Esa manía de chuparse el dedo
Es común que los niños presenten dificultades para abandonar el mal habito de chuparse el dedo o dejar el chupete. En esta nota veremos a qué se debe y como deben actuar los padres ante esta situación.
Por María Belén Picco – Odontóloga
Todos los niños suelen chuparse el o los dedos o presentar una fuerte resistencia al abandono del chupete. Esta claro que este hábito afecta a muchos padres que se enfrentan cotidianamente ante la situación de no saber como erradicar este comportamiento en sus hijos.
La problemática de los hábitos orales no solo representa una preocupación para padres, sino también es motivo de visita cotidiana en los consultorios de quienes realizan odontopediatría.
Es de gran importancia entender el trasfondo que genera el problema, respetando ante todo al niño, quien expresa con su “mal” hábito, algún tipo de conflicto.
Los hábitos orales disfuncionales de los que hablaremos hoy, son:
- Succión digital
- Succión del chupete (se considera patológico
después de los 3 años)
Estos hábitos si no son tratados a tiempo, pueden generar alteraciones en el normal crecimiento y desarrollo de la región facial (paladar, huesos maxilares, lengua, labios, fosas nasales), modificando funciones normales como lo son la alimentación, la respiración nasal, la deglución, la acción y cierre normal de los labios, y la ubicación de los dientes en el recambio de los de leche por sus sucesores permanentes.
Estos malos hábitos actúan mediante la triple acción de intensidad, tiempo y frecuencia, es decir, de que forma lo hace, cuantas veces al día y durante cuanto tiempo.
Antes de determinar las consecuencias y el tratamiento, debemos preguntarnos cual es la causa de la permanencia del hábito (si el niño ya tiene más de cuatro años).
Según explican los expertos, el niño toma estos hábitos instintivamente como un mecanismo de supervivencia desde recién nacidos. El reflejo de la succión es el que le permite al niño alimentarse del seno materno, o en su defecto, de la mamadera. A través de estos hábitos es que el niño logra la sensación de alimentación, bienestar y seguridad.
“Es de gran importancia entender el trasfondo que genera el problema,
respetando ante todo al niño, quien expresa con su ‘mal’ hábito, algún tipo de conflicto.”
Cuando el pequeño es más grande y ya aprende a alimentarse, no necesita de este reflejo, pero esto no significa que lo pierda. Aparece en su lugar una función motora voluntaria que dura por el resto de la vida.
Investigadores como Freud, sostienen que el ser humano tiene una tendencia succionadora biológica. La razón de su teoría parte luego del análisis de ecografías, en las cuales puede observarse a bebés succionándose el dedo en periodo de gestación.
Otra teoría, denominada del aprendizaje, indica que la succión no nutritiva es una respuesta adaptativa. Por ejemplo, un niño asocia con el chupeteo, ya sea del dedo o chupete, sentimientos placenteros como saciedad, bienestar luego del hambre, diversión para momentos de aburrimiento, calma contra la presión o cansancio, tranquilidad, e inducción al sueño. De esta manera, el niño se acostumbra a succionar (un dedo, generalmente el pulgar, varios dedos, chupetes, objetos, etc.) con el fin de saciar estas necesidades.
Si estos malos hábitos se mantienen más allá de los 4 años, época de maduración del niño, es probable que exista algún trastorno psicológico al no ser capaz de hacer frente al stress cotidiano.
Corregir estos malos hábitos requiere de paciencia y atención. La interrupción abrupta de estas malas costumbres podría ser dañino para el desarrollo emocional del niño.
Lo importante es que aquí no interesa sólo el dedo, un diente, un grupo de dientes, sino la integridad del niño, es necesario respetarlo y tratar de comprenderlo, cada uno es singular y único, con su personalidad y sentimientos.
Para obtener resultados favorables en el tratamiento, el odontopediatra debe trabajar con un equipo multidisciplinario, integrado por ortodoncistas, pediatras, fonoaudiólogos, otorrinolaringólogos, psicólogos, entre otros. A su vez, este equipo debe llevar a cabo una labor educativa con los padres y el niño, al que se le permitirá participar en las decisiones que se tomen para su tratamiento, en definitiva, es él quien decide si quiere cambiar.
Como odontólogos tenemos la obligación de diagnosticar y tratar precozmente estos hábitos, respetando en todo momento la integridad física
y psíquica del niño, y la respuesta del grupo familiar. Los defectos pueden ser reversibles y de pocas consecuencias si se tratan antes de los cuatro años de edad, por lo que resulta importante consultar con un profesional cuanto antes para que la corrección de estos hábitos sea más efectiva y menos perturbadora para el niño.
Consejos para tener en cuenta:
Los padres deben “cargarse” de paciencia para ayudar
a que el niño abandone estos habitos. Una de las “técnicas” que se puede aplicar para lograr que deje de chuparse el dedo es darle algún alimento
para que mastique y de esta manera retire su dedo de la boca, evitando sustancias amargas, ya que el pequeño puede percibir la medida como un castigo.
También se puede prometer premios, por ejemplo, poniendo como desafío que cada día que pase mantenga su dedo fuera de la boca por más tiempo.
Es válido también colocar una cintita en el dedo que le recuerde cuando lo coloque que no debe hacerlo.
Los ortodoncistas suelen recurrir a aparatos “rompe hábitos” que consisten en unas parrillas intrabucales, el aparato va puesto en la boca e impide la entrada del dedo. Dichos aparatos se adecuan a la edad del niño, y deben estar supervisados por el ortodoncista que lo indicó y /o confeccionó.
Con respecto al chupete, es imposible pretender que el niño lo deje de un día para el otro, esta tarea puede llevar semanas, incluyendo noches en vela. Se puede hacer lo siguiente:
- Intentar que use el chupete solo para dormir.
- Festejar cada logro del niño por dejar el chupete.
- Explicarle a manera de cuento que ya es grande para usarlo.
- Asegurarse de hacer desaparecer todos los chupetes de la casa, pidiendo colaboración a niñeras, abuelos y maestras del jardín.
En esta difícil etapa, los padres deben ”armarse” de paciencia y acompañar comprensivamente a su hijo.
El hábito de chuparse el dedo trae las mismas consecuencias que el chupete, sólo que es más difícil de erradicar porque el dedo “no se pierde”.
Es muy importante mantener una comunicación fluida con el niño, respetando su edad y entendimiento, y explicando el daño que hace la permanencia por mucho tiempo del dedo o del chupete en su boca.
Esto suele llevar tiempo, pero los padres se deben mantener firmes, para que el cambio de éstos hábitos sea lo mas llevadero posible.
No deje de consultar con su odontopediatra, ellos serán siempre los que sabrán aconsejar y asesorar a los padres, en lo que refiera a salud bucal.
Recuerde que los controles en los niños se realizan a partir del año y medio de edad.
Od. María Belén Picco
MP 6611
belen_picco@hotmail.com
mi hijo tiene la mania de chuparse el dedo a la noche y tiene 8 años
Quiero agradecer por el tema acabo de mudarme a otro pais y para mi es de gran ayuda recurrir al internet y encontrar temas como este ya me sirve como guia para poder aplicarlo con mi niña de 2 años solo tengo una pregunta que hay con respecto a las mamaderas, es decir,provocan tanto también daños ya que mi hija solo toma leche en su mamadera de lo contrario no quiere. gracias
Me ha sido de gran ayuda leerles porque me ha servido para saber que no lo estoy haciendo tan mal. Tengo una nena que va a cumplir los 2 años y primero comencé explicándole poco a poco que debía dejarlo porque se le pondrían malitos los dientes y solo se lo daba para dormir y desde hace ya unos días ella misma jugando lo lanzó por el balcón y ya aproveché para quitárselo, los 3 primeros días lo asimiló muy bien pues ella misma reconocía que lo había tirado, pero ya apartir de ahí le está costando un poquito más porque llora mucho durante el día (por suerte por la noche consigue dormirse muy bien) para dormir la siesta y la verdad que me desconsuela verla que lo está pasando mal, pero por otra parte soy fuerte y ya no hay marcha atrás y más sabiendo que es por su bien, así que intento distraerla como puedo, estar con ella, levantarle el ánimo diciéndole lo bien que lo está haciendo y deseando que pasen pronto estos días para comenzar con la retirada del pañal.
mi hijo tiene 12 y chupa el dedo que ago?
Ola tengo 13 años recien cumplidos y me chupaba el dedo se me a kitao esa mania graxias a k mi madre me ponia un espadatrapo en EL DEDO para k no me lo xupara,pero aora el dentista kiere k me ponga una rejilla lengual para estar mas seguro de k no me lo xupe, kiero saber k si ese aparato se nota muxo tengo miedo mis dientes estan empeorando y hoy empiezo la ortodoncia! aparte de eso tambien kiero saber k cuanto dura la rejilla lengual y tambien kieor saber si notaran mis amigos k llevo ese aparato
por favor necesito saber algo AA Y ADEMAS ME FALTAN 2 DIENTES K ESTAN AL LADO DE LAS PALETAS K DICE EL DENTISTA K TARDE O TEMPRANO ME PONDRAN LOS IMPLANTADOS
MI HIJA DESDE 0 MESES SE CHUPA EL DEDO Y HAORA TIENE 8 AÑOS COMO HAGO
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