Consejos a la hora del bronceado

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Los días se van haciendo más largos, ya guardamos los abrigos, y estamos deseosos de salir al sol y disfrutarlo a pleno. Las noches también están más cálidas, y ya empezamos a usar ropa más liviana y reveladora. Sin embargo, cuando salimos de la ducha y nos vestimos, nos vemos al espejo y descubrimos a un pequeño fantasma verdoso que se ha apoderado de nuestro cuerpo. Es hora de tomar cartas sobre el asunto, pensamos, y al día siguiente nos disponemos como iguanas al sol.

Pero ¡cuidado! Hay que tener precauciones a la hora de conseguir un bronceado estupendo, ya que una piel bronceada y un cuerpo poco saludable es lo último que quisiéramos lograr. Para cuidarnos, podemos valernos de los tantos productos que podemos encontrar en el mercado, que poseen protección solar. Ya sean bronceadores, protectores solares, cremas hidratantes, cremas nutritivas y maquillajes, todo sirve para protegernos.

Y si vas a tomar sol para conseguir ese bronceado envidiable, hazlo con cuidado y respeto por tu cuerpo: no te expongas al sol entre las 11 hs. y las 15 hs., y a todo momento procura aplicar protección solar sobre toda tu piel. Al aplicarte el producto, recuerda la espalda y los pies: estas zonas suelen quedar desatendidas, pudiendo así provocar problemas más adelante. También recuerda reaplicar el producto cada 30 – 45 minutos, para proteger tu piel en todo momento, en especial después de nadar o al transpirar.

Para maximizar el efecto del bronceado logrado, cuando te retires del sol, quédate descansando a la sombra por unos 30 minutos. Luego, es bueno darse una reparadora ducha con agua no tan caliente, pero tampoco fría. Hazlo sin raspar tu piel, suavemente, cuidándote. Al salir de la ducha, aplica un producto maximizador de bronceado. En el mercado puedes encontrarlos a muy buenos precios. Estos productos protegen tu piel, al mismo tiempo que extienden el bronceado.

Si tienes gran apuro por lograr un buen bronceado, o si ese evento especial se aproxima y no tienes tiempo de tomar sol, antes de ir a una nociva cama solar o de adquirir sesiones de bronceado en spray, te recomendamos aplicar crema autobronceante. Estas cremas activan tu piel, dándole un color precioso, y protegiéndola. Puedes incluso mezclarlo con tu crema hidratante y aplicarlo al salir de la ducha. Su uso es muy simple: dos a tres veces por día durante 3 días, y luego dos veces por semana, para mantener un divino y saludable tono bronceado.