El mango y sus beneficios

El mango es un fruto que se obtiene de un árbol originario de India y muy extendido por toda América. Es ovalado, del tamaño de una pera, con piel y fruta amarillenta, muy jugoso y sabor azucarado.

Se trata de  una fruta refrescante, dulce y de fácil consumo. Ideal para el verano en donde deseamos consumir algo fresco, apetitoso y dulce en su punto justo, es decir, ni excesivo ni escaso.

El mango posee muchas propiedades, es muy recomendado para que los use toda la población sin distinción de edad, y también para los deportistas y mujeres embarazadas, ya que además de sus nutrientes naturales, es un excelente antioxidante.

Este fruto aporta gran cantidad de vitamina A y vitamina C, por lo que suele recomendarse a aquellas personas con deficiencia en estas vitaminas y que sobre todo, no toleren los cítricos. También es bueno para aquellos que tienen las defensas disminuidas o sufren enfermedades inflamatorias crónicas, ya que disminuye el aprovechamiento y mala absorción de los nutrientes.

No hay que olvidar que estas dos vitaminas son antioxidantes y que contribuyen a reducir el riesgo de múltiples enfermedades, como las cardiovasculares y degenerativas, y la vitamina C posibilita una mejor absorción del hierro, indispensable para aquellas personas con anemia.

El mango también posee vitaminas del grupo B, importantes para el sistema nervioso, y que en combinación con las anteriores se logra el correcto funcionamiento de todo el organismo.

El gran contenido en fibras que posee esta fruta le otorga propiedades laxantes, lo que mejora el estreñimiento, a reducir el colesterol, al control de la glucemia, y además proporciona sensación de saciedad. Por otra parte, el porcentaje elevado de potasio entre sus nutrientes hace que el mango sea una buena opción para aquellas personas que sufren insuficiencia renal y no pueden consumir este mineral en cantidades muy grandes.

Por el contrario, aquellas personas que consumen diuréticos y por ese motivo eliminan potasio, deberían pensar en su consumo, para equilibrar los niveles del mismo.

El mango en estado maduro se puede consumir al natural o enlatado. El mango verde (sin madurar) se prepara como conservas.