Desde esta pagina podes Compartir y guardar Los perros a la escuela: Tips para educar a nuestra mascota en tu Marcador Social Preferido, o enviarlo por E-mail a tus Contactos.

Marcadores Sociales

E-mail

Enviar por Correo
febrero 05, 2010

Los perros a la escuela: Tips para educar a nuestra mascota

Escrito en: Hogar

13_perroA todos nos gusta tener mascotas, sin embargo no siempre sabemos cuidar de ellas.
Es importante ser concientes de que tener un perro, un gato, un loro o cualquier animal de hogar implica un monton de responsabilidades. Ellos necesitan cariño, cuidado, y sobre todo comprensión, y este último aspecto juega un papel principal a la hora de su educación.

Los perros son catalogados por la mayoría de las personas como “el mejor amigo del hombre”, son animales fieles, sociables y muy cariñosos que se adaptan a cualquier entorno. Y como animales domésticos, es bastante sencillo su entrenamiento y educación, pero requiere de paciencia y trabajo.

Algunos especialistas entrenadores argumentan que los perros son más fáciles de educar cuando son cachorros, luego de 6 a 7 semanas de nacidos; sin embargo, otros aseguran que se pueden entrenar mucho más pequeños. De todos modos, no es lo mismo “entrenar” que “educar”, ya que la primera se refiere a la enseñanza de alguna acción especifica, como un truco o movimiento fuera de lo común, mientras que la educación pasa por el lado de la convivencia, por acciones que harán que el animal se adapte a las reglas de la casa.
Educarlos en sus primeras semanas de vida evitará que el animal tome malos hábitos que luego puedan ser difíciles de cambiar. Por lo general, durante el período de cachorro, el perro asimila mejor los nuevos conocimientos. En este aspecto son similares a los seres humanos.

Recordemos que cada raza y cada perro en particular tiene características diferentes. Ellos también tienen su personalidad, y aunque sean viejos, si su característica es la de ser juguetón, jugarán por el resto de su vida, así como si su carácter es rebelde, así lo serán hasta que muera, claro que no al mismo ritmo e intensidad que cuando son cachorros.
Lo que debemos entender es que ellos pueden modificar muchas de sus acciones, pero no lograremos cambiarlos del todo. Sin embargo, el perro es bastante inteligente como para poder recibir una orden y cumplirla.

Para poder educar a nuestra mascota, no debemos ser agresivos. Cuando son cachorros tienden a cometer muchas travesuras, pero si le hablamos con firmeza y le indicamos que lo que hicieron no está bien, tendremos una gran probabilidad de que aprendan.
Al momento de retarlos e indicarles que lo que hicieron esta mal, debemos hacerlo con palabras cortas y firmes, siempre con la misma entonación para que pueda asociar ese tipo de sonido a un regaño.

Debemos de evitar los malos hábitos desde el principio para así no llevarnos disgustos después, tal es el caso más común cuando la familia se prepara para alimentarse y no quieren ver al perro cerca. Aquí habrá que enseñarles desde los primeros días a no rodear la mesa mientras se alimentan los miembros de la familia, y en caso de que el perro no tenga la capacidad de entenderlo al principio, podemos obligarlo a estar aislado del área forzando así su entendimiento y sin agresiones.

¿Que pasa con los perros viejos?

Todos conocemos el viejo dicho popular que asegura que “no se puede enseñar nuevos trucos a un perro viejo”. Pues si bien esto tiene su buena cuota de razón, debemos saber que la enseñanza, es decir, el aprendizaje, es posible durante toda la vida de cualquier animal.

Debemos pensar que la capacidad de aprendizaje del animal no se ve deteriorada, pero sí ocurre un fenómeno que podemos identificar claramente: el perro viejo ha pasado toda una vida sin necesitar este nuevo truco o este nuevo comportamiento que queremos inculcarle, entonces, su interés por asumirlo y aprenderlo es por demás bajo. Tal y como sucede en las personas: cuando nuestros padres crecieron sin computadoras, en un momento vieron que necesitaban aprender a utilizarlas, y lo hicieron… aunque la gran mayoría de ellos se niega a aprender a utilizar una red social como Facebook, o no tienen el mínimo interés en aprender a jugar juegos online. Pues con los perros esto es exactamente lo que sucede, su interés es muy bajo, pero pueden aprender una nueva actitud, y la mejor manera es incentivándolo. ¿Como? Dándole algún beneficio tras realizar ese nuevo aprendizaje, ya sea un premio, una caricia especial o algo que lo incentive a volver a repetir el buen hábito.

Ya que no compartimos el lenguaje español, a los perros debemos “explicarles” de otra manera. No podemos retarlos, ni castigarlos, ni enojarnos con ellos. Un ejemplo es ante una mudanza, el perro viejo es probable que no quiera comprender que “esta nueva puerta no se rasca para entrar a la casa”. Por eso, debemos tener mucha paciencia en la enseñanza. Si el perro continuamente rasca la puerta, debemos intentar ignorar esta actitud sin retarlo (podemos proteger la puerta con una madera o plancha metálica para minimizar los daños). Con el tiempo, y ante el fracaso de esta acción, el perro irá comprendiendo que su actitud de rascar la madera no abre la puerta. Mientras tanto, podemos hacer ingresar al perro cuando simplemente se sienta unos instantes frente a la puerta. El perro, como cualquier otro animal, irá asumiendo este nuevo comportamiento con el tiempo, hasta que llegue el día en el que ya no rasque la puerta para ingresar al domicilio.

Insistimos en una recomendación: el perro no debe ser castigado. Podemos retarlo, utilizando un tono de voz más pronunciado, o quizás golpearle suavemente el hocico con una hoja de papel de diario enrollada (o golpear el piso para asustarlo con un fuerte ruido). Pero no debemos darle daño físico por actuar de una manera diferente a la deseada: debemos enseñarle. No hay que enojarse con un perro porque se comporta “como perro”, sino entender que es un animal diferente, que ladra, que hace sus necesidades en el piso, y que no comprende nuestra lengua, y a veces, aunque lo intente, tampoco logra comprender nuestros pedidos y órdenes.


Volver a: Los perros a la escuela: Tips para educar a nuestra mascota