Cítricos: mucho más que un fruto
Los cítricos como el pomelo, limón, naranjas y mandarinas, son muy comunes en nuestra cocina, y no siempre sabemos cómo aprovecharlos más allá de las comidas. Para aprender a “sacarles el jugo”, no te pierdas esta nota.
Los cítricos son esas frutas ácidas, deliciosas, que nos aportan múltiples beneficios a la salud y al bienestar. Podemos aprovecharlos para complementar nuestra alimentación regular en múltiples formas, ya sea consumiéndolos como fruta fresca, en la preparación de mermeladas, y hasta condimentando ensaladas y otros alimentos.
Las frutas cítricas más consumidas son las naranjas, mandarinas, pomelos, y el rey de las frutas cítricas: el limón. No sólo son útiles en tratamientos de belleza y como blanqueadores (por ejemplo, el jugo exprimido de limón en la ropa junto a otros elementos suele quitar manchas, y en la piel funciona como purificador), sino que son una riquísima fuente de vitaminas, minerales, fibras, y aportan mucha agua durante su consumo.
Para aprovecharlas al máximo, las frutas deben ser exprimidas y consumidas inmediatamente. Ello se debe a que las propiedades del jugo cítrico van menguando al ser expuestas al oxígeno (al aire), a la luz, y a altas temperaturas.
También debemos consumirlas en combinación con otras frutas, al menos cinco diferentes por día. Una técnica para una buena distribución es “combinar” las porciones de fruta según su color, procurando la mayor diversidad posible. Podemos combinarlas con kiwis, frutillas frescas, melón, sandía, ananá u otras, y a nivel digestivo los cítricos van muy bien con las coles (como el brócoli, el coliflor o el repollo) y con los vegetales de hoja (como la lechuga, la acelga, la espinaca u otros.
No debemos olvidar consumir cítricos, pues ello colabora en la producción de colágeno, son vitales para el buen desarrollo y mantenimiento de huesos, articulaciones, y del organismo en general, y dan un refuerzo extra a nuestro sistema inmunológico o sistema defensivo del cuerpo.
Hay un mito urbano que indica que consumir cítricos en ayunas ayuda a quemar calorías. Si bien esto no es cierto, tampoco daña: sin niveles elevados de acidez estomacal, las frutas cítricas ayudan a un buen tránsito intestinal y a la reducción de colesterol, lo que es sumamente beneficioso para nuestra figura y para nuestra salud.
Como dato curioso, un estudio a determinado que una mandarina tiene en promedio 11 gajos (el 68% de las mandarinas tiene 10, 11 o 12 gajos).
El limón:
El limón es una verdadera estrella en muchos frentes. No sólo resulta un condimento irresistible para algunos platos, sino que además es vistoso, llamativo y alegre. Se le adjudica la propiedad de traer buena suerte al hogar que tenga a la vista 7 limones, y además de todo es un potente higienizador para diversas superficies.
Por ejemplo, el jugo exprimido junto con agua caliente resulta un poderoso desengrasante, y con jugo fresco podremos limpiar griferias, quitar sarro, manchas de óxido y desinfectar muchas superficies.
Su jugo también es muy beneficioso para la piel. Con solo frotarnos con el zumo de un limón podremos quitar granitos y manchas en la piel, la nicotina en los dedos y desodorizarnos las manos luego de manipular cebolla, lavandina u otros elementos.
El jugo del limón, su pulpa y su cáscara son una gran fuente de vitamina y fibras. No sólo su ingesta puede mejorar nuestro aspecto físico, sino también su utilización en las distintas rutinas de belleza, mejorando el aspecto de nuestro pelo, uñas, cuerpo y piel.
Tips:
- Se conservan en la heladera en perfecto estado durante 15 días, pero si los colocamos en el refrigerador dentro de una bolsa, pueden durar hasta 5 semanas. También si los colocamos dentro de un recipiente con agua durarán más, siempre y cuando cambiemos periódicamente el líquido.
- Para extraerle la mayor cantidad de jugo posible, podemos sumergir el limón en agua caliente durante unos 5 minutos antes de exprimirlo.
- Si es necesario colarlo, es mejor utilizar un colador de plástico, ya que el metal puede cambiar su sabor y volverse amargo.
- Si necesitas sólo unas pocas gotas de limón, no lo cortes. Mejor pínchalo con un escarbadientes o mondadientes y exprime suavemente, hasta extraer las gotas necesarias por el orificio. En caso de cortarlo, se conservarán mejor colocándole un poco de sal, y luego corta una suave rodaja (la parte salada) antes de utilizar.
Naranja
Tanto en su variedad dulce como la amarga cuentan con diversos usos medicinales y curativos. La naranja incluye diferentes sustancias que contribuyen a mejorar el buen estado del organismo. Entre ellas destacan el calcio, fósforo, hierro, magnesio, potasa, sosa y las vitaminas.
El jugo de naranja en el desayuno es muy importante. No solo nos permite regular el tránsito intestinal, sino que aporta una buena cantidad de la dosis diaria de vitamina C que necesita nuestro organismo, el cual es muy útil para prevenir las infecciones.
Las naranjas, según su sabor, nos aporta diferentes beneficios. Las naranjas dulces y las mandarinas poseen propiedades expectorantes. Se puede preparar un cocimiento corto de la cáscara con agua y utilizarla como digestivo, muy efectivo cuando hay hinchazón del estómago. Por su parte, las naranjas amargas son ideales para la indigestión, el estreñimiento, las molestias menstruales y la tos. Se prepara una decocción con la pulpa y la cáscara endulzada:
Ingredientes:
350 grs. de cáscara de naranjas
1 litro de alcohol de 96º
350 grs. de agua
Colocar todos los ingredientes dentro de un frasco y dejar macerar durante 8 días en lugar fresco y oscuro.
Este preparado se usa principalmente en suplementos dietarios como ayuda para controlar la obesidad y como supresor del apetito, y para otros usos medicinales en los cuales se utilizan o son beneficiosas las propiedades de las naranjas.
Nunca se debe utilizar la misma sin control de un profesional, si bien es un elemento natural, en este caso se encuentra concentrado y puede provocar reacciones alérgicas.
Pomelo
Los pomelos son los cítricos más grandes (al menos dentro del grupo de los más comunes), y los de sabor más ácido, un tanto amargo y áspero. Hay más de 1.600 especies de pomelos, distinguiéndose principalmente por el color de su pulpa: rosa o rojizo y amarillo.
Entre sus beneficios, además de aportar gran cantidad de vitamina C, se encuentran sus propiedades nutritivas que previenen el cáncer, evitan problemas de circulación, y el ya conocido poder de los cítricos para alejar los resfríos y gripes.
Al igual que el limón, el pomelo contiene altos indices de vitaminta B y E, además de ser ricos en potasio, magnesio, calcio y fósforo.
A la hora de adquirir los pomelos en el supermercado, debemos escoger aquellos que sean mas pesados y firmes, ya que serán los que contengan mayor cantidad de jugo.
La dieta del pomelo es muy famosa ya que sirve para bajar de peso y reducir la celulitis. Se trata de una dieta de semiayuno, por lo que no aporta todos los nutrientes necesario. Por esta razón, no debe prolongarse más de una semana. Hay que recordar que, como toda dieta, no es milagrosa, y debe complementarse con ejercicio fisico y bebiendo por lo menos dos litros de agua diarios.
Dieta del pomelo:
- Desayuno:
Medio pomelo.
Café o té sin azúcar.
- Almuerzo:
Medio pomelo.
2 huevos duros.
Ensalada de pepino y tomate, aliñada con limón, vinagre y hierbas al gusto.
Una tostada de pan integral con café o té sin azúcar.
- Cena:
Medio pomelo.
Media cabeza de lechuga aderezada con vinagre o limón, y hierbas aromáticas a gusto.
200 gr. de pollo a la plancha.
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