3 ejercicios para relajar la mente
La mente es la receptora de todo lo bueno y lo malo que va ocurriendo en nuestra vida. ¿Cómo no darle un momento de relajación para liberarla de los problemas y recargar energías para continuar? En esta nota veremos algunos simples ejercicios de relajación mental.
Las rutinas de relajación nos permiten desenchufarnos del mundo y de los problemas cotidianos por algunos instantes, permitiéndonos además, recargar nuestras energías, revitalizar nuestra mente y nuestro estado anímico. Pero relajarnos no significa sólo relajar el cuerpo, también podemos aplicar pequeñas y simples técnicas de relajación mental, ya que a veces la mente es la que está sobrecargada de cosas.
Ya sea que estemos en la oficina o en casa, pondremos en práctica cualquiera de los ejercicios que aprenderemos hoy. Recuerda en cada caso apagar el celular, retirarte a un lugar tranquilo, silencioso y en soledad, y tratar de evitar cualquier tipo de interrupción.
Ejercicio de relajación mental 1:
Se trata de colocarnos en una posición cómoda, con los ojos cerrados y de preferencia con la cabeza levemente tumbada hacia atrás. Si podemos, pondremos música suave, si no, simplemente “cerraremos nuestros oídos” a los estímulos sonoros externos, cerrando puertas y ventanas, y apagando el teléfono.
A continuación, respiraremos lenta y tranquilamente, con inhalaciones profundas y exhalaciones pausadas. Repetiremos la respiración mientras vamos tranquilizando el cuerpo… lo notaremos pesado y en paz. Ahora, comienza la parte más entretenida e interesante del ejercicio.
Imaginaremos nuestro cerebro. Lo imaginaremos como un recinto con dos puertas. Estas puertas están abiertas y dejan entrar y salir a los pensamientos. La puerta de la izquierda es por donde los pensamientos entran a nuestra mente, para luego salir por la puerta de la derecha. Entonces, para relajar nuestra mente, debemos impedir que nuevos pensamientos entren… y para ello, simplemente imaginaremos que la puerta de la izquierda se cierra.
Ya cerrada la puerta de la izquierda, dejaremos la de la derecha abierta para que los pensamientos que aún están en nuestra mente encuentren su salida. Imagínalos saliendo, uno a uno, hasta dejar el recinto que representa a tu cerebro, libre de habitantes. Cuando veas que el último pensamiento abandona el recinto, cierra la puerta de la derecha, quedando a oscuras.
Quédate así unos instantes, imaginando el recinto ya vacío y sin luz. Disfruta de esta calma por el tiempo que quieras y puedas. Cuando te sientas listo, vuelve a encender la luz del recinto, abre primero la puerta de la derecha, y luego la de la izquierda. Iremos borrando esta imagen y, cuando estemos listos para ello, abriremos los ojos para regresar a la vida real, más descansado y con la mente en paz, reenergizada y lista para seguir trabajando.
Ejercicio de relajación mental 2:
Para poner en práctica este ejercicio, debes despojarte de alhajas, bisuterías, maquillaje, moños del pelo y de tu ropa de trabajo. Viste algo cómodo, y retirate a una habitación a oscuras o iluminada de manera tenue.
Luego, y de pie, haremos movimientos rotatorios con los pies, las manos y la cabeza, para comenzar a relajarlos, mientras respiramos profunda y lentamente. Cuando te sientas listo para ello, comenzaremos la terapia casera de relajación.
Nos tumbamos boca arriba con los ojos cerrados, e imaginamos un bello día en el campo, tendidos sobre el pasto. Al principio no vemos nada, pero comenzamos a imaginar un cielo totalmente despejado que nos cubre. Lentamente, incorporamos a la escena una brisa, e imaginamos el aroma del aire fresco cargado de hierbas y flores. Mientras, disfrutamos de esta brisa sobre el rostro, sentimos el sol bañándonos, ya sea el de un bello amanecer, el de una tarde cálida o en el momento que nos sea más placentero. Disfrutamos de este sol unos instantes.
Luego, comenzamos a imaginar el sonido del mar cerca nuestro, de un río o arroyo limpio que corre y nos deleita con sus sonidos naturales, tenues, que inundan nuestros sentidos. Permaneceremos allí unos instantes, disfrutando del día de campo, relajándonos y deleitándonos de la ausencia de problemas y preocupaciones en este lugar casi mágico que hemos creado para nosotros.
Terminaremos el ejercicio “apagando” uno a uno los elementos de este paisaje que hemos creado, minimizándolos de a poco. Cuando hayamos vuelto a un espacio en blanco, permaneceremos a oscuras unos instantes antes de abrir los ojos y levantarnos lentamente.
Ejercicio de relajación mental 3:
Para esta rutina, tomaremos una posición relajada, cómoda y confortable, ya sea acostados o sentados. En este segundo caso, lo haremos con el cuerpo relajado aunque erguido, las manos sobre el regazo y los pies apoyados en el piso, no colgando, ya sea abiertos o cruzados, según te sea más cómodo.
Comenzamos relajar la mente respirando lenta y profundamente, de manera regular y plácida, para que el aire renueve el cuerpo y lo ayude a relajarse.
Ahora vamos a imaginar que estamos en una sala de cine, espaciosa y confortable, o en un autocine o al aire libre, sentados en un cómodo y verde césped. En este momento, debemos especificar bien los detalles: de qué color y formato es la silla o la butaca, en qué coche nos encontramos, y todos los detalles que quieras para hacer vívida la imagen, mientras continuamos con una respiración profunda y regular.
Notaremos que un aire limpio y puro nos alcanza, y mientras lo respiramos, vamos limpiando el cuerpo y la mente. Observaremos la gran pantalla, y verás cómo allí comienza a aparecer todo lo malo que te está sucediendo. Si haz tenido una discusión, verás ese momento como si fuese un filme. Si tienes un miedo, también se verá allí representado. Observa todo en esta pantalla de cine.
Lentamente, verás que se van apagando. Las imágenes comienzan a hacerse borrosas, fuera de foco, y van menguando hasta desaparecer, dejando la pantalla limpia y libre de imágenes. Eres un espectador en esta película que acaba de finalizar. Sólo fue una película, y observa cómo ya terminó, dejándote listo para la siguiente proyección que te ofrezca la vida.
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muy bueno encerio funciona super………
muy bueno….a veces uno prefiere escuchar,que leer,pero esta lectura,esta muy bien enfocada,saludos.
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