría, tibia, o en bandas) puede terminar por aflojar nuestra piel. Las cremas depilatorias, además, tampoco darán un resultado demasiado duradero. Por ello, utilizaremos la pinza de depilar, tirando en dirección al crecimiento de los vellos que se asomen por fuera del arco deseado.

Compártelo