Desde esta pagina podes Compartir y guardar Derribando mitos sobre el embarazo en tu Marcador Social Preferido, o enviarlo por E-mail a tus Contactos.

Marcadores Sociales

E-mail

Enviar por Correo
marzo 04, 2011

Derribando mitos sobre el embarazo

Escrito en: Mujer

Durante el embarazo, miles y miles de futuras madres quedan expuestas a temores y comentarios urbanos, que sólo les causan preocupación en una época que debiera estar repleta de risas y alegrías. Esto sucede, en particular, en las madres primerizas, que desconocen ese abanico de nuevas sensaciones que alborotan su cuerpo y sus pensamientos.

Veamos en esta nota algunos de los mitos más comunes sobre el embarazo, para disiparles y demostrar, por fin, que el embarazo está libre de monstruos en el placard.

Por ejemplo, se dice que los antojos no cumplidos provocan manchas en la piel del bebé. Pues no hay una razón médica ni una explicación que lo justifique, ni que lo avale. Los antojos pueden ser cumplidos o no, y ello no se reflejará sino en los deseos de la madre, momentáneamente.

Algo similar ocurre ante la aparición de acidez estomacal durante el embarazo. La acidez en esta etapa es bastante común, de hecho, más frecuente que en otras circunstancias, y ello -contrariamente a los dichos de abuelas- no determina el crecimiento del bebé: pensar que la madre tiene acidez porque el cabello del bebé está creciendo desproporcionadamente suena irrisorio, ¿verdad?

Se dice que la futura madre come por dos, y ciertamente, las embarazadas comen un poco más que lo habitual, pero ello no significa que deban comer el doble que de costumbre. Se debe cuidar el peso durante el embarazo, comer lenta y saludablemente, y escuchar al propio cuerpo cuando éste indique que se ha llegado al estado de satisfacción, sin comer de más.

La posición del vientre no indica el sexo del bebé. Antes se creía que un vientre abultado hacia adelante indicaba el nacimiento de una niña, mientras que un vientre hacia abajo era indicación de un niño. Disfruta de tu panza redonda y bella en la forma que sea: el sexo del niño nada tiene que ver con ella. Lo mismo se aplica a las condiciones de tu piel, tu pelo, o a la nueva forma de tu rostro, ni tampoco con el ritmo cardíaco del bebé: no indican su sexo.

El sexo durante el embarazo es un tema bastante mencionado. El sexo no altera el estado del bebé, y no hay por que evitarlo, puesto que es una actividad que equilibra la respiración, eleva saludablemente el ritmo cardíaco, y produce no sólo placer, sino un verdadero efecto antidepresivo y tranquilizador para la futura madre. Eso sí: nada de exploraciones extrañas, pues puedes terminar por sufrir calambres, contracturas y algunos dolores musculares debido a tu nueva forma corporal.

Los productos de cosmética y belleza no afectan el embarazo, salvo que se lo indique en el envase. Cuando un producto de higiene, de belleza o de cosmética (incluyendo cremas, tinturas, tratamientos y demás) posee componentes que potencialmente podrían alterar el embarazo, se verá claramente mencionado en las indicaciones. Si el producto dice estar contraindicado para embarazadas o mujeres en lactancia, no lo utilices.

Estos son algunos de los mitos más comunes durante el embarazo pero, como ves, no son más que falsas creencias. El embarazo debe ser feliz y libre de preocupaciones: no te dejes llevar por estas viejas creencias urbanas.


Volver a: Derribando mitos sobre el embarazo