Clínica para muebles: Como renovarlos para que queden como nuevos
Con el uso diario, nuestros muebles van sufriendo pequeños deterioros que, con el tiempo, los deslucen por completo. Por fortuna, la gran mayoría de estos pequeños daños tienen una solución simple y efectiva. Te invitamos a conocer las maneras de recuperar y volver a su mejor apariencia todos tus muebles.
Los muebles suelen ser muy duraderos en la medida en que los cuidemos, pero esta claro que mas allá de los cuidados, pequeños golpes, rayones o deterioros simples que se van dando con el uso cotidiano, van haciendo que los muebles muestren su costado débil, perdiendo la lucidez que tenían cuando los compramos.
Es en ese momento cuando debemos emplear diversas técnicas para renovarlos, las cuales te explicamos de manera sencilla en esta nota.
Vamos a empezar por los mas comunes, como son los muebles de madera. Las mesas y los sillones, por ejemplo, suelen ser víctimas de la humedad de vasos y platos. Es inevitable que esto ocurra, por lo que si tus muebles han recibido estos temibles círculos y manchas de agua, puedes solucionarlos con un poco de pomada de la que se usa para lustrar zapatos. Tan sólo pasando un poco de este betún con un trapo (de un color al tono, claro), y lustrando luego con un paño suave, vigorosamente, lograremos que estas manchas desaparezcan. Si la pomada estuviese seca y fuese difícil hacerla deslizar por la madera, podemos hidratarla aplicando unas gotas de aceite de linaza y trementina, para que afloje y así sea más fácil de absorber en la madera.
Si un mueble sufrió un golpe y le ha quedado un abollón en la madera, podemos humedecerlo para repararlo mas fácilmente. Primero, mojamos un paño, estrujamos, y lo colocamos sobre el abollón o la hendidura, para humectar las fibras de la madera. Luego, pasamos por encima de este trapo o paño la plancha (tibia, no demasiado caliente). Esto generará vapor que, al ser absorbido por las fibras de la madera, ayudará a su recomposición.
Si la mesa de madera ha sido víctima de la temible cera de velas derretidas, debemos retirarla y reparar el daño lustrando la superficie. Si la mancha fuese rebelde, tendremos que lijar la zona afectada y repetir la técnica del betún o pasta de lustrar zapatos.
Si la cola escolar o cola de carpintero han dejado su huella sobre nuestro mueble, podemos simplemente retirarla con un paño embebido en agua caliente, secando inmediatamente con papel de cocina. Si quedaron trozos de papel adheridos a la madera, será necesario eliminarlos con un trapo embebido en detergente concentrado o algún producto antigrasa, frotando vigorosamente. El vinagre también puede ser utilizado en estos casos, frotándolo con la ayuda de un paño o una esponja.
Luego, para proteger la madera, la mejor idea es aplicarles cera en pasta para pisos, y posteriormente lustrar con el producto habitual. Esto creará una doble capa de protección (incluyendo una capa impermeabilizante), ideal para los muebles más utilizados de forma cotidiana, como la mesa y las mesitas de café.
Si los muebles tienen rayones, golpes, rayas o esos defectos imposibles de reparar, simplemente podemos ocultarlos y hacer de cuenta que no están. ¿Como? Con la técnica del decoupage.
El decoupage se logra pegando figuras recortadas y pintando encima con barniz. Así, una cómoda puede tomar un look romántico para la habitación de la adolescente (con flores) o divertida si va al cuarto de los chicos (hadas, duendes, dinosaurios, mariposas, etc.)
Si se trata de un mueble para niños, una buena opción es trabajar con mapas. Tal vez los chicos no aprendan mucha geografía, pero pueden dejar volar la imaginación teniendo a la vista los mapas de ruta que papá compra en las estaciones de servicio. También, se recortan, se pegan y se pintan encima con barniz.
Para el caso de los muebles de formica, lo único a tener en cuenta al limpiarlos es no usar nunca polvo abrasivo, ya que eliminará el brillo, e inclusive, lo podría rayar, haciendo imposible volver a recuperarlos.
Para renovar los muebles con este tipo de material, podemos limpiar la superficie con una esponja suave empapada de agua caliente y detergente. Enjuagamos bien y secamos.
Otro remedio es cortar por la mitad un limón y frotar con fuerza toda la superficie con la pulpa de este cítrico. Luego aclaramos y secamos.
La última fórmula es pasarle un paño embebido en acetona, y luego otro paño seco.
Para el caso de los muebles de plástico, usamos una esponja o cepillo con agua y jabón y enjuagamos bien con ayuda de una manguera. Si notamos alguna mancha, podemos aplicar una esponja o trapo humedecido con alcohol de 90º.
No es conveniente utilizar los productos de limpieza y abrillantado que hay en el mercado, ya que en su mayoría suelen tener partículas abrasivas en su composición que pueden dañar la superficie de los muebles.
Los muebles de color blanco suelen ponerse un poco amarillentos con el tiempo, pero no hay forma de evitarlo. Lo único que podemos hacer con este tipo de material, para prolongar más su vida, es mantenerlos a la sombra cuando no los usemos.
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