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febrero 23, 2011

Huevos poché, técnica básica para cocinar un huevo

Escrito en: Gastronomía

Foto: Wikimedia - User: The Bitten Word

El huevo poché, también llamado huevo escalfado, es una verdadera delicia y una de las formas básicas de cocinar el huevo. Como toda exquisitez, cuenta con sus trucos para la preparación.
Se trata de un huevo hervido en agua, en contacto directo, con una particularidad: la clara envuelve a la yema, que queda cremosa y absolutamente deliciosa.

Para preparar un huevo poche necesitaremos agua y vinagre blanco. En una olla pequeña colocamos unos 7 a 10 centímetros de agua. Por cada litro de agua, agregaremos una a dos cucharadas de vinagre blanco, preferentemente de alcohol, para no aportar sabores indeseados. No eches sal al agua, puedes agregarla luego sobre el huevo, una vez en el plato.

Llevamos el agua a hervir. Cuando ebullicione (con todo y burbujas) bajamos el fuego, para que el agua se mantenga bien caliente pero sin ebullición, ya que deformaría el huevo. Mientras se calienta el agua, casca un huevo en un platito poco profundo, o en una taza baja, o incluso sobre un cucharón. Con ello te ayudarás a depositar el huevo en el agua, pues si lo cascas directamente sobre la misma, el huevo se hundirá por la caída y perderá la forma que queremos darle.

Con una cuchara, revolver el agua rápidamente por los costados, para formar una suerte de remolino. Esto nos ayudará a conservar la forma del huevo poché. Cuando tengamos este remolino, con rapidez pero con cuidado, volcamos el huevo directamente al centro. Dejamos que el agua se calme sola, y nos ayudamos con la cuchara para conducir la clara por sobre la yema.

La cocción del huevo poché demorará no más de dos y medio a tres minutos. Verás que la cara se ha puesto completamente blanca. Es el momento de retirar el huevo con cuidado, ayudándote de una espumadera o espátula perforada para escurrir el agua. Para detener la cocción, algunos prefieren mojar el huevo con agua fría y secarlo sobre un lienzo. Otros simplemente lo dejan escurrir, y lo llevan al plato. Puedes colocarlo solo, sobre un colchón de vegetales, sobre carnes, o servirlo con lo que quieras. Prepara los huevos de a uno, para dedicarle toda tu atención.

Hay otra forma más práctica de lograr la forma del huevo poché, y es colocar el huevo dentro de papel film de cocina, hacer un paquetito, y colocarlo en el agua. Si bien es efectiva, no es la forma tradicional, y corres el riesgo de que la yema quede en contacto con el film, cocinándose. Sin embargo, este método permite colocar especias y condimentos (o sal) directamente en el huevo, previo a la cocción.


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