La demencia es un trastorno que genera pérdida de memoria y dificultades para aprender y comunicarse. Las causas son múltiples y no sólo el paciente es quien la sufre, sino principalmente su entorno.

La definición de demencia es la siguiente:

“Síndrome de deterioro psíquico global adquirido, espontáneamente irreversible, de causa multietiológica, de curso estacionario o progresivo, que centrado en una disminución de la capacidad inteligente, alcanza a desintegrar los pragmatismos social, laboral y familiar”

Toda una definición un tanto dificil de interpretar, por lo que la analizaremos por partes :

- Es un síndrome: porque es un conjunto de síntomas y signos que orientan a una afección en particular.

- Es deterioro: y no déficit, ya que déficit puede ser desde que nacemos.

- Es psíquico global: ya que son varias las capacidades psíquicas afectadas.

- Es adquirido: porque no se nace con este problema.

- Espontáneamente irreversible: pues librada a su evolución, la demencia no mejora. Es un cuadro persistente. Este es un elemento clave para diferenciarla del cuadro confusional. Si no se actua sobre la causa, se produce un deterioro progresivo e irreversible.

- Curso estacionario progresivo: porque las enfermedades que genera la demencia o no se agravan más, o se agravan progresivamente, teniendo en cuenta que progresar es empeorar y regresar es mejorar.

- Centrado en una disminución de la capacidad inteligente: hace referencia a la capacidad de poder resolver problemas y desafíos del diario vivir. Las enfermedades que llevan a la demencia no empiezan regularmente por trastornos de memoria, pueden empezar por otros ítems. Se debe desmitificar un poco que la palabra demencia es igual a trastorno de memoria.

Las causas de la demencia son diversas. La más frecuente, es la enfermedad de Alzheimer. Más de la mitad de los casos de demencia son debido a esta enfermedad. La que le sigue en frecuencia, es la enfermedad cerebro-vascular, mayormente en forma de infartos múltiples. Corresponde al 17% de nuevos casos.

La tercera causa es la combinación de las dos anteriores, formando lo que se llama una encefalopatía mixta degenerativo vascular. Es un 14, 15% de todos los casos.

Por último, dentro de las causas más frecuentes, es la enfermedad de Parkinson.

Luego le siguen otras causas, tales como traumatismo cráneo encefálico, alcoholismo, tumores, hidrocefalia normotensiva a presión normal, déficits de vitamina B12, diabetes melictus y problemas de alimentación vitamínicocarenciales.

¿ Cómo se diagnostica la demencia?

El diagnóstico de la demencia es clínico-neuropsicológico. Esto significa que una demencia no puede ser diagnosticada mediante un electrocardiograma ni una resonancia magnética del encéfalo.
La demencia está considerada un binomio paciente-familia, paciente-cuidador contratado, que son quienes continentan y soportan al paciente.

El médico hace una historia funcional, interroga a la familia, lo que puede ser antes o después del proceso, y le va a preguntar sobre todos los síntomas. La familia historifica la enfermedad, y el paciente solamente muestra quien es ahora. A la familia se le hacen preguntas sobre memoria, lenguaje, y al paciente las mismas.

De todo eso se hace la historia funcional, para comparar dos cosas: la familia dice quién era, y el paciente dice quién es, y este desfasaje es el deterioro.

Los síntomas que pueden darnos la idea de la aparición de demencia, son en primer lugar los trastornos de la memoria. La persona va olvidando cada vez más, y luego se van sumando otros síntomas como dificultades para decir palabras, desorientación en la calle, dificultades para vestirse. En estados más avanzados, no puede reconocer rostros familiares y no puede resolver ningún desafío que le presente la vida cotidiana.

En la etapa final, sufre alteraciones del juicio y de la conducta, creando o fomentando situaciones sociales inadecuadas o violentas.

El tratamiento no está dirigido solamente al paciente, sino que también a la familia y a la vivienda. En cuanto a la familia, se tratará de ver si es una familia que pueda contener al paciente, o si por el contrario, lo niega o se muestra reacia a aceptarlo.

En cuanto a la vivienda, deberá estar amoldada como si se tratara de un niño que recién aprende a caminar. Tener cuidado con las escaleras, balcones, alfombras, puertas, cuchillos, etc.
También es importante que la familia se informe acerca de la enfermedad en la comunidad, para poder acercarse a asociaciones u otros organismos que tengan que ver con la demencia. Vincularse y tender redes entorno a la enfermedad, dará cierto alivio, al poder compartir las vivencias, así como dejar de sentir que se está solo en esta situación tan difícil.

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