Redecorando la casa sólo con telas

Cuando se aproximan los cambios de estaciones nos inunda la necesidad de renovar, remozar y redecorar los ambientes, interiores y exteriores, el guardarropas y hasta a nosotros mismos. Lamentablemente, por lo general tenemos un presupuesto demasiado limitado, que nos frena a la hora de poner en marcha todos estos maravillosos planes, y es entonces cuando debemos ponernos muy creativos.

No hace falta cambiar todo el mobiliario, comprar sillones, mesas, alfombras o cambiar todo de lugar, con solo renovar las telas tendremos una decoración totalmente renovada, con un gasto sumamente menor.

En la renovación de las telas todo vale: fundas, almohadones, sábanas, mantas y hasta cortinas. Los manteles, por ejemplo, así como los caminos de mesa y carpetitas, son ideales para dar un aspecto diferente al comedor. En lugar de cambiar todo el tapizado, simplemente podemos tender una funda sobre los muebles y zonas de asiento, y ya tendremos la mitad de la labor hecha.

En el mercado,  podemos encontrar una amplia gama de tejidos o colores, lo que nos posibilitara elegir lo más indicado para nuestro estilo. Debemos intentar mantener una combinación entre los nuevos tejidos con el mobiliario y accesorios existentes, ya sea en color, motivos o material.

La sala de estar es donde solemos compartir en familia, y también donde recibimos a nuestros invitados la mayor parte del tiempo. Por ello, esta es la habitación por la que podemos iniciar la redecoración. Para hacerlo, no hace falta necesariamente cambiar el sofá y el juego de living: podemos diseñar una funda con nuevos géneros, en colores diferentes, para darles un nuevo aspecto. Lo mismo sucede con el juego de comedor: unos bellos almohadones en diferentes terminaciones darán una nueva cara a todo el hogar. Podemos forrar las sillas y sillones, o simplemente cambiale los colores a los almohadones, o sobre los brazos del sofá colocar una especie de camino de tela que haga un buen contraste. Nunca debemos olvidar que todo debe combinar con el color de suelo, alfombra o paredes, ya que esos son elementos que no podremos cambiar ni de lugar ni de color.

Si lo que queremos vestir es una mesa chiquita, que se encuentre al lado de los sillones, lo mejor es escoger telas lisas y de doble ancho, para poder utilizar un retazo completo y no tener que estar haciendo costuras. Para poder comprar la cantidad de tela deseada, hay que tomar la medida de la altura de la mesa y multiplicarla por dos, y luego sumarle el diámetro de la tapa o de la mesa propiamente dicha, y agregar 20 cm. más de cada lado, para que de esta manera arrastre y logre un lindo efecto al tocar la tela en el piso.

La elección de las telas debe hacerse según nuestro gusto y estilo. Para un look más clásico, simple y elegante, usaremos linos, terciopelos y gasas para el cortinado, combinando telas lisas y estampadas con grandes motivos. Para un estilo más moderno, escogeremos en cambio colores más neutros, y acentuamos con detalles en las telas de almohadones de adorno y carpetas. Por último, para un estilo sofisticado y de vanguardia, tendremos en cuenta a las cuerinas y los cueros ecológicos, que además, son ideales para mantener siempre impecables y para tener nuestros muebles protegidos.