Ese mueble especial llamado sofá
Pocos muebles tienen el privilegio de ser amados por sus dueños. Los sofás nos dan comodidad, rélax y es testigo de charlas con amigos. Con todo lo que significa… ¿Como no vamos a cuidarlo?
Él nos espera durante todo el dÃa para darnos el descanso merecido tras una larga jornada. Esta presente en las reuniones familiares, mira con nosotros nuestras pelÃculas favoritas, nos abraza en las cortas pero necesarias siestas y hasta suele transformarse en una cama para acuñar nuestros sueños.
El sofá es uno de los pocos muebles que gozan del privilegio de ser amados por sus dueños. El está ahÃ, siempre llamándonos para mimarnos y compartir uno de los momentos mas agradables del dÃa: el descanso.
Con todo lo que significa nuestro sofá… ¿Que mejor que cuidarlo y devolverle los mimos para que esté con nosotros mucho mas tiempo?
Es importante para la conservación de nuestro sofá que lo mantengamos lo mas limpio posible. Para eso es recomendable aspirar el polvo regularmente y asà evitar que se acumule en su superficie. También podemos cepillarlo delicadamente utilizando un cepillo con cerdas blandas, pero sin frotarlo demasiado.
El lugar donde se encuentre debe estar alejado de estufas, radiadores y otras fuentes de calor. Lo ideal serÃa colocarlos a una distancia de más de 50 cm.
Debemos evitar dejar los periódicos sobre la superficie del sofá, porque en muchos casos, dÃas húmedos por ejemplo, la tinta puede transferirse a la tela o el cuero del mueble.
Cuando nuestro sofá se humedezca, no debemos frotarlo excesivamente y hay que tratar siempre que la tela o el cuero se ventilen naturalmente. Los secadores de pelo no son buenos aliados, por lo que debemos evitar utilizarlos.
El sofá no debe tener luz directa del sol y de las lámparas potentes. Aunque la mayorÃa de las telas y cueros tienen cierta resistencia a descolorarse, la exposición prolongada y directa al sol puede causar que los colores se modifiquen.
La parte posterior y los apoyabrazos no son para sentarse. Su propio peso o el impacto continuo o severo podrÃan dañar la estructura interior del mueble.
Para limpiar una mancha, es recomendable aplicar el agente de limpieza en una parte no visible del sofá. Si la tela no presenta alteraciones, es el momento de utilizarlo en la zona manchada.
No es recomendable utilizar limpiadores abrasivos como el jabón de tocador, lustradores de muebles o aceites, barniz, detergente u otros productos de limpieza, alcoholes o agua de amoniaco. El uso de detergentes para platos o detergentes similares no es lo ideal porque puede dejar restos del producto en la tela.
Si descubrimos una mancha, podemos quitarla utilizando una solución suave de jabón blanco para ropa diluida en agua. Aplicaremos la solución sobre una esponja limpia y húmeda. Luego, limpiaremos con movimientos circulares, desde el exterior hacia el interior de la mancha, y dejamos ventilar naturalmente.
Ante un derrame de lÃquido, debemos rápidamente tratar de absorberlo con un paño limpio o una esponja sin frotar. De ser necesario, podemos utilizar un poco de agua tibia y sin empapar limpiaremos suavemente. Por último, secamos todo con una toalla limpia y lo dejamos ventilar.
Eligiendo el sofá ideal
Si no tenemos sofá en donde descansar y disfrutar de momentos placenteros en casa, es momento de elegir uno.
Cuando uno decora un salón, todos los detalles son importantes, la iluminación, el color de la pintura de la pared, las plantas que escogemos, la mesa del centro, etc… Pero definitivamente el rey de la sala es uno solo, el sofá; por esta razón es muy importante que tomemos una serie de precauciones a la hora de elegirlo.
Cuando lleguemos a la tienda de muebles y consigamos un ejemplar de nuestro gusto, lo primero que debemos revisar es la firmeza del armazón; no hay que tener miedo de levantar los cojines y apoyarse firmemente sobre la barras laterales del sofá, asegurándonos de que no rechinen o que no se tambalee, esto garantizará que la compra nos durará muchos años.
Una vez revisado el armazón del sofá, chequearemos las juntas de la estructura. Podemos pedirle al vendedor que levante el mueble para que inspeccionemos con calma las uniones entre las piezas. Para comprobar si es de buena calidad, el sofá debe tener arandelas metálicas y pasadores dobles. Si las piezas están fijadas con pegamento y grapas, no vale la pena comprarlo, ya que en muy poco tiempo la estructura se aflojará y terminará por desplomarse.
Ahora, nos sentaremos y trataremos de sentir los resortes, que deberÃan estar en toda la superficie del asiento. Brincaremos sentado de un lado a otro. De esta manera, debemos sentir una resistencia flexible exactamente igual en cada parte del sofá; si sentimos un resorte en particular, o que la única amortiguación es la de los cojines, el mueble no será suficientemente cómodo.
Si el sofá que nos gusta ha pasado todas estas pruebas, sólo quedarán dos pasos para ser el sofá ideal: El primero es revisar de qué material está hecho el relleno. Los materiales aceptables son; poliuretano, goma espuma y plumón de ganso mezclado con plumas. Si nos ofrecen relleno de fibra de polyester o de sólo plumas, estos cojines perderán el volumen con rapidez.
Por último, nos queda comprobar el material de la tela; en este caso lo más importante es que estemos cómodos, puede ser de gamuza acanalada, de lino, y el siempre cómodo y elegante cuero.
Ahora si, pasadas todas las pruebas realizadas, encontramos el sofá ideal para nuestro hogar
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