Limpieza profunda de nuestro coche
Lavar el auto para algunos suele resultar una tarea engorrosa y poco agradable, mientras que para otros un momento casi religioso. En los lavaderos hacen el trabajo bastante bien, pero si queremos ahorrarnos algo de dinero nada mejor que hacerlo nosotros mismos. Veamos como limpiar cada parte del auto para sacarle el brillo que tuvo cuando salió de la fábrica.
Es verdad que la practicidad de llevar el auto al servicio del lavadero es cómoda, es útil y satisfactoria, pero hay muchos de nosotros que disfrutamos de lavar el auto y obtener el doble de satisfacción por una tarea bien cumplida. Sin embargo, a veces el resultado final difiere de las labores cuasi profesionales, aunque ello se debe principalmente a nuestra falta de conocimiento de las técnicas apropiadas para la limpieza del coche. Por suerte, logramos reunir unos trucos que nos serán de utilidad.
Ante todo, tenemos que optimizar recursos. En el lavado del auto, no siempre es bueno el exceso. Es mejor mojar el auto con la manguera y utilizar un recipiente pulverizador para aplicar el jabón diluido en agua, facilitando la tarea de remover la suciedad. Si contamos con un pico regador para las plantas, podremos incluso colocar allà dentro el producto lÃquido o disuelto y utilizar la manguera de mejor manera, evitando malgastar agua. Y, como siempre: mojamos, aplicamos el producto, frotamos con paños o cepillos suaves (y la manguera cerrada) y luego enjuagamos, siempre haciéndolo por sectores para que el calor del sol no seque el producto y deje manchas o rayas.
Para enjuagar el jabón podemos disolver detergente de platos (una cucharadita, nada más) en un balde de agua. Con este lÃquido, frotamos el auto con la ayuda de una esponja, y obtendremos un acabado más brillante… además, claro, con la practicidad de poder dejarlo secar al aire.
La limpieza de las alfombras tiene sus trucos. Generalmente sólo aspiramos para eliminar la suciedad suelta, aunque esto no les devuelve la vida. Podemos, en cambio, frotarlas con un paño húmedo, luego de aspirar para renovarlas. Si tuvieran manchas muy profundas, rociamos un producto de prelavado de ropa, dejamos actuar, enjuagamos y luego aspiramos nuevamente cuando se haya secado.
Para limpiar las ruedas, nada mejor que los productos especiales que se aplican con un cepillo. Enjuagamos y listo. Pero si no tuviéramos este producto a mano, podemos mojarlas, retirar la suciedad con un cepillito, enjuagar, y luego frotarlas con agua en la que hayamos disuelto un poco de azúcar. Esto le dará a las ruedas un brillo único.
Las llantas metálicas, por su parte, podremos limpiarlas frotando con pasta dental, y luego, quitamos el excedente con un trapo limpio para obtener un brillo de pulido.
Para las ventanas, los espejos y el parabrisas podemos utilizar gaseosas de cola, que quitan la grasa y no dejan residuos. Luego de limpiar con un paño húmedo, aplicamos la gaseosa con una esponja o trapo. Hay quienes utilizan una papa cruda fresca para frotar el parabrisas, la cuál sirve para que el agua de la lluvia resbale con mayor facilidad.
Para las manchas en los tapizados de cuero, utilizaremos crema limpiadora para el rostro, con la que, además de obtener un excelente resultado, nutriremos el cuero.
Para prevenir que las manchas penetren en el cuero, es aconsejable emplear algún tratamiento antimanchas con algún producto comercial, o aplicarle regularmente una fina capa de cera incolora para impermeabilizarlo, y asà será más fácil eliminar las manchas en el tapizado de cuero.
Para quitar manchas de barro sobre el cuero lo mejor es dejar que se seque y después cepillarlo enérgicamente hasta que desaparezca. Con una aspiradora, recogeremos los residuos de barro que hayan quedado tras el cepillado.
El toque final para que nuestro auto luzca como recién retirado de la fábrica, es el lustrado.
En primer lugar, hay que embeber un trapo de algodón limpio y seco, con un poco de kerosene. Esto hará que salgan partÃculas de polvo que hayan quedado, además de darle una buena base a la cera. También, permite que se le quiten manchas que con el lavado no salieron por completo, tales como manchas de savia, de insectos o de pájaros.
Luego, debemos ir colocando con otro trapo la cera, con movimientos circulares, hasta completar la superficie del auto. Cuando hayamos terminado, tomamos otro trapo limpio, y comenzamos a lustrar en el lugar donde empezamos a poner cera. Veremos que el brillo se empieza a notar, además de que la superficie quedará completamente lisa y suave.
En el mercado se venden manoplas para lustrar, es una buena opción que puede facilitar la tarea.
Si bien este es un trabajo que puede cansar los brazos, lograremos un buen resultado, además de prolongar el lavado del auto. Este servicio los lavaderos también lo ofrecen, pero tiene un costo aparte y muchas veces no es justificado, ya que podemos hacerlo nosotros mismos.
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