Como ayudar a la perra en el cuidado de los recién nacidos
Los primeros tres meses de vida son de especial importancia para la vida del cachorro. Descubre cuál es el comportamiento normal de su organismo, cuáles son las anomalÃas que pueden presentarse y cual debe ser el comportamiento normal de la madre para saber como actuar para ayudarla
Los cachorros nacen con los ojos y los oÃdos cerrados. No caminan, sino más bien, reptan. Las patas de atrás prácticamente no las mueven, sólo se movilizan en busca de calor con las patitas de adelante. Tanto el sistema nervioso como el muscular no están totalmente desarrollados, y recién terminarán de formarse con el transcurso de los dÃas.
Apenas nace el cachorro normalmente comienza a reptar en forma de cÃrculos buscando una fuente de calor. Hay que tener en cuenta que la zona mamaria de la madre al estar en lactación, tiene mayor temperatura que el resto del cuerpo y hacia ese lugar el cachorro se moviliza.
Abren sus ojos entre los diez y los quince dÃas de vida, aunque a veces demoran un poco más. Pero, el hecho de que se le despeguen los párpados no significa que vean con claridad. A partir de los veinticinco dÃas comienzan a definir imágenes.
Pueden percibir sonidos fuertes aproximadamente a los veinte dÃas, hasta ese perÃodo no tienen noción, a través del sonido, de lo que ocurre a su alrededor.
Los primeros dÃas solo se alimentan de la leche materna, con ella reciben anticuerpos para defenderse de las enfermedades virósicas. Una perra con sus vacunas al dÃa pasará a sus cachorros más anticuerpos que otra que las tenga vencidas.
Si la madre no les da calor o atención, los cachorros emiten señales sonoras, que se las conocen como “quejidos de desamparo”
Cuando la madre no tiene suficiente leche o las lechigadas son muy numerosas, se puede dar a los cachorros, a partir del dÃa doce o trece, al margen de que sigan mamando, alimentos tipo papilla. En los casos normales se comienza ofreciendo un buen balanceado aproximadamente a los veinte dÃas, que es cuando la cantidad de leche de la perra comienza a disminuir y los cachorros requieren más alimentos.
Durante la lactancia, como es un perÃodo de gran desgaste, la perra debe recibir alimento balanceado de muy buena calidad (muchas veces, se les dá alimentos para cachorros, porque son más ricos en proteÃnas), y en TODA la cantidad que la perra quiera. A diferencia del momento de la preñez, que es preciso cuidar que no se sobrealimente para evitar que llegue al parto con peso excesivo.
Cuando la perra lame a los recién nacidos lo hace con bastante energÃa, incluso, los revuelca por el piso. Esto sirve para movilizar al cachorro y ejercitar su sistema muscular. Además, las lamidas que realiza sobre la pancita y alrededor de los esfÃnteres de sus hijos son para estimular la micción y la defecación.
Esto se realiza en las primeras tres semanas aunque algunos cachorritos comienzan a movilizar su aparato digestivo y urinario un poco antes. De todos modos, las buenas madres continúan limpiando a los cachorros por más tiempo.
Si la perra no realiza esta tarea o deja de hacerlo antes de tiempo, el dueño con un algodón humedecido en agua tibia y exprimido debe masajear la zona genital y perineal de los cachorros para ayudarlos a hacer sus necesidades. Este trabajo debe hacerlo cada dos o tres horas luego que los cachorros terminan de mamar y hasta que los perritos no necesiten ayuda para cumplir con sus funciones orgánicas.
Con estas sencillas explicaciones podrás ayudar a tu mascota a criar a sus pequeños hijos, que pronto pasarán a formar parte de tu familia.
Fuente: Comohacerpara.com
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