Para disfrutar de todos los nutrientes y del punto justo de maduración de las frutas, debemos conocer el aspecto y características de cada una. De esta manera podremos elegir las mejores del mercado y conservarlas por más tiempo.

Cada vez que tenemos que tirar comida a la basura, como frutas y verduras, sentimos un pesar bastante feo, como una culpa que nos invade dentro y pensamos que lo que estamos haciendo suena a pecado. Bueno,  para no tener que lidiar nuevamente con ese sentimiento sera mejor ser más conscientes al momento de escoger estos productos en el mercado.
Dos son las razones principales por las que debemos deshacernos de nuestra fruta en mal estado. La primera de ellas es porque no supimos calcular cantidad con tiempo. Compramos de más y pasados los días ese producto ya no tiene su olor, color y textura característicos. La segunda razón, es una mala elección, y sobre ello hablaremos en esta nota.

Existen muchos lugares en donde podemos comprar nuestras frutas, lo que tenemos que tener por seguro es que las que llevemos a casa deben ser las mejores, y para ello, debemos estar atentos a la intensidad de su olor, textura de la cáscara, peso, firmeza, y por supuesto, el aroma.

Es importante escoger las que tengan cáscara sanas y sin golpes. Si podemos pedir una muestra del producto, mucho mejor, y prestar mucha atención a las frutas que ya vienen en bolsas empaquetadas, y sobre todo, si están en oferta. Estos son indicios de que esa fruta ya cuenta con los últimos días de maduración, si no es que ya están podridas o golpeadas. De todos modos, si aún así escoges llevar esa bolsa de oferta (si puedes chequearlas antes mejor), es bueno utilizarlas el mismo día o lo más pronto posible.

Cuando hablamos de frutas de cáscara roja, es importante observar su color rojo intenso, ya que si el color es un rojo oscuro, eso quiere decir que está bastante madura y se echará a perder muy pronto. En el caso de las moras, la forma de determinar que están frescas es su aspecto sólido y con un tono morado brillante, y en su empaque debe tener su jugo natural.

A nivel general, podemos decir de que hay que prestarle atención a los puntos arriba explicados (Olor, textura, peso, firmeza, aroma) y, principalmente, no presentar golpes ni rasguños. Pero para un análisis mas detallado, veremos como elegir cada una de las frutas más comunes, y como conservarlas para aprovecharlas en su punto justo por más tiempo.

Manzanas:

El punto justo de madurez de este fruto lo podemos comprobar tomándolas por el centro y aplicándoles una leve presión; si al hacer esto sentimos que la pulpa esta firme y que la piel se arruga tan solo un poquito, es que la manzana esta en su mejor momento.
Si las manzanas están en buen estado, pueden durar perfectamente 1 a 3 semanas a temperatura ambiente. Si deseamos conservarlas por un tiempo más prolongado, lo recomendable es colocarlas dentro de bolsas de plástico y en la parte menos fría de la heladera.

Kiwi:

Deben presentar una piel sana, sin ningún tipo de mancha. Si están muy blandos o lastimados, se deberán descartar, ya que seguramente se ha alterado su exquisito sabor.
Su tamaño no es influyente, pero si las características anteriores.
Los kiwis se puede conservar en la heladera alrededor de 30 días, y fuera de ella de 10 a 15 días. Si aún no están maduros, se pueden dejar a temperatura ambiente  hasta que lleguen a su punto de maduración, el cual suele ser lento. En el caso de congelarlos, se pueden guardar hasta 6 meses.

Piña o ananá:

La piña o ananá debe ser pesada y consistente, de olor dulce en la base y con una cáscara que ceda ligeramente bajo la presión del dedo. El penacho o plantón debe ser verde brillante y terso. Hay que controlar que no tengan zonas blandas, golpes, heridas o que el corte de tallo en la zona inferior este negro. Si es así, es mejor descartarla.
Otra forma de saber el punto perfecto de maduración, es tirar de las hojas interiores de su planta, y si estas se desprenden con facilidad, es el momento exacto para adquirirla.

Esta fruta es muy sensible a los cambios de temperatura, por lo que es conveniente conservarla en un lugar fresco y seco hasta el momento de consumir. El ananá no debe conservarse dentro de la heladera o refrigerado, ya que el frío ablanda su pulpa. Lo ideal es guardarlo fuera de la heladera e introducirla en la misma un rato antes de consumir.
Luego de cortarla, la piña se debe cubrir con un envoltorio plástico y consumirla lo antes posible, ya que si se encuentra bien madura, pierde sus jugos con rapidez.

Sandía:

La sandía tiene una mancha en la parte donde se apoya todo su peso. Si esta mancha es blanca o verdosa, es porque se recogió antes de tiempo y resultará insípida al momento de consumir. Si la mancha es amarilla, la sandía estará roja y dulce.
Otra forma de saber si está bien madura, es darle unos golpes suaves con los dedos o las palmas de las manos; debemos sentir que suena hueco.

La sandía se conserva muy bien durante dos semanas en algún lugar fresco y alejado de la luz del sol. Si la guardamos en la heladera, hay que tomar la precaución de sacarla unas horas antes de consumirla, ya que el frío altera su sabor y aroma.

Uvas:

Sus racimos deben estar completos y las uvas tienen que ser de un aspecto perfecto, verde las blancas, y rosa morado las negras. Si las blancas están un poco amarillentas, marcan una perfecta madurez. Los granos opacos se debe a una película natural que las cubre y protege de la deshidratación.

Para conservarlas hay que lavarlas con agua tibia y secarlas un poco. Se guardan en racimos sueltos, sin envolver. Si las retiramos del frío unos 15 minutos antes de consumirlas, podremos disfrutar mejor su sabor.

Duraznos:

Los duraznos maduros deben tener un color amarillo o crema, bien pronunciado, parejo y sin manchas marrones. Si presentan partes verdes indica que fueron retirados de la planta de manera temprana. Su piel debe ser fina, suave al tacto (no blando) y de fragancia dulce.

Se deben guardar en un lugar fresco y oscuro. En la heladera se mantienen maduros por 2 o 3 días.

Melón:

Generalmente, el mejor melón es el de piel mas gruesa y granulosa que el de piel fina. Los más pesados son los mejores. Su aroma tiene que ser dulce y bien notorio.
No debe estar blando, pero al tocar sus extremos y presionarlos debemos notar cierta flexibilidad.

A temperatura ambiente se conservará algunos días, mientras que en la heladera durará alrededor de 2 semanas.
Una vez cortado, se debe envolver en papel film, para evitar la pérdida de vitamina C.

Peras:

Las peras deben estar firmes pero no duras. Como comienzan a madurar en el extremo del cabo, hay que optar por las que se empiezan a ablandar en esta parte. Las peras maduras ceden levemente al hacerle una leve presión con el dedo.

Se deben conservar en un lugar fresco y oscuro. Si se quiere retrasar su maduración se pueden colocar en la parte baja de la heladera.
Para aprovechar todos sus nutrientes, se recomienda consumirla al natural y con la cáscara incluida.

Mandarinas:

En lo posible deben presentar las hojas frescas. Las mejores serán las de mayor peso, ya que tendrán más jugo. La piel debe ser tersa, brillante y blanda, con olor intenso y dulce.
Si no las adquirimos frescas, se deterioran con mucha rapidez, aún si las guardamos en la heladera. Si están maduras, duran unas dos semanas refrigeradas.

Plátanos o bananas:

Las mejores son las de cáscara firme y color amarillo uniforme, sin magulladuras ni golpes. En lo posible, escoger los racimos con bananas de igual tamaño.
Las bananas o plátanos no deben conservarse dentro de la heladera, ya que el frío acelera el proceso de maduración y terminan poniéndose negras y con mala presencia.
Lo mejor, es adquirir bananas verdes, y dejar que maduren en algún lugar fresco de la casa

Frutillas:

Las mejores son las que presentan un olor agradable inconfundible, con un aspecto brillante y de color rojo vivo. El tallo debe estar intacto.

Para conservarlas, debemos colocarlas en una fuente con papel de cocina debajo, en un lugar seco y oscuro. Refrigeradas deben colocarse en la parte superior de la heladera. Se pueden congelar, pero al retirarlas pierden su consistencia y quedan sin cuerpo. En este caso siguen siendo utiles para preparar rellenos o cremas para tortas, mermeladas, etc. A pesar de su apariencia, pueden consumirse sin problemas.

Naranjas:

El color debe ser bien uniforme. Si tiene tonos opacos y apagados indican poco sabor, mientras que la presencia de manchas verdes denotan inmadurez. La cáscara debe ser lo menos porosa posible. Si son ásperas tendrán cascara gruesa y poco jugo.

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