El lado oscuro y tóxico de algunos alimentos
Las papas, los pimientos y la nuez moscada son ingredientes comunes en la cocina, pero seguro nunca te imaginaste que pueden tener un efecto tóxico que entra en juego al consumirlos en demasía.
Has oído hablar infinidad de veces de la importancia de la alimentación equilibrada, has visto la pirámide alimenticia hasta el hartazgo, sabes que una alimentación desequilibrada atenta contra tu salud y piensas automáticamente en “grasas”, “exceso de azúcar refinada”, “carencia de vitaminas”… pero, ¿sabías que muchos alimentos consumidos en exceso o mal preparados también pueden arruinar tu salud?
Seguramente no puedes concebir un puré de patatas o una salsa bechamel sin condimentar con nuez moscada. ¡Qué perfume delicioso!…sin embargo, consumida en exceso, este delicioso fruto que crece en los trópicos y que también es utilizado en numerosas preparaciones medicinales, tiene efectos alucinatorios (psicotrópicos).
Los pimientos picantes… todos adoramos ese picante tan particular, ese efecto de calor. Sin embargo, esos efectos son provocados por un componente de los pimientos picantes llamado “capsaicina”, que consumido en demasía, puede provocar dolor de estómago, urticaria y alergias, y en casos extremos puede conducir al colapso por sobresaturación. De modo que, de vez en cuando y en poca cantidad, no tiene efectos adversos, pero consumir pimientos picantes de modo exagerado puede generar un estado tóxico.
¿Hay algo más inocente que una patata o papa? Sin embargo, la patata posee una sustancia llamada “solanina” que es muy tóxica en dosis altas, ya que puede provocar trastornos digestivos y neurológicos. Para evitar estos trastornos, debes obviar a todo precio consumir papas germinadas o las que han estado expuestas a la luz durante mucho tiempo (reconoces las patatas que han estado expuestas a la luz -natural o artificial- porque toman un color verdoso). La solanina es una sustancia hidrosoluble, por lo tanto, una parte se elimina en el agua de cocción y otra después de pelarlas y lavarlas muy bien.
Muchas personas perecen cada año víctimas de los hongos. Muchas comunidades tienen la costumbre de recoger hongos silvestres que crecen en los bosques gracias a la sombra y la humedad, algunos son deliciosos y realmente se pueden preparar platos extraordinarios, pero entre un hongo saludable para nuestra dieta y un hongo tóxico hay muy poca diferencia, y hasta las personas que lo han hecho durante toda su vida muchas veces se confunden y terminan intoxicados, si no muertos por hongos venenosos. Lo mejor es que los compres en un lugar confiable y no correr ningún riesgo, siempre asegurándote de utilizar aquellos que reconoces como aptos para su consumo.
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