Un día de spa en casa

El día de spa es un verdadero placer. Sin embargo, el costo de tales circuitos de belleza, bienestar y salud, hace que lo releguemos, que lo dejemos de lado y que nos dediquemos sólo a soñar, imaginando poder darnos ese lujo en algún acontecimiento especial. Pero bien puedes hacer tu propio día de spa en casa, simplemente, y por una fracción de su costo en los salones de bienestar.

El día de spa incluye una variedad de rutinas de belleza, de relajación y de bienestar, que nos revitalizan y nos dejan preparados para una nueva jornada. Para organizar tu propio día de spa puedes usar lo que tienes en casa, o también puedes complementarlo con masajes o manicura a domicilio, para una experiencia aún más completa.

Si sueles hacer gimnasia o ejercicios, aprovecha para energizar tu cuerpo, y luego da estirar y darte una ducha, date el resto del día libre para hacer tu sesión de spa privada. Procura hacerla durante la tarde, hacia su final, de modo de que este sea el broche de oro para tu día.

Prepara la bañera. Ten a mano sales de baño, burbujas de baño, aceites esenciales con propiedades relajantes, toallas suaves para reposar tu cabeza, ganchos para el pelo si los necesitas. Conecta el equipo de música en algún sitio seguro, lejos del agua de la bañera, y coloca algunas velas con fósforos a mano.

Elige la música que escucharás. Prepara los discos y déjalos listos para ser reproducidos. Si quieres, puedes leer un libro o revista, pero aléjate de los periódicos, de los noticieros y de todo lo que altere tu estado de relajación buscado.

Luego, pide a tu familia tranquilidad en el hogar. Si tienen actividades fuera de casa, arregla el transporte de los hijos y aprovecha el silencio en casa para relajarte. También es buena idea programar el teléfono para que se active la contestadora sin que el aparato suene, y apaga tu móvil (o déjalo sin sonido).

También prepara los productos con los que mimarás todo tu cuerpo. Moja tu cabello y aplica cremas de tratamiento mientras te sumerges en la bañera caliente, y ten a mano cremas hidratantes y nutritivas para luego de secarte.

Antes o durante el baño de inmersión, aprovecha para hacer una exfoliación suave de tu rostro, de tus manos o de todo tu cuerpo. Recuerda enjuagar los productos fuera de la bañera, para no contaminar el agua. Luego, finaliza la sesión con una muy breve ducha fría, para activar tu circulación. Finalizada la sesión, puedes contratar los servicios de un masajista a domicilio, o bien de quien te haga manicura o pedicuría. Así, la experiencia de relajación y bienestar será completa.