Las redes sociales son un ámbito ideal para entablar relaciones comerciales y profesionales con colegas y clientes, por eso es importante ser conscientes que la información que publicamos allí debe ser adecuada y relevante para nuestro objetivo.

En nuestros tiempos, Internet es un verdadero mundo de posibilidades en lo que respecta a la exposición y a la creación de enlaces y relaciones comerciales, incluso con clientes reales y potenciales, proveedores o colegas. Y los sitios de redes sociales, en esto, son una de las herramientas más valiosas.

Las redes sociales, tales como Facebook, Twitter o Tuenti (entre tantas otras) son una esfera en la que es posible entrar en contacto virtualmente con cualquiera de sus miembros. Además, damos también a otros la posibilidad de conocernos, o bien de que conozcan nuestra empresa, nuestro trabajo, nuestros productos o servicios ofrecidos.
Así, por ejemplo, quienes se dediquen a la escritura y la poesía, y también a la música y casi cualquier tipo de arte, pueden exponer muestras de sus obras en sus espacios personales dentro de estas redes sociales, para darse a conocer y crear así un nombre distintivo dentro del rubro y el sector en cuestión. También pueden ingresar a minisitios dedicados, específicos de su profesión, donde se encontrarán con colegas, pares, clientes potenciales y hasta proveedores de insumos especializados, aumentando así su negocio.

Las muestras de nuestro trabajo dentro de los sitios de redes sociales no es remunerativa a plazo inmediato, claro, pero sí puede serlo a largo plazo. Por ejemplo, si tuviésemos una tienda de venta de artesanías, podemos exhibir nuestro catálogo por medio de fotos en nuestro sitio individual. Hay muchos que se resisten a esta actividad, ya que temen a las copias indecentes, pero hay otros que sí se animan a ello y se dan a la tarea de digitalizar las muestras de sus trabajos, capturando así clientes potenciales e instaurando sus marcas en la mente de los consumidores, exponiéndose al mundo entero en un solo paso.

Las redes sociales también son una excelente metodología de aprendizaje, mediante el compartir experiencias, nociones y conocimientos con pares y colegas, así como con superiores y subordinados según sus cargos y puestos de trabajo. Por ello, lo mejor es participar de manera activa en estos sitios, y hacerlo siempre a conciencia. ¿Que queremos decir con eso?  Que por ejemplo, quizás aquella foto de la fiesta de disfraces sea entretenida, pero antes de subirla debemos evaluar si queremos que nuestros potenciales clientes o posibles futuros jefes nos conozcan de esa forma, del mismo modo que no quisiéramos que nuestras futuras amistades y parejas nos conocieran luciendo nuestro peor atuendo. Es decir, toda la información que coloquemos en estas redes sociales deben ser a conciencia, porque el costo que podemos pagar por poner información no adecuada puede ser muy perjudicial para nuestro negocio o actividad.

Sobre esto último debemos explayarnos mas para explicar que el control sobre lo que publicamos es totalmente nuestro, y por ende debe hacerse con responsabilidad y sin perder nuestro objetivo.

Dependiendo de las redes e invitaciones hechas y recibidas, es muy común que tengamos en nuestra lista de contactos a socios, compañeros, clientes, proveedores, jefes o contactos valiosos para nuestra vida laboral. Por ello debemos seguir algunas pautas de comportamiento, por ejemplo, los comentarios (escribir en el muro, comentar “qué estás haciendo” o tu estado de ánimo) deben ser cautelosos. Si estamos enojados, cansados, o necesitamos vacaciones, no será necesario que nuestro jefe o nuestros clientes lo vean. También hay que ser precavidos a la hora de aceptar o hacer invitaciones de amistad: seguramente no será adecuado que en nuestro perfil haya fotos de hombres y mujeres en poses provocadoras, que nos relacionen a una actitud poco profesional. Lo más conveniente será mantener cuentas separadas para el trabajo y para las demás actividades que realicemos.

También es importante controlar la cantidad de contactos en la lista. Un perfil con 3000 amigos no pareciera algo por demás serio, aunque quizás –dependiendo de tu actividad- sí puede resultar beneficioso. Por ejemplo, si alguien se dedica a la música profesional, puede que tenga una vasta lista que incluya salones, pubs, bares, teatros, otros músicos y asistentes a sus presentaciones.

Las fotos y los videos son algo a lo que debemos prestar atención. En los sitios de redes sociales tenemos la posibilidad de crear álbumes de fotos o videos, y categorizarlos como públicos, privados o restringidos. Si queremos subir fotos de nuestras vacaciones, de alguna fiesta o fotos privadas y familiares, podemos crear un álbum y seleccionar la opción que nos permita dejarlo visible sólo para algunos contactos. En este caso, presta atención a la foto que encabeza el álbum, que esa sí será visible para todos.

Por último, se debe controlar también los mensajes que otros dejan en nuestro perfil o muro. Puede que algún amigo despistado deje algún comentario soez o chabacano, o te etiquete en alguna foto o video del ámbito privado. Toma las medidas necesarias, puesto que tu jefe no desearía recibir tal información, ni tampoco tus clientes.

Las redes sociales son un buen marco para mostrar nuestros productos y servicios, solo hay que saber aprovecharlas y utilizarlas.

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