Como administrar el dinero en la pareja
La administración de los ingresos de la pareja es un tema muy delicado y en general una inevitable fuente de conflictos.
Aquí algunas sugerencias para que la economía lleve al amor y no a la guerra.
Uno de los temas más difíciles de manejar en el matrimonio es el del dinero, pues alrededor de este casi siempre surgen mentiras, resentimientos y hasta humillaciones que pueden deteriorar la relación.
El detonador principal de los conflictos económicos es la falta de comunicación sincera y clara entre la pareja.
Claves para una buena economía
Los elementos que no pueden faltar para que el dinero no interfiera en la relación de pareja son:
Comunicación. El diálogo franco permite llegar a acuerdos.
Tolerancia. Es importante respetar las opiniones de cada uno en los asuntos relacionados con el dinero.
Igualdad. La economía familiar es responsabilidad de ambos miembros de la pareja por igual, aun cuando los ingresos no sean los mismos o uno de los dos no tenga un trabajo remunerado.
Flexibilidad. Es la posibilidad de adaptarse a las nuevas situaciones que se producen a lo largo de la vida en común.
Planificación. Dedicar regularmente un tiempo a poner las cuentas en orden es una tarea indispensable para evitar discusiones y sorpresas.
Independencia. Que cada miembro de la pareja disponga de un dinero propio no perjudica la relación, sino que la hace mas sana.
Ecuanimidad. El dinero es un medio par obtener otras cosas. Debe usarse en beneficio de la pareja.
Equilibrio. Es bueno ahorrar y administrarse con sentido común, pero también lo es darse algún gusto de vez en cuando.
Compartir, pero no todo
Además del amor y la sexualidad, la pareja debe tener en claro como van a distribuir los gastos.
Un buen ejemplo son parejas que, al margen de quién haga el mayor aporte, tienen una actitud mas equitativa para establecer la igualdad económica y evitar posibles conflictos, pero eso no significa que los dos deban compartir absolutamente todo. Colocar todo el dinero en una cuenta bancaria común puede resultar riesgoso en el caso, por ejemplo, de que uno tenga tendencia a gastar mas que el otro, o que no se consulten los gastos.
Para mantener cierto equilibrio, los integrantes de la pareja deben tener cierto espacio “secreto”. La falta de esta independencia, aunque simbólica, crea fricciones.
Es bueno entonces que exista una cuenta conjunta donde ingresar todo el dinero para los gastos de la casa, incluido el que concierne a los hijos. Pero, además, es importante que cada uno mantenga su cuenta personal.
Esto no significa que no la utilice para hacer frente a pagos comunes cuando haga falta, pero sí que los dos dispongan de un dinero privado que pueden administrar y controlar sin dar explicaciones. Eso les permite sentirse mas libres.
Encontrar un equilibro en el tema del dinero siempre es difícil. Por eso, es fundamental que exista la comunicación y que ambos se permitan renegociar siempre que haga falta. Es la única manera de evitar malentendidos.
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