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diciembre 23, 2009

Limpieza de metales preciosos y no tanto

Escrito en: Hogar

11_limpiametalesBronce.

Para limpiar los elementos de bronce (como picaportes, tiradores u otros) nos bastará con utilizar simplemente agua y jabón. Recordá que el bronce no se oxida, por lo que no debemos preocuparnos de la utilización de líquidos sobre este metal.
Hacemos una mezcla de agua jabonosa y, con la ayuda de un trapo, frotamos vigorosamente la superficie. Si el material está muy dañado o sucio, podemos repetir la operación o bien utilizar un poco de alcohol para mejorar la efectividad de la limpieza. Luego “enjuagamos” con agua tibia y un trapo limpio, lo secamos, y nuestros bronces habrán quedado como nuevos una vez más.

Hay algunos trucos de antaño que son efectivos para recuperar los objetos de bronce cuando los ha afectado algo más que mera suciedad. Podemos frotarlos con una mezcla de vinagre de alcohol y pimentón, para luego efectuar la técnica antes indicada, o limpiarlos simplemente y pulirlos con la ayuda de trapos suaves y buenos músculos. Si el objeto es de bronce dorado, no se debiera pulir, puesto que esto podría afectar la teminación o la capa externa del objeto. Para limpiarlo, podemos ayudarnos de un trapo embebido en vino tinto.

Oro.

La limpieza de los objetos de oro, tales como joyas u otros, es en verdad más sencilla de lo que podríamos pensar. Por tratarse de otro metal inoxidable, podemos utilizar agua y jabón, con agua tibia o incluso caliente, tal y como en el bronce. Un buen truco es hacer hervir agua jabonosa y colocar allí dentro los objetos a limpiar, dejando que las burbujas del hervor hagan todo el trabajo.

Estaño.

Los objetos de estaño son algo más delicados, por lo que su limpieza exige de mayor atención. Podemos frotarlos con un trapo suave, aunque el mejor truco es frotarlos delicadamente con una hoja de col cruda, si fuera necesario: embebida en café.

Plata y Alpaca.

Para la limpieza de los objetos de placa y de alpaca, nada mejor que la pasta dental. El dentífrico es un buen limpiador y abrillantador, y no violenta las superficies. Podemos aplicarlo con un trapo o con un cepillo de dientes suave y desgastado, para luego retirar el producto con un paño suave.

Cobre

Este metal se ensucia con el paso del tiempo, por lo que es bueno conocer diferentes métodos para lograr limpiarlo.

Podemos aplicar ketchup sobre un estropajo de aluminio y frotar sobre todo en las partes en las que la suciedad esté más incrustada. También espolvorear bicarbonato sódico o sal gruesa sobre medio limón y frotar el cítrico contra la pieza de cobre.
La pasta de dientes y un cepillo de cerdas duras también es otra opción. Se debe frotar bien sobre todo en las zonas más oscuras.

Una receta casera dice que se puede fabricar una pasta a base de vinagre blanco, sal y harina, y aplicarlo sobre las superficies manchadas restregando con un paño. Otra versión de esta receta consiste en pulverizar la pieza con vinagre caliente. Inmediatamente, espolvorear la superficie con sal de mesa y frotar suavemente con una esponja, realizando movimientos circulares para darle brillo.

Al terminar de limpiar el cobre con cualquiera de estos métodos hay que lavar, enjuagar y secar muy bien toda la superficie.


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