El vinagre no suele faltar en las ensaladas para condimentarlas y darles un toque distintivo. Pero el típico sabor de este producto puede verse modificado de manera natural, con algunas de las recetas que veremos en este artículo.

El vinagre saborizado es un elemento con el cual podremos condimentar nuestras ensaladas, tiernizar carnes, o agregar a salsas y comidas para darle un toque distintivo y especial, de manera sencilla y práctica. También se trata de algo muy económico, ya que podemos hacerlo a nuestro gusto, en la cantidad y en las variedades que nos resulten de preferencia. Además, puede ser un nuevo emprendimiento para vender, regalar o simplemente para uso personal.

Dependiendo del tipo de vinagre, será el saborizado que haremos. El vinagre de alcohol logra aromas más pronunciados, es cierto, pero podemos darle un toque extra a cualquier variedad, si sabemos elegir y combinar los ingredientes de manera adecuada.

Para saborizar el vinagre, lo más adecuado será utilizar botellitas de tapa hermética, ya sea con corchos o con tapas a rosca. Podemos esterilizar el corcho si lo hervimos durante dos minutos. Así, podremos lograr una preparación mucho más segura, concentrada y aromática, además de muy práctica para elaborar y usar.

Si se trata de una botella nueva (o vieja, bien lavada), debemos asegurarnos de higienizarla bien para eliminar cualquier aroma. Luego, incorporamos en el recipiente los saborizantes y aromatizantes, y rellenamos con vinagre del tipo escogido. Recuerda que puedes comprar, por ejemplo, un litro de vinagre y dividirlo en botellas de 250 cc, para hacer más combinaciones.

Los ingredientes que podemos utilizar son sumamente variados, y dependerán del gusto de cada quien. Podemos elegir hierbas, flores comestibles o aromáticas apropiadas, especias o más. Los sabores más elegidos para esta labor incluyen el orégano, el romero, el tomillo, el laurel, o también ajíes (seco o enteros), cebollas, ajos, y hasta flores de lavanda. También podemos usar algunas frutas, como lima, limón, pomelo o hasta ananá. Las bayas y otras frutas no ácidas son una gran elección: guindas, frambuesas, frutillas, cerezas, ciruelas o moras son sumamente apreciadas para saborizar vinagres.

Para integrar bien los ingredientes, sabores y aromas, es apropiado remover o mover el contenedor una vez al día, durante una o dos semanas, antes de consumir. Mantener bien cerrado durante este período, para asegurar una saborización adecuada. Luego, guardar en lugar fresco.

A continuación, te damos de manera detallada algunas recetas para saborizar vinagres:

Vinagre saborizado con frambuesa:

450 gr de frambuesas
Vinagre de vino blanco
50 gr de azúcar

En un recipiente no metálico, mezclar las frambuesas con un poco del vinagre. Aplastar la fruta con una cuchara de madera y agregar más vinagre, hasta completar 500 cc. Verter en una botella y agitar bien. Dejar sazonar unas dos semanas, para luego filtrar. Añadir el azúcar y cocinar a fuego bajo durante 10 minutos. Dejar enfriar, verter en botella y agregar unas frambuesas frescas.

Vinagre saborizado con hierbas:

4 ramitas de perejil
4 ramitas de romero
4 ramitas de tomillo
12 granos de pimienta negra
4 ramitas de apio
5 echalotes
1 litro de vinagre de vino blanco

Estrujar las ramitas frescas de perejil, romero y tomillo. Aplastar con un mortero la pimienta negra, hasta romper totalmente. Picar el apio y los echalotes. Colocar todos estos ingredientes en un frasco esterilizado, y verter 1 litro de vinagre de vino blanco. Cerrar y agitar bien. Guardar en lugar fresco durante 2 o 3 semanas, y agitar de tanto en tanto. Filtrar el vinagre y envasar.

Vinagre saborizado con naranja

4 naranjas
1 litro de vinagre de vino blanco

Pelar las naranjas, evitando retirar el hollejo. Cortarlas por la mitad y exprimirlas. Poner la cáscara y el jugo en un frasco esterilizado, y verter el vinagre.
Cerrar, agitar bien y guardar en lugar fresco y oscuro durante 4 semanas, agitando el frasco de tanto en tanto. Filtrar en botellas y agregar 1 o 2 tiras de cáscara de naranja fresca.

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